Pruébame blogger!

Mennnnnncanta cuando Francis está así. Le brillan los ojos y empieza a actuar como si fuera un caballero medieval luchando por su dama. Es taaaan... es mono, pero lo que realmente me gusta de cuando se pone así es que puedo manipularlo más y mejor y es cuando realmente vivimos aventuras y cuando más me río, con él y de él...

-Mira ¿qué te parece si apedreamos al trasgo aquel?- me encanta picarle jejeje, sé que normalmente no haría nada malo, pero cuando está así es taaaaaan fácil confundirle... como cuando le dije que le enseñaba las bragas si rompía la ventana de aquel maestro tan gruñón o cuando le prometí un beso si robaba dinero para comprarme chuches... ¡atacar a un gran ogro enfurecido que me había hecho llorar y robar a los ricos para dárselo a los pobres! ¡y el muy tonto va y pica y lo hace por mi, yo que soy una pija de mierda!

-No, míralo. No es un trasgo.

-Sí que lo es; mírale esos dientes mal puestos y esa cara de besugo terminal- Ale, ya está liado. De esta salimos corriendo por patas, pero no sin antes reírme un buen rato.

-No, tiene una maldad e inteligencia superiores y un porte... regio. Los trasgos son cobardes y sólo atacan en grupo. Ante mi a un trasgo ni se le ocurriría toserte... pero este me da escalofríos.

-¿No podrás protegerme? ¿qué clase de caballero eres?- si que da escalofríos, la verdad, eso tengo que reconocerlo...

-¡Te protegería con mi vida! pero fíjate bien en... eso... no es un bicho normal y corriente... tiene... abolengo.

-¿Aboquéeee?- aysss pero que monoooo... a veces hasta me da penita... pero luego se pone pedante y usa palabrotas de estas y me rompe toda y eso ya no me mola.

-No grites tonta, creo que ya se va a dar cuenta de que lo miramos. Es... estoy casi seguro de que es un antiguo rey. Es por el aura ¿sabes?, pero noto que algo lo ha corrompido y que aún cubierto de sombra y declinando su vida mantiene un tremendo poder. No creo que pudiera vencerle ni solo ni con ayuda.

-¿No puedes defenderme entonces? caballero cutre este... en fin, lo que tiene una honrada dama que aguantar ¿un antiguo rey dices?- tonta tu padre... en fin, esta es la parte mala del asunto, cuando se le va la olla más de la cuenta y sale con sus viejas historias. Parece un viejales, que lata, jo.

-Un rey renegado, maldito; dicen que hace mucho tiempo siete reyes humanos fueron corrompidos por egoísmo y avaricia y aceptando poder y riquezas a cambio de someterse a un poder mayor y más oscuro. Sus nombres permanecen malditos y olvidados en el limbo del tiempo y han caído en desgracia del mismo modo que el innombrable, aquel que los esclavizó y los sumió en el dolor y la agonía perpetuos, aquel que...

-sisisisi, ya, esa me la sé... ¿y no tienen ni un triste mote?- estoy indignada, seguro que se los sabe de memoria, pero no quiere decirlos y se dedica a dar rodeos.

-No se deben pronunciar pues están en la antigua lengua de Mordor. Llamarlos es presagio de muerte y destrucción.

-Ah, ya decía yo. Lo que pasa es que eres un cobarde.

Sin embargo, para sorpresa mía, había verdadero miedo en sus ojos. Nunca lo había visto así. Cuando está en modo Quijote nunca se amilana. No me gusta, no sé qué ha hecho que se ponga así. Bueno, si, debe ser ese mendigo chungo, que la verdad es que tiene una pinta realmente mala. Leproso mala leche, oye, y además mira como si quisiera asarte a fuego lento. La verdad es que hasta yo estoy sintiéndome un poco incómoda... solo había visto mirar de esa manera una vez, y fue una cabra con malas pulgas.

-Oye Francis- bisbiseé ya medio acojonada- casi mejor que nos vamos ya de aquí, que está haciendo frío ¿vale?.

Para mi sorpresa, Fran estaba ahí quieto, congelado, inmóvil con la vista fija en aquella piltrafa de individuo... tuve que agarrarlo por un brazo y tirar con fuerza de él y aún así me costó sacarlo de aquel... ¿trance? de sus labios solo escapó una única y extraña palabra pronunciada en un acento rato y dicha en apenas un susurro que me agarró fuerte las entrañas (no, no fue cosa de la regla) y me heló el corazón: nazgul. Pero lo más terrible de todo es que yo veía más allá de sus reinos de fantasía. Y lo que vi en ese hombre era peor que lo que él pudiera estar soñando en esos momentos.