La botella de cerveza negra vacía rodó por el suelo. La chica a la que había amado durante todo el día dormía plácidamente, desnuda encima de la cama. La sábana había caído al suelo por completo.
El hostal era barato, pero debía ser más barato por lo cochambroso que estaba todo. De todos modos, para lo que había venido a hacer aquí... había servido a sus propósitos.
Abrió otra botella de cerveza, se la llevó a los labios y, desnudo, se asomó a la ventana. La luna llena brillaba esplendorosa, con un tenue halo rojizo en sus bordes.
-Luna de sangre -musitó.
Sus músculos se tensaron. Su largo cabello oscuro pareció reflejar un escalofrío. Su vello, hasta su barba de cuatro días pareció ponerse de punta. Sus ojos oscuros como la noche se estrecharon.
Él sabía perfectamente que muchas de las personas con las que nos cruzamos por la calle no son personas. Y que hay sombras que siempre se mueven justo al alcance de nuestros sentidos. Todos lo saben. Él, simplemente, es consciente de ello.
Siria, Sarajevo, Congo... quiere creer que los errores son debidos a las manipulaciones de las sombras. Le da mucho miedo pensar que sean los propios humanos los que hayan creado...
Un mensaje en su teléfono móvil. No debería llegar ningún mensaje hasta dentro de mucho tiempo. Ha llegado...
Es el más joven de los Doce Sabios. Está predestinado que sea el primero que muera. Y ha eludido su destino por demasiado tiempo...
Raoul respira hondo, coge sus tejanos, sus botas, su descolorida camiseta y su cazadora llena de cortes y comienza a vestirse. No es una noche tan bella como le había parecido en un primer momento, después de todo...
Continuará
miércoles, 5 de diciembre de 2012
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