Algo allí andaba mal. La chica anteriormente conocida como Eileen ya nos sería conocida más como luz sino como tiniebla. Ahora era la muerte. Pero no La Muerte. Como caballero del apocalipsis, exEileen seguía sembrando el pánico asesinando por allá por donde iba de manera insaciable. Escapaba de las patrullas de la policía que querían cercarla moviéndose endiabladamente rápida pero dejando innumerables huellas de su paso. Debido a ese pequeño detalle, estaba claro cual era su destino, se movía en una simple línea recta hacia un pequeño piso situado en el centro, donde un jóven Rodriguez acababa de descubrir hacía pocos días que las tediosas tareas del hogar como limpiar y cocinar podía realizarlas usando sus novísimos poderes mágicos. Realmente no sabía muy bien como, pero tras fallar todos sus intentos de intentar espiar a la vecina del quinto con ellos, les había encontrado un uso bastante más práctico. Lo mejor que le había pasado después de que su padre lo echara de casa por vago.
Sin embargo, en este capítulo vamos a hablar de La Muerte. Si, ese ser antropomórfico, súmamente esquelético y con una sonrisa perpetua en la cara. Ese que tiene problemas para entender y empatizar con los humanos por una ligera falta de glándulas. Lo reconoceremos porque tiene la peculiaridad (como algunos otros seres de ultratumba) de hablar directamente en tu cerebro sin necesidad de articular palabras, y lo que es más importante, completamente en mayúsculas. Y es que es algo que no todo el mundo sabe, pues si bien en el apocalipsis hay cuatro jinetes y uno de ellos es muerte, en realidad es un ente diferente de La Muerte. Pues no es lo mismo alguien que mata que alguien que se encarga de recoger a los muertos. Y eso precisamente es lo que le estaba ocurriendo ahora mismo en cierto piso céntrico, justo en el momento en el que cierto jóven veía como su propio cuerpo yacía muerto a sus pies al lado de una figura encapuchada, vestida de negro y con una guadaña en una mano y un minúsculo reloj de arena en la otra.
-RESULTA CURIOSO, ¿VERDAD?
-¿Eh? ¿uh? ¿estoy muert... ¡ahh!... es... es usted
-¿QUIEN SI NO?
-Bueno, al principio tanto tiempo enseñándonos sobre cielo e infierno y luego tanto tiempo enseñándonos que todo es mentira, creaciones de nuestra propia imaginación que verle a usted por aquí resulta cuanto menos... ehm... ¿puedo tutearle?
-VAS A ACABAR DEL MISMO MODO HAGAS LO QUE HAGAS, ASÍ QUE...
-¿Y ahora qué? es decir... ¿qué viene ahora?
-¿QUÉ CREES TU QUE VIENE?
-Ehmmm... ¿un paraíso lleno de vírgenes doncellas?
-ME TEMO QUE NO VAS A TENER TANTA SUERTE
-Cachis. Bueno, tenía que intentarlo.
-SI ME DIERAN ALGO POR CADA PERSONA QUE HA INTENTADO ALGO SEMEJANTE...
-Bueno, supongo que será lo de caminar hacia la luz y todo eso ¿no?
-SI ESO ES EN LO QUE CREES... AHÍ ESTÁ TU TÚNEL. SIN EMBARGO, CREO QUE SERÍA CONVENIENTE QUE ESPERARAS UN POCO; EN REALIDAD PODÍA HABER DELEGADO ESTE TRABAJO; ESTOY AQUÍ SÓLO POR CURIOSIDAD
-¿Delegar? ¿en quien? ¡eres la muerte! ¿quien podría...?
-¿¡IIIK!?
-¿Eso?
-SI, SE HACE CARGO DE ALGUNAS TAREAS MENORES
-¿Y qué es lo que...?
-ESTO
y entonces se abrió un portal y un grupo de personas, en lo que parecía la penumbra de un cementerio con más de la mitad de tumbas excavadas o abiertas de algún modo, y sumidos en una especie de ritual extraño surgió poco a poco de entre un borrón al otro lado.
-¿Hola? ¡hola! ¡ha funcionado! ¡eh, chico! ¡si, tu, el paliducho incorpóreo!
-¿Mande?
-Sabemos que la has palmao, pero antes de que te vayas... necesitamos información. Date prisa y cuéntanos todo lo que ha ocurrido en el cementerio ¡no hay tiempo que perder!
2 comentarios:
Chencho, no me jodas que has hecho un crossover...
xDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD
Podríamos hacerlo, aunque a priori sólo se trate de un guiño :P
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