Pruébame blogger!

Esa montaña parece muy grande. ¿Para qué querría alguien subirla? ah, por deber. Bueno, supongo que así motiva menos aún. Pero hay que hacerlo ¿no?... ya, no hay ganas, piensas que no tienes fuerzas para lograrlo, y que si lo logras tampoco tienes claro si vale la pena o no. ¿Te has parado a pensar que el mero hecho de saber que eres capaz de subirla, de superar ese reto, de acabar lo que ahora parece imposible e inacabable ya hace que lo merezca? si, la autosuperación, el reafirmarte a ti mismo, el saber que eres capaz de afrontar y resolver algo que a priori te supera, que puedes adaptarte y buscarte la vida, colaborar con otras personas, más ojos, más cabezas, mejores ideas, mayor capacidad. Nada es imposible, solo hay que ser constante. Y esa montaña no es tan grande ni tan imponente; las dificultades surgirán sin duda, el tiempo se echará encima, pero eres fuerte y decidida, deja atrás los agobios y los miedos, afronta con decisión lo que te vaya viniendo, ve atando los cabos que parezcan menos importantes, resolviendo los problemas más pequeños, no dejando que te compliquen las cosas para más adelante. Tu puedes hacerlo. Y yo seré muy feliz de verte cuando estés allí arriba, en lo alto, triunfante, riéndote de todos los sinsabores que tuviste que pasar para llegar ahí y dándote cuenta de lo que realmente vales.