lunes, 31 de diciembre de 2012

39... los buitres no tienen depredadores, así no vale...

Justo en el momento en que hambre había saltado sobre su víctima, que se había quedado completamente inmóvil con una mueca de sorpresa y espanto al ver a aquel ser depravado y desquiciante acercársele de repente soltando un alarido mezcla de rabia y locura, la ira de Laura estalló con un grito que reventó los cristales de toda la casa y culminó para su sorpresa en una enorme e inesperada bola de fuego que cruzó como un rayo el recibidor; siendo hábilmente esquivada por Arturo, que de un empujón puso a salvo a Alba, terminó estrellándose tras arrancar la puerta y parte de la fachada en un hambre demasiado concentrado en su tarea de exterminar para apercibirse de lo que se le avecinaba, aprisionando con sus miembros al derribado y acojonado Francisco que se debatía como podía, dejándolo chamuscado e inconsciente durante unos instantes varios metros más atrás.

Imaginémonos ahora a John McClane; un tío medio borracho, con muchos problemas personales, metido en un hotel lujoso en sus horas más bajas, haciendo un trabajo que no es el suyo, en una refriega en la que se ha visto metido sin venir a cuento, todo lleno de cristales cristales rotos por el suelo. Ahora ves a los secuestradores: estás cláramente en peligro y la única salida es huír hacia delante. Coges el primer arma que ves, sales corriendo. Ignoras el dolor de los cristales al clavarse en las plantas de tus pies, atraviesas la habitación mientras rayos de todos los colores golpean el mobiliario a tu alrededor. Apuntas sin mirar, tan seguro de que vas a errar el tiro como que solo te queda poco tiempo de vida si no sobrevives atacando porque esconderte no te va a servir de nada. Ahora la cámara se ralentiza y la escena toma un mayor dramatismo. El jefe de los secuestradores echa espumarajos por la boca; afuera hay una enorme explosión y entra de repente mucha luz por el boquete en la pared del fondo. Los rehenes asustados, se parapetan tras los muebles mientras nuestro héroe agita en el aire una botella de un espumoso de los caros, de la cosecha de 1979. No es cocacola con mentos, pero servirá, resuena en su cabeza. En medio de un salto desesperado para llegar desde su posición detrás de una mesa hasta un armario, un tapón de corcho surca los aires, mientras el ambiente a su alrededor chisporrotea y las cosas alrededor se emborronan y parecen hervir. La espuma salpica alrededor mientras nuestro héroe rueda por el suelo clavándose aún algunos trozos más de cristal y justo en el momento en el que el tapón impacta en la cara de Laurita. Ser el único chico que pasaba algo de tiempo con Fran tenía aquellas cosas, se te acababa pegando algo de esto de vivir en las nubes. Eso y tener como únicas amigas a las botellas. Por no nombrar lo que había fumado aquella mañana, algo que le compró a dos tipos que escribían relatos extraños por la calle en lugar de hacer cosas de provecho como todo el mundo. A ellos parecía irles bien...

-¡¡yippee ki yay hija de p...
-¡BASTAAAAAAAAAAAAAA!... sus calláis todos, me teneis hartaaaaaaaa... ¡mirad cómo lo habéis dejado todo!. ¡Ambrosio tardará días (más vale que tarde horas, si no se va a enterar de lo que vale un peine) en limpiar todo esto! ¡y mira al desgraciado ese ahí revolcándose en el suelo, sangrando por todos lados y limpiando con la lengua el charquito de chateubriand que quedó en el suelo! ¡ASCO ME DAIS TODOS! ¡FUERA DE MI CASA Y FUERA DE MI VISTA!
-Pe pe pero estás en peligro!- aventuró a decir Alba en un arrebato de valentía.

-Si, en peligro por culpa de buitres como vosotros, que venís a mi casa y la desvalijáis como ese energúmeno de ahí. ¡Ya os lo podéis estar llevando!. ¡AMBROSIO, ECHA A ESTA GENTE!
-El buitre blanco occidental es una subespecie notable. Durante milenios fue depredador por excelencia; pero tras sucesivos refinamientos, descubrió el arte, la filosofía, la cocina creativa, el móvil y la cirugía estética. Y también los Derechos humanos: egalité, fraternité. Ya no depreda a lo bestia. Está feo. Atrás quedaron el siglo XIX y el reparto de África. Ahora utiliza depredadores intermedios...



Todos miraron a Arturo con cara de sorpresa. Tras la bola de fuego de hace un momento, nadie se hubiera atrevido a hablar así a Laurita en su presencia. Esta se quedó lívida, pero pronto un fuego interior empezó a hervir y le empezó a salir humo por las orejas. Literalmente. Todos estaban prestos a ponerse a cubierto cuando entró Fran corriendo pidiendo ayuda, seguido de una bestia grande, irritada, salvajem, carbonizada y humeante...

domingo, 30 de diciembre de 2012

38 buitres que no saben si fiarse al ver tanta comida junta

-Señorita, me permito indicarle que tiene visita, se trata de...
-¡Lo que sea, Ambrosio! ¡Me da lo mismo quién sea! -gritó histérica Laurita- ¡Ahora no puedo!
Después de todo, Adrián había descubierto el mueble bar del salón y Laura estaba desesperada por apartarle de allí o sus padres tendrían más que palabras con ella.

Ambrosio entendió que la responsabilidad de atender a las visitas era suya. Por ello, dejó pasar a Alba y a su extraño acompañante con una gran sonrisa y completa educación.
-Su alteza, me permito informarle que están aquí la señorita Alba y el señor Arturo.

Sorprendida, Laura dejó por un momento a Adrián, quien se lanzó a por las botellas de whisky con más de 100 años de edad. La sorpresa dio paso a la ira.
-¿Qué haces tú aquí? ¡Espantajo! ¡Cerda! ¿Cómo te atreves a mancillar mi casita con tu presencia? ¿Y quién es el imbécil remendado que te acompaña?
-Tu reputación son las seis primeras letras de esa palabra -dijo de repente Arturo.

Alba y Ambrosio se quedaron blancos. Laura comenzó a temblar mientras una gigantesca tormenta comenzaba a formarse en el cielo.

-¡Acabbbog deg pillaglog! -chilló un gangoso Adrián- ¡Reeeepuuutaaa! ¡Ja, ja, ja... !

Y nuevamente comenzó a vomitar.

-Hay tres cosas que nunca vuelven -continuó hablando Arturo.

Un relámpago cruzó el firmamento.

En ese momento llegó Francisco al portal de Laurita. Alba y su acompañante habían entrado en la casa. ¿Debería él llamar e intentar entrar? Se quedó allí parado, pensando en qué sería lo correcto. ¿Qué habría ido a hacer Alba a casa de Laurita?

Hambre se relamió viendo al inocente Francisco a su alcance. Podría acabar con dos posibles futuros sabios de un sólo viaje...

Continuará


hiena número 37 se muere de risa tras ver como las demás mueren indigestas

Mel y Zoe se encontraban exhaustas. Habían conseguido parar a Guerra varias horas, pero a cada momento se veía más claramente que ellas solas no bastaban para aguantar más.

-¡Es imparable e incansable!- dijo Mel
-¡E insasiable! casi se parece a...- dijo Zoe, maliciosa
-¡Tu siempre pensando en lo mismo! ¿¡estamos a punto de palmarla y sólo se te ocurre pensar en eso!?
-Un último recuerdo agradable antes de palmarla siempre es mejor que ninguno.
-¿No te conforta morir al lado mío?
-¡Sólo si es muerte por kik..
-¡Ah, cállate! no sé ni por qué me esfuezo
-¿Entonces crees que es mucho para nosotras dos?
-Lo dices con un tono y dentro de un contexto que me hace pensar que lo dices en un sentido muy poco adecuado para la ola de violencia y destrucción en la que estamos rodeadas.
-Uhmm... bueeeno, tengo que reconocer que me pone un poco...
-¿Te refieres a guerra? ¿estás enferma?
-Tiene sexapeal... si no fuera por ahí matando gente...
-Luego dicen que lo de que las mujeres sólo nos enamoramos de indeseables, matones y chulos es solo mala fama.
-Pero es taaaan sexy...
-¡Está a punto de matarnos!
-Si, eso cambia las cosas. Pero imagínatelo por un momento tranquilito, limpio, bien peinado y afeitado y dime que no lo ves atractivo. Toda esa musculatura dura y tersa bajo una camisa ajustada y unos pantalones que marquen culo...
-Bueno, visto así... en fin, es que a mi tampoco me importa verlo así sucio y sudoroso...
-¡Lo sabía! ¡a ti también te pone!
-No meemos fuera del tiesto tampoco, a ver si ahora te vas a pensar...
-Ñeñeñeñe jajajajajja ¡lo sabía, lo sabía!
-¡Que nos van a matar!
-¡pero te gusta! ¡Guerra te gusta!
-¡Que nooooo!

Mientras tanto, un atónito guerra asiste a la conversación pensando por un lado en que por cosas como esta la humanidad debe morir y por otro lado que se está divirtiendo mucho y que va a darles un poco más de comba a esas dos... quien sabe, igual esta noche liga y todo. Tantos siglos de guerrear... a veces hasta se aburría, quizá debería explorar caminos diferentes... podría cambiar, podría... ¿gonorrea tal vez? no, eso tenía que ver con ovejas o llamas; ¿ladillas? ni de coña, no podría ser un Caballero Del Apocalipsis™ como dios manda con un nombre como ese, sería el hazmereír del gremio. Sida si acojonaba bastante, pero... nono, así solo espantaría a la clientela, tenía que pensar de otro modo... ¿un asesor de imagen? ¿una campaña de marketing? todo empieza por un nombre molón, eso estaba claro, y ya el nombre definiría al personaje, no era tan complicado. Si el sosainas de peste se había convertido en codicia, él podía transformarse en cualquier cosa. Claro que "Adonis" atrae mucho a las mujeres, pero casi que igual a los hombres también, y no es que aterrorizara mucho, la verdad. Tenía que madurar la idea un poco más...

Y observando al trío, que intercambiaba explosiones mágicas mientras hacían introspección desde un tejado semiderruído, un enorme gato negro yacía en una siesta fingida, mientras mentalmente cavilaba sus propios planes. Tendré que echarles una mano, después de todo.

sábado, 29 de diciembre de 2012

36 hienas que se saciaron tras comer a un hipopótamo muerto tras un atracón de leones

-Y sí, así es esa tal Laurita -termina Alba tras haberle contado a "Arturo" toda su vida, y sus (escasas) amistades.
-Aishiteiru kono yaro. Tell Laura I love her.
-Me encanta que seas políglota, pero yo no puedo entenderte -ríe Alba-. ¿Qué significa?
-La amistad más se ha de sostener con correspondencia que con dádivas; porque con el interés se fingen, pero no se hacen las amistades.
-No termino de entenderte...
-Eo. Eo. Vamos a la casa.
-¿A la casa de Laurita, dices? -Alba mira anonadada a su amigo-. Me encantaría presumir de ti... pero...
-Es el ritmo nuevo que traigo para ti.
-Lo que me pides es un cambio completo en mi manera de vivir... yo no soy así... tienes que entenderlo...
-Siempre nos quedará París.
Alba se sonrojó.
-Casablanca es mi peli favorita... ¡oh, está bien! ¡Vamos a casa de Laurita!
-Ripped jeans. Skin was showin...

Y así, Alba va a casa de Laura junto con "Arturo", al tiempo que es seguida por Fran, además de por Rebeca y Raoul... un poco más alejados.

Hambre, por el camino opuesto, llegaría más o menos a la misma hora.

Continuará

jueves, 27 de diciembre de 2012

Hipopótamo contento tras comerse 35 leones felices en apuros

-¿Estoy buena o no estoy buena?- dijo Laura con su habitual petulancia, tras haberse duchado y cambiado de ropa varias veces para intentar quitarse el aroma de la vomitona de encima-. ¿A que estoy pa comerme? -dijo mostrando el conjunto más sexy de la tarde con la esperanza de divertirse un poco.
-Bueeeeenossimedejas tehago unas cosillash uhh jijijij...
-Pff, eso me pasa a mi por intentar presumir ante un borracho. Parece mentira que aún no se le haya pasado la borr... un momento...

Efectivamente, las sospechas de Laura eran ciertas. Lo que tiene ser ricos y tener minibares llenos de cosas en las habitaciones. En este caso estaba vacío de cosas. Bueno, para ser exactos, en realidad estaba lleno. De botellas vacías, claro. ¿Esto se considera medio lleno o medio vacío? ¿se escucha el ruido de un árbol cuando un leñador borracho lo tala y cae sobre él y, desde luego, deja de haber alguien para escucharlo? ¿a qué huelen las nubes? estas y otras preguntas filosóficas serán contestadas...
...próximamente...

34 leones felices

Hambre gruñó... estaba muy enfadado con el resto de los jinetes. Guerra aún no había acabado con dos enemigos menores, Codicia había descuidado (como siempre) sus deberes y como resultado Mínimum estaba muerto, un cyborg perdido y un laboratorio destrozado... ¿Y Muerte? ¿Qué es lo que estaba haciendo Muerte?

Él estaba asesinando, uno por uno, a los posibles futuros Sabios... y el resto de los Jinetes estaban de vacaciones.

De acuerdo. Él se ocuparía de todo. Tragó el bazo del último aspirante a Sabio al que había asesinado y, con la boca chorreante de sangre, bilis y trozos de carne, aulló de frustración.

Es hora de acabar con un nuevo Sabio potencial. Cogió tres falanges y las lanzó contra una pared. Sólo una se rompió.

Hambre sonrió.

Le había tocado a Laurita. En cuanto acabara de comer, iría a por ella.

Continuará

lunes, 24 de diciembre de 2012

(Publi navideña)


Feliz navidad a todos y esas cosas tan bonitas que se dicen estos días.



33 tristres tigres trigaban trigo en un trigal o algo de eso

Juanjo, iracundo y ebrio de poder seguía avanzando por la calle haciendo su justicia allí por donde pasaba. Tantos años puteado de residente, con una pequeña beca para poder estudiar, viviendo en un piso de estudiante, compartiendo su espacio con personas que iban y venían, aguantando jefuchos que exigían más de lo que aportaban y siempre con malos modos, durmiendo poco y bebiendo mucho café, atendiendo urgencias, viendo heridas causadas por terceras personas, muertes innecesarias por la imprudencia o por la locura o estupidez... todo lo que había vivido le había hecho desarrollar una rabia hacia las injusticias y discriminaciones, los abusos de poder y la falsedad, etc. y ahora todo estaba siendo canalizado hacia el exterior. Ya había destrozado una sucursal bancaria (tras asegurarse, eso si, que los empleados salían y tras acorralar al director), había golpeado a un correo que había ido a repartir estupefacientes hasta que le dijo donde los había conseguido, había machacado a los responsables (aunque sabía que el pez gordo se le había escapado, al menos se había dado el gusto con aquellos intermediarios), había parado en seco a un carterista, había ayudado a una viejecita a cruzar la carretera y había empujado a un viejo ricachón que había amasado su fortuna a costa de otros de la acera cuando pasaba un camión, había dejado sin nada con que violar a alguien que estaba a punto de hacer otra muesca en su cinturón, había hecho cantar a un poli corrupto que ahora tenía un par de dedos bastante torcidos...

Ónice iba como siempre en sus cosas metido, caminando pensando en los grandes conflictos de la humanidad y el fin del mundo que se avecinaba cuando se tropezó con Juanjo. Los dos vieron el gran potencial en el otro, Juanjo habiendo sentido una clara amenaza en alguien o algo con poder, la primera vez que se tropezaba a alguien como él; Ónice alerta, esperando las reacciones para juzgar en qué bando estaba su adversario. Para conocer a alguien, primero hay que luchar contra él, pensó.

Juanjo atacó primero, convencido de su nueva fuerza y habilidad. El enorme gato negro era rápido y ágil, y Juanjo tuvo que aplicarse. Ónice saltaba de un lado para otro y de vez en cuando golpeaba o amagaba algún golpe solo para comprobar, complacido, cómo se desenvolvía Juanjo. Estuvieron enzarzados media hora entre fintas, fintas sobre las fintas, golpes y finalmente, magia. Si bien en la primera parte Juanjo se mostró más que diestro, al final se vio claramente que no dominaba tan bien como pensaba sus poderes, mientras que el gato se mostró como un rival formidable, no dando ni un respiro y presionando lo más posible a su rival. Tanto que al final, exhausto, Juanjo cayó, y sobre él se posó grácilmente la diestra figura gatuna, como una pluma que cae sobre el suelo.

-Vaya vaya... has aguantado mucho mucho. Nadie suele aguantarme tanto rato... me recuerdas a Vicky, una vieja rival mía... ella si que conseguía sacar mi parte más oscura y violenta. 
-¿Quién eres? ¿qué quieres de mi?
-Vengo a reclutarte.
-¡Ni hablar! ¡he pasado demasiado tiempo dependiendo de otros! ¡quiero forjar mi propio destino!
-Sin embargo, necesitas cooperar con gente que busque forjar el mismo destino que tu para poder superar lo que se nos viene encima. ¡Hemos de parar el fin del mundo y tu eres uno de los elegidos para hacerlo!
-¿De qué estás hablando, gato?
-Los cuatro caballeros del apocalipsis han llegado, por separado tienen poder más allá de nuestra capacidad individual, si se juntan formarán un grupo imparable que nos barrerá a todos. ¿Te crees que estos poderes que tienes son gratis y te han llegado para que te diviertas por ahí haciendo de Robin Hood? ¡has de usarlos para un bien mucho mayor! ¡únete a la resistencia!
-¿Y quiénes son y cómo es que no he oído hablar de ellos?
-Son los 12 sabios, grupos de tres para poder hacer frente con algo de garantías a cada jinete. Tres es el número sagrado: la trinidad, los tres reyes magos, los puntos necesarios para definir un plano, la trifuerza, el tres en uno, antena 3, los tres cerditos, etc. Se supone que forman una orden secreta que se mantiene al margen pero que se unen cada 300 años para combatir al mal. Tu has surgido justo ahora y no es coincidencia, tienes que unirte a los demás.
-Te creo. Aunque solo sea porque estoy hablando con un gato y no creo que lo que me estés contando sea más increíble que eso. ¿Dónde puedo encontrarlos? llévame a ellos.
-No puedo
-¿No eres uno de los miembros?
-SsssssNo, no lo soy. Pero algo me dice que los encontrarás pronto y sabrás quienes son, la fuerza poderosa en ti es y si me has reconocido a mi no tendrás problemas para encontrarlos a ellos. Concéntrate y notarás sus auras.
-Si, creo que ya los veo... ¿y esas auras demoniacas tan enormes? ¿son...?
-Si. Ya queda poco; ¡date prisa!

Y Juanjo se alejó, recuperándose más rápido de lo que cabría esperar de la paliza recibida.

-Si hasta domina su poder de curación... mucho pontencial, si señor. Ahora solo queda resolver la cuestión del duodécimo... porque yo no puedo revelarme tan pronto. Lo echaría todo a perder...

domingo, 23 de diciembre de 2012

32 bocados

El viejo gato pasó lista mentalmente a sus distintos candidatos.

1, 2 y 3) Raoul, Rebeca y el viejo profesor de matemáticas. Sin duda alguna, ellos debían ser los líderes de la nueva generación de Sabios.

4) Francisco. Tenía potencial, el chaval. Y siempre el ímpetu de la juventud es necesaria en estas lides.

5) Antonio R. Mata, el inspector, era la apuesta personal del viejo profesor. Un hombre honesto, pero poco preparado para este trabajo.

7 y 8) Alba y el extraño cyborg. Muy dudosos. En cualquier caso, hay que tenerlos en cuenta.

9 y 10) Mel y Zoe, las salvajes y oscuras hermanas... si tan sólo lograran sobrevivir a su enfrentamiento con Guerra... algo, por desgracia, muy cuestionable.

Faltaban dos personas. El viejo gato bufó. Si tan sólo admitieran animales en el club... pero no era así. Asquerosos humanos... 

No había más remedio. 

Era una locura, pero... todo encajaba.

Tendría que reclutar para la causa a la pija de Laurita y al ahora borracho Adrián.

Se puso en camino.

Y habría llegado mucho antes de no haberse puesto a jugar con una cuerda que colgaba irresistiblemente en una obra cercana.

Continuará

sábado, 22 de diciembre de 2012

31 premios de la lotería (sin gordo)

Mel y Zoe enarcaban las cejas en un gesto de extrañeza y preocupación. Todo se había calmado súbitamente desde que Guerra se había metido en aquel cybercafé. Temían que les hubiera dado esquinazo y hubiera ido burlando sus defensas. Pero no, no podía ser tan fácil, era un truco, una trampa.

-Mel, ni se te ocurra asomarte ahí dentro- dijo Zoe, asustada-, ¡quién sabe qué retorcido plan tiene Guerra para cazarnos y destrozarnos!.
-Pero si está en el local, cosa que dudo, lleva ahí dentro metido más de media hora sin destrozar nada ni matar a nadie. Te digo que esto no es normal...
-Nuestra misión es retrasarlo, proteger todo lo posible lo que nos rodee y quienes nos rodeen y sobrevivir, reforcemos el perímetro de seguridad mágico en torno al cyber y aguardemos. Tanto si se nos ha escapado como si sigue ahí, más pronto que tarde nos enteraremos. 
-¡Si, pero esto es deseperante!
-Es una trampa fijo. Si entramos ahí nos machacará. Pero podemos intentar meter un señuelo arcano. ¿Recuerdas el truco del gorrión mágico?
-¿El que colábamos en el baño de los chicos para verlos duchándose?
-No, el que colábamos en el baño de Raoul para verlo duchándose...
-Mmmm Raoul, que recuerdos... realmente el único que tenía algo que valiera la pena.
-Si, el muy cabrito se las ingenió para liarnos a las dos... que morro y que labia y que... tenía el muy...
-Lo dices en un tono como si te hubiera disgustado la cosa jijijiji
-Anda anda, veamos que se cuece ahí dentro... pero probemos con algo que pase más desapercibido que un gorrión.
-Ya sé que es un asco, pero creo que la respuesta la tenemos ahí delante...
-¡Iiiih! ¡una cucarachaaaaa! ¡que asco queasco queascoqueascoqueascooooo!

Pese a la reluctancia de Zoe, ambas se concentraron hasta tomar control sensorial y motor del bicho y lo dirigieron hacia el local. Estaba oscuro, pero pronto llegaron a vislumbrar esta escena:

-YA ERA HORA ¿NO?- dijo Muerte, aparecido como un espectro flotando en el aire iluminado por una tenue luz azul; la imagen era algo borrosa y a veces se distorsionaba y parpadeaba, como la de un viejo televisor que no ha sintonizado perfectamente la señal. Para ser más precisos, sería más correcto describir la imagen como un holograma, y para redondear la visión, un par de ensaimadas a los lados de su calavera-. ESTOY CANSADO DE LLEVAR ESTOS AURICULARES TAN CUTRES.

-USA UNOS ALTAVOCES, COMO TODO EL MUNDO- dijo Guerra hablando desde su terminal-. SIENTO EL RETRASO, CHICOS, ES QUE NO ME ACOSTUMBRO A ESTO DEL DINERO HUMANO Y A QUE ESTOS TRASTOS FUNCIONEN COMO TRAGAPERRAS.

-¿Y POR QUÉ TENEMOS QUE HACER ESTO POR VIDEOCONFERENCIA?- dijo una tercera voz que provenía de una esfera que flotaba al otro lado de la habitación-. AL MENOS USTEDES USAN TECNOLOGÍA MODERNA, YO TUVE QUE MATAR A ESA BRUJA MOLESTA PARA PODER ROBARLE LA BOLA. Y NO VEAS LO QUE CUESTA DE SINTONIZAR ESTA MIERDA.

La imagen de Codicia apareció proyectada contra la pared del fondo, en formato de ultradefinición panorámica tridimensional a 360 grados. En su mano tenía un chateau d'smirriau cosecha del 78 y estaba sentado en una Luis XIV en lo que parecía un antiguo castillo, rodeado de los mayores lujos.

-NUNCA ENTENDERÉ COMO VOSOTROS, QUE SOIS CASI DIOSES, OS CONFORMÁIS CON TAN POCA COSA. A TODAS ESTAS, NO ENTIENDO QUÉ ESTAMOS ESPERANDO PARA REUNIRNOS DE VERDAD.

-SI NOS REUNIÉRAMOS DE VERDAD SE ACABARÍA EL MUNDO. HAY QUE TOMARSE LAS COSAS CON CALMA Y TRANQUILIDAD, TENEMOS TODO EL TIEMPO QUE QUERAMOS - dijo Muerte.

-ESO SIGUE SIN RESPONDER A MI PREGUNTA- dijo Guerra-. TENGO ALGO DE PRISA, FUERA HAY DOS CHICAS NERVIOSAS QUE REQUIEREN MI PRESENCIA Y SI TARDO MUCHO MÁS PUEDEN COMETER ALGUNA TONTERÍA. ME DISGUSTARÍA MUCHO, PUES ME LO ESTOY PASANDO MUY BIEN CON ELLAS.

-ESTÁ BIEN ENTONCES. ESPERA UNOS SEGUNDOS MÁS, SOLO DÉJAME UNOS MOMENTOS PARA QUE ESOS TONTOS HUMANOS ACABEN EL ARCANO RITUAL QUE DEFINIRÁ SI ACABAMOS CON ELLOS FINALMENTE O SI SOLO LOS DIEZMAREMOS CASI COMPLETAMENTE PARA QUE AÚN HAYA UN POCO DE DIVERSIÓN PARA CUANDO NOS TOQUE VOLVER DENTRO DE TRES SIGLOS...

y mientras Muerte ponía cara de concentración (tanta como puede poner una calavera de hueso) y el resto de jinetes se sumían en un silencio espectante, de fondo se oía una letanía demoniaca, un salmo terrorífico que decía...

-¡mfhsjil doscientos veinticuaaaatro!
-¡miiiill eeebrios!
-¡chchhastosmil ochocientos treintaydos!
-¡miiiil eeeebrios!
-¡tresmilochomilcientos cuarentayuno!
-¡miiiiil ebrrioooos!
-Y aquí se termina el sorteo...

Los cuatro se miraron fíjamente unos a otros (tanto como es posible mirarse estando en cuatro ubicaciones distintas conectados por internet) y una decisión unánime se erigió entre ellos.

-MORIRÁN TODOS, ESTÁ ESCRITO. EL DESTINO HA HABLADO.
-¿ENTONCES NI LA PEDREA?
-NO

A 30 RPM...

Ya no aguantó más. Raoul atrajo hacia sí a Rebeca y la besó. Sorprendentemente, ella se dejó llevar. Raoul la abrazó con pasión y comenzó a deslizar sus manos hacia...

La ostia fue tan monumental que Raoul cayó de la cama. Tardó unos minutos en reaccionar, pero cuando lo hizo pudo ver a Rebeca de pie, mirándole fijamente.
-Ha llamado el profesor. Dice que hay un extraño cyborg rondando por el colegio. Prepárate, tenemos que ir a echar un vistazo.
-La madre que te... ¿por qué me has pegado?
-Porque estabas diciendo mi nombre en sueños y tu tienda de campaña no indicaba nada bueno.
-¡Deberías sentirte halagada!
-¿Por qué? ¿Un cerdo machista y egocéntrico está soñando cochinadas conmigo y debo sentirme halagada? ¿Por alguien que incluso ante el fin del mundo no puede comportarse con seriedad? ¿Acaso crees que...?
-¡YA ESTÁ BIEN!

Las lágrimas comenzaron a correr por las mejillas de Raoul.
-¡Sí, soy un imbécil! ¿Qué quieres que te diga? ¡Estoy predestinado a morir sin que yo haya elegido participar en esta guerra, mi padre fue maldito e infectado por el enemigo, me enfrento al fin del mundo y sólo recibo insultos por tu parte! ¿No soy serio? ¿Qué quieres que haga? ¡Es mi manera de enfrentarme a esto porque si no, me volvería loco!
Rebeca bajó la mirada.
-Lo siento. Sé que a veces soy demasiado estricta...
-No, si en realidad me la suda -sonrió con ironía Raoul-. Pero, ¿a que soy buen actor?

Cri-cri-cri-cri... (sonido de grillos)

-Hijo de puta... -por fin dijo Rebeca.
-En eso no puedo darte o quitarte la razón -comentó Raoul mientras comenzaba a vestirse-. Nunca conocí a mi madre...

Rebeca salió de la habitación dando un portazo.
-La tengo en el bote...

Continuará

viernes, 21 de diciembre de 2012

Si el mundo no se acabó tarareando al Fary ni con el crack del 29...

Estaban en la sala peligrosa. Se llamaba así porque era un sitio mágico, un sitio donde todo era posible si se sabía controlar por alguien experto. También es cierto que era un sitio muy limitado, la magia de aquel sitio solo se podía usar en los interiores de aquel lugar y nunca hacia fuera, y su potencia era bastante pequeña... para cualquiera de los 12 e incluso para muchos otros tocados con el don pero que no podían formar parte de los elegidos. Era una especie de santuario arcano, protegido y aislado del exterior y de los no iniciados y que solo se podía hallar por los que si lo estaban o acumulaban suficiente poder. Antonio había pasado la primera prueba: encontrarlo. Ahora se encontraba junto con el viejo maestro, ejercitándose en sus recién descubiertas habilidades, pues aquella sala aparte de sitio de reunión y escondrijo secreto se usaba como entorno seguro para entrenamiento arcano avanzado. Tenían que darse prisa, pues evidentemente, pese a la impermeabilización de la sala a la magia, una pequeña parte del rastro que dejaban las alteraciones en el flujo mágico de los hechizos que se lanzaban dentro terminaba filtrándose afuera, haciéndose posible un rastreo por cualquiera con suficiente sensibilidad natural. Así es como Antonio la encontró sólo siguiendo su instinto, casi sin ayuda y sin experiencia previa; era de esperar que cualquier jinete o enemigo pudiera encontrarla en muchísimo menos tiempo. Y también estaba el renegado Máximo, conocedor de su existencia y sabían que yendo allí podían caer en una emboscada. Por esto, el viejo maestro siempre estuvo reluctante a traer a Antonio allí, pero no quedaba tiempo ni opciones, ni había otras alternativas mejores para prepararse, y así lo habían acordado los demás sabios con él. Antonio hacía progresos; mientras el viejo anciano creaba todo tipo de criaturas extrañas casi de la nada e improvisaba enfrentamientos simulados alimentándose de la energía que brotaba de aquellos viejos muros de roca (para no gastar sus propias energías), el nuevo sabio debía usar no solo su talento mágico sino también su destreza y su inteligencia para derrotarlos. El anciano hacía una mueca de complacencia cada vez que Antonio averiguaba los puntos débiles de sus enemigos o creaba algún hechizo con una habilidad y destrezas poco comunes. No se había equivocado con él, era bueno, muy bueno. Pero tenía un gran defecto: su magia era poco potente, y aunque lo suplía con arrojo, valentía y creatividad, aún no tenía posibilidad de aguantar frente a un jinete. Y lo que es peor, no parecía que el entrenamiento ni aquel ambiente tan saturado e imbuído de magia concentrada, estuvieran desarrollando sus reservas, sin las cuales nunca podría crear hechizos más complejos, duraderos y poderosos. Parecía que había algo que lo bloqueaba, algún límite natural o psicológico que evitaba que Antonio desarrollara su verdadero potencial. ¡Había que averiguar qué era y rápìdo!

jueves, 20 de diciembre de 2012

28 maneras de justificar... por si no se acaba el mundo

Las explosiones sonaban cada vez más cercanas.

Mel miró con ternura a su hermana, apoyada en una pared, sudando a chorros, intentando recargar en el menor tiempo posible su ametralladora.

Afuera, un edificio se colapsó sobre sí mismo. Guerra estaba ahora jugando duro.

Mel y su hermana Zoe eran la última línea de defensa. Sabían que el Apocalipsis se produciría cuando los Cuatro Jinetes se reuniesen. La idea era sencilla... abordar a uno de ellos e impedir que completara su trayecto hasta los otros tres.

Habían elegido a Guerra por ser el más volátil. Como la misma guerra, una vez comenzada, olvidaba su propósito. Guerra olvida porqué lucha y sólo quería ahora causar destrucción. Ya no le importaba llegar a reunirse con sus hermanos. Sólo quiere matar. Y a fe que lo ha hecho.

Como en la auténtica guerra, Mel y Zoe ya no tenían que preocuparse por los civiles en cinco kilómetros a la redonda.

Tampoco tenían ya que preocuparse por los otros doce amigos que habían empezado con ellas el combate.

Mel y Zoe sabían que antes y después terminarían muriendo a manos de Guerra. Pero cada minuto que pasaba, era un minuto que atrasaban el fin del mundo.

A medianoche, hacía ya tres días que estaban luchando contra el Jinete de Apocalipsis.

En la mente de las hermanas sólo cabía la esperanza de saber que, cuando ellas murieran, alguien continuaría su lucha.

Continuará

miércoles, 19 de diciembre de 2012

...vaya torito, ay torito guapo, tiene botines y no va descalzo... 27 xD

-¿A qué estamos esperando? ¿a que Cristina de Andrés nos tire panes?- soltó Laurita en tono de vergüenza ajena.

-Posss.... ¡pami bollosh de leleche! juasjuas- respondió Adrián.

-Para atender a sus deseos debemos obrar a espaldas de vuestros padres, simplemente espere aquí hasta que pueda darle vía libre. Ah, mi señorita, si puedo hacer un comentario/sugerencia a vuestra excelencia, ha hecho mal en dejar a su antiguo noviete y disiento de lo que quiere hacerle. Fran era un chico correcto y comedido, no entiendo qué encuentra usted en este otro nuevo. Si siente despecho y quiere desahogarse le aconsejo...

-¡A callar, Ambrosio! ¡no me hables así! ¡no me recuerdes a esa sabandija! grrrrr...

-¡Essso, acallalse! jejejeh

-Como usted ordene, su eminencia.

-¡Y no quiero que se me moleste! ¡estoy muuuuuy cabreada ahora mismo!

-¡Vaya si lo está! ¡pos... nopos no... pos no mehadao ya varias yoyas y de to! ¡sistá fuerte la tía!

-Como usted diga, su grandeza.

-¡Y quiero que me traiga chocolate del bueno! ¡nada de frerreiros de esos chungos, que el papel que los envuelve no sirve ni para fumar!

-¡pappelina! ¡yupiii!

-Como mande, su altísima.

-¡Comosté digha, subajísima! ahahahaja

-¡Será mamón el crío este! ¡encima se cachondea de mi altura! ¡y yo pensando que tras hacer que se zumbara la ginebra en la limusina haría que se callara! quien me mandaría a mi a traerme al tontolabas este, no sirve ni para poder planear venganzas como dios manda... y todo por culpa del estúpido de Fran. ¡Va y me...

-Ups, creo que voy a vomit... buaargrhaarhahhahhhmm cog cog...

...

-¡Lo que me faltaba! ¡en mi traje nuevo! ¡AMBROSIOOOOOOOOOO!

26 cascabeles tiene mi camello

Francisco, cegado por el dolor y las lágrimas, no mira al correr... y así ocurre. Choca contra el anciano profesor de matemáticas y el joven cae al suelo. Extraordinariamente, su viejo profesor ni parece tambalearse.
-¡Francisco! ¡Cuidado, hombre! Pero... ¿se puede saber qué te ocurre?

Francisco siempre ha admirado a este hombre sabio y amable. Comienza a llorar. El maestro pone una mano en su hombro.
-Yo... yo amo a una chica... pero... pero ella...

El anciano profesor sonríe.
-Francisco. Todo el mundo sabíamos que Laura no te quería más que para burlarse de ti y aprovecharse de...
-¡No es Laura!
-Ah... Eso cambia las cosas... ¿puedo preguntar quién es?

Francisco mira hacia atrás con ojos llorosos. A lo lejos puede ver aún a Alba y su nuevo amigo. Ni siquiera se ha dado cuenta de su reacción. El anciano profesor de matemáticas, palidece.
-Fran... las cosas no son siempre lo que parecen... antes de tomar una decisión... reflexiona... lávate la cara, cálmate y respira hondo,  ¿de acuerdo?

El anciano profesor de matemáticas lo aleja con un ademán. Francisco queda perplejo por la extraña reacción de su maestro y se aleja unos metros. El anciano profesor de matemáticas saca un teléfono móvil y marca...
-¿Rebeca? Tenemos un problema.
-Sí, lo sé -responde ella al otro lado de la línea-. Más de uno. ¿Me llamas por el que se llama Raoul o porque quedan pocas horas antes del fin del mundo?
-Estoy viendo un cyborg, probablemente clase Demogorgo o Behemoth... nivel 90 o 95. Quizás más. Está al lado del colegio.
-Dios mío.
-No está destruyendo nada. Va de la mano de una niña.
-¿Qué coño qué?
-Rebeca... creo que puede ser tanto un sustituto de uno de los Cuatro Jinetes, como uno de los Doce Sabios.
-¿Puedes leer su mente?
-Sí... pero debe estar bloqueando mis intentos. En la señal que recibo se intercalan versos de El Rey Lear y una canción que dice "soy cani-cani-cani-cani-cani"
-Entonces fijo que es uno de los Jinetes -dice Rebeca-. Siempre supe que si había un quinto jinete, sería un cani...
-Rebeca... no es momento para bromas. Necesito que Raoul y tú vengais para acá inmediatamente... por  lo que pueda pasar...

Continuará

martes, 18 de diciembre de 2012

Veinticinco de Diciembre fun fun fun (porque la alternativa era soltar algo sobre rimas y no es cuestión)

Ya está. Ya le había liado de nuevo. Le había confiado una misión supersecretísima y superarriesgadísima para variar. Y allí estaba él, enfundado en aquel mono de cuero ajustado, colgando del pecho por un fino cable enganchado a un arnés, con brazos y piernas estirados para aumentar el equilibrio, bajando milímetro a milímetro hasta la consola del ordenador central en aquella sala de seguridad. Cualquier paso en falso podría disparar todas las alarmas y acabar con la misión... y probablemente con su vida. La tensión se palpaba en el ambiente, cualquier movimiento en falso podría desequilibrarlo y hacerle voltear y pisar o empujar algo que activara las alarmas. La más mínima presión o un movimiento brusco serían suficientes. Ya estaba casi ahí. Ahora solo tenía que coger el teclado e introducir la clave para entrar. Que me aspen si sé cómo ha conseguido ella averiguar la clave; capaz que incluso tiene cuenta de usuario en este ordenador, pensó Francisco. Bien, ya estaba dentro. Ahora solo tenía que cambiar aquel notable rebelde en el expediente de Laurita por una matrícula de honor y de paso quitárselo a Alba para que no le dieran beca. ¿Por qué estoy haciendo esto? ¿quien me mandaría a mi...? espera, un momento, ya sé lo que haré.

Arriba, sosteniendo la manguera de incendios y aguardando a que Fran volviera a encaramarse sobre el falso techo de la sala de profesores estaba Laura, intentando adivinar en qué película estaría Fran metido para tardar tanto. Algo estaba tramando. Lo sabía. Pero ahora no tenían tiempo que perder, los veinte minutitos del café se estaban acabando. Ya le echaría la bronca o lo interrogaría convenientemente luego. Probablemente las dos cosas. Ah, ya estaba ahí.

Fran subió con agilidad, poniendo cara de ninja mientras caminaba con cuidado apoyándose en los soportes del falso techo. Como era flaquito y pequeñito era el chico idóneo para colarse por cualquier lado, aunque sorprendían sus capacidades físicas dado el hecho de que no hacía deportes. Tras recoger todo y salir, Fran le dijo a Laura:

-Ya he cumplido. Ahora tengo que irme.
-Ni de coña nene ¿dónde te crees que vas?
-Ya está bien de que me sigas a todos lados, necesito tener más tiempo para mi y mis asuntos.
-¿Qué asuntos? anda, anda, a saber quien te ha estado comiendo el coco o qué pajas mentales te estás haciendo esta vez ¿dónde vas a estar mejor que conmigo?

y entonces sucedió tan deprisa y de manera tan inesperada que Laura no llegó a darse cuenta de todo lo que estaba pasando. Fran la empujó tras un seto y salió corriendo. Laura, enrabietada, se puso de pie de un salto y sorprendida de la ventaja que le había cogido en tan poco tiempo salió tras él. Al momento se dio cuenta de que la había engañado, pues hacia ese lado no había ningún sitio donde pudiera ocultarse, ni nadie podía ser tan rápido, así que se giró convencida de que le había echo una finta y volvió sobre sus pasos y corrió hacia el colegio llena de furia. Cuando los gritos y reniegos se diluyeron hasta desaparecer, una figura, magistralmente camuflada dentro del propio seto se hizo a un lado y empezó a correr hacia las afueras. Le había salido el truco a pedir de boca, sabía que no se esperaría que en lugar de salir huyendo se iba a quedar allí mismo. Fran estaba radiante, había conseguido engañar dos veces a Laura el mismo día y con el enfado que se iba a coger por lo que había hecho, se la iba a quitar de encima por una temporada. Y además, había ayudado a Alba... y pensar que ella le quería... ah, Alba... él en el fondo lo sabía, del mismo modo que sabía que él en el fondo la quería a ella. Ella había dado el paso, había expresado sus sentimientos. Era hora de que él se armara de valor y mostrara los suyos, era hora de decirle... y de pronto la vio, cogida de la mano de un... de algo... cogida de la mano y mirando a los ojos a una especie de... el caso es que ella tenía una actitud de enamorada. Fue como una puñalada para Francisco. Ah, con que eso es lo que quería decirme, que había otra persona y que si seguía queriéndola o queriéndome nos íbamos a hacer daño. Ese era el peligro... en fin. Y así como había llegado hasta allí rebosante de energía y alegría, salió corriendo lleno de rabia y de dolor. Así funcionaba el mundo, pensó, justo cuando crees que has conseguido lo que buscas, la realidad se muestra como es y te enseña que nada es lo que parece y que lo que has encontrado es solo una decepción más en tu vida.

24 poemas de amor y una canción desesperada

Alba por fin se detiene, sin tener idea de cuanto había corrido realmente. El sudor empapa su cuerpo. La respiración es un jadeo ahogado. Las lágrimas continúan cayendo. Alba se asusta al darse cuenta de que ha llegado hasta un descampado a las afueras de la ciudad. No tenía ni idea de que podía aguantar tanto corriendo.

El cielo, completamente nublado, augura lluvia. Al contrario que en la poesía minimalista de Misferioso, Alba seguramente la verá caer. Pero antes ve a un hombre enorme, alto y obeso, que se dirige hacia ella tambaleándose y con una brecha en la cabeza. Alba está a punto de ofrecerle ayuda, cuando se percata de la mirada de odio y la mueca de lascivia.
-¡Tú, putita! -le escucha decir-. ¡Tú vas a pagarlo todo!

Alba queda paralizada. No piensa. No actúa. Cuando el gigante llega hasta ella, se siente a punto de desmayarse. Y lo habría hecho si no fuera porque escucha otra voz. Una voz neutra, metálica, sin alma. Una voz que dice:
-Pim, pam. Toma lacasitos.

El hombretón mira anonadado como la mano robótica que ha aferrado su brazo derecho, le crea un ángulo imposible a la altura del codo. El gigante chilla de dolor, hasta que la misma mano robótica le golpea fuertemente en la nuca. El violador cae al suelo. Alba cree que está inconsciente y mira con reverencia a su salvador. Realmente acaba de producirse un asesinato.

Alba siente al instante lástima por aquel que la ha salvado. Es un hombre de unos cuarenta años, pero que ha debido sufrir un gran accidente. Placas de metal cubren su cráneo aquí y allá, ambos brazos son prótesis y su pecho y piernas están recubiertos enteramente con vendas. Y aún así, se ha enfrentado con ese matón por ella... debe ser un maestro karateka cinturón negro, fijo.
-Muchas gracias por salvarme -dice Alba tímidamente.
-Oh. Baby. Baby. Baby -responde la criatura-. Presiento que este es el inicio de una bonita amistad.
Alba queda maravillada...
-¿De verdad?
-Arturo. No seas duro.
-¿Te llamas Arturo? Yo soy Alba...
-Con diez cañones por banda, viento en popa a toda vela, te pintaron pajaritos en el aire.
-¡Eres graciosísimo! -ríe Alba, olvidando por el momento la escena con Francisco y el terror con el matón.
-Porque en cada sitio que estés, en las cosas que vives yo también viviré. Busque. Compare. Y si encuentra algo mejor, cómprelo.
-Yo... abusando de tu confianza... ¿me acompañarías a mi instituto? Ya me da miedo hasta volver sola...
-Hasta el final del mundo y más allá del mundo, tu amor me hará vivir.
-¡Muchas gracias, Arturo! -ríe Alba mientras agarra la mano robótica de "Arturo"- ¡Eres un cielo!
-Whenever you need me que vamos, que la he liao parda.

Continuará

lunes, 17 de diciembre de 2012

Otra pausa para publicidad: Cartas en el asunto.

La lucidez del señor Terry Pratchett a la hora de escribir sobre cualquier  cosa cotidiana y describir la realidad es su mejor carta de presentación. Su genio para crear personajes carismáticos y con una personalidad brutal es más que notable. La habilidad para hilar historias a partir de premisas tan simples que a veces asustan es casi mágica. El humor ácido con el que lo sazona todo es la guinda del pastel, y todo junto es lo que lo hace de él un escritor único y maravilloso. En "cartas en el asunto", una novela del 2004, describe punto por punto la crisis que sufrimos hoy en día (y muchas de las pasadas, evidentemente, porque está visto que no aprendemos de los errores), los mecanismos de su creación y el tipo de gente que mueve las cosas. Para muestra un botón:
-Va a salirse con la suya -dijo-. Sólo está soltando palabrería. El Tronco es demasiado grande para hundirse. Demasiados inversores. Conseguirá más dinero, mantendrá el sistema funcionando a un pelo del desastre y por fin dejará que se hunda. Luego lo recomprará a través de otra compañía, tal vez, a precio de saldo.
-Yo lo creo capaz de cualquier cosa- dijo la señorita Buencorazón-. Pero usted parece muy seguro.
-Es lo que haría yo- dijo Húmedo-, esto... si fuera esa clase de persona. Es el truco más viejo que hay, conseguir que los pri... que los demás se involucren tanto que no se atrevan a echarse atrás. Es el sueño, ¿entiende? Creen que si siguen a bordo todo se arreglará. No se atreven a pensar que todo es un sueño. Sólo hay que usar palabras grandilocuentes para decirles que tendrán mermelada mañana y les das esperanza. Pero nunca ganarán. Una parte de ellos lo sabe, pero ninguna de las otras partes presta atención. La casa siempre gana.
Creo que en este texto se ven bastante bien reflejadas las trayectorias de algunas compañías, bancos e incluso naciones (e incluso naciones dentro de naciones). Y esto es sólo una pincelada. El maestro con los años ha ido perdiendo el humor desenfadado y ha ido ganando mala leche y ha ido creando novelas más duras y maduras y esta es un claro ejemplo de esa evolución. Muy recomendable a todo el mundo. Ya lo están leyendo todos, leches.

Número musical con 23 bailarinas con mayas

(algunos siglos atrás...)

Mientras las 23 sacerdotisas bailaban según el ritual, incansables dando vueltas a la pira con un ritmo infernal y una coreografía salvaje, tras haber aspirado el gas del delirio, tras haber bebido el líquido de la locura y haber comido las tripas de los 23 sacrificios perpetrados por los 3 sumos sacerdotes, éstos se encontraban en trance escuchando las palabras grandilocuentes de su dios vengador.

-¡Oh! llevamos mucho tiempo esperando poder hablar contigo, gran Buluc Chabtan. Eres el único de nuestros dioses que ha respondido a nuestra llamada.
-SI, VEREIS, ES QUE CHAC ESTABA UN POCO OCUPADO. REPARTIENDO LLUVIAS POR AHÍ Y TODO ESO, YA SABEIS DE QUÉ VA LA COSA. Y EK CHUACH SE HIZO UNA HERNIA AL CARGAR UNA SACA MÁS PESADA DE LA CUENTA, ASÍ QUE ESTÁ DE BAJA.
-¡Oh gran Buluc Chabtan! ¡esperamos que los sacrificios que te hemos brindado hayan saciado tu sed de sangre y traigas gloria y riquezas a nuestro pueblo sagrado!
-BUENO CHICOS, YO EN REALIDAD PASABA POR AQUÍ PORQUE ESTABA ABURRIDO, EN LA TELE VOLVÍAN A REPONER VERANO AZUL Y ESTO PARECÍA MÁS DIVERTIDO, LA VERDAD. AUNQUE ESO DE DESOLLAR GENTE Y ESPARCIR SUS VÍSCERAS POR AHÍ MANCHA MUCHO Y ES POCO PRÁCTICO. BUENO, HE DE RECONOCER QUE OS LO MONTAIS BIEN, LA PIEDRA ES MÁS FÁCIL DE LIMPIAR. YO EN CASA ES QUE TENGO ALFOMBRAS. NO VEAS COMO MANCHA LA SANGRE EN LAS ALFOMBRAS, CASI QUE HAY QUE TIRARLAS Y COMPRAR UNAS NUEVAS.

-¡Por el espíritu del Cac Bolay! ¿¡insinúas que siglos y siglos de tradición y rituales están equivocados!?

-NO OS METAIS CON EL CHICO JAGUAR, QUE TIENE MUY MALAS PULGAS. Y NO, YO SOLO HE DICHO QUE MANCHA MUCHO, QUE A LOS SACERDOTES OS GUSTA MÁS INTERPRETAR LAS COSAS A VUESTRO MODO... A TODAS ESTAS ¿PARA QUÉ TANTO TRABAJO EN MOLESTAR A LOS DIOSES PA QUE OS HAGAN CASO? ¿ACASO NO TENEIS FACEBOOK?

-¡Hablas con parábolas! ¡anotaremos fielmente todos tus dictados para que mañana cuando podamos entender tus palabras podamos seguirlas sin dudar ni retroceder!

-SISI, LO QUE VOSOTROS DIGAIS. HOYGAN ¿SON COSAS MÍAS O EMPIEZAN A HABER INTERFERENCIAS? CREO QUE LAS SACERDOTISAS HAN COMIDO DEMASIADO INTESTINO Y LES ESTÁ SENTANDO QUE TE CAGAS. LITERALMENTE.

-¡oh, no! ¡su danza ritual milenaria se está viendo interrumpida por la temida gran evacuación del demonio interior!

-¿TE REFIERES A QUE NECESITAN IR A ECHAR TRONCOS AL ASERRADERO?

-¡No entendemos tus palabras, oh gran dios!

-QUE SI, QUE SI TIENEN QUE IR A LIBERAR A WILLY...

-¡Un gran velo misterioso nos impide entender tus sabios designios!

-QUE VELO NI QUE LECHES, ES EL PEDO QUE TENEIS PANDA DE... ¡ME REFIERO A QUE SI TIENEN QUE IR A PINTAR ANGELITOS NEGROS! ¡A QUITARSE UN PESO DE ENCIMA! ¡A ELIMINAR LO SUPERFLUO! ¡A SOLTAR LOS MALOS PENSAMIENTOS! ¡A LIBERAR ESPACIO EN EL DISCO DURO! ¡A CHARLAR CON EL SEÑOR ROCA! ¡A ECHAR UN TOPO AL REMOLINO! ¡A DESECHAR UNA HIPÓTESIS! ¡A NEGOCIAR UNA LIBERACIÓN DE REHENES! ¡A ESCULPIR ARTE EFÍMERO! ¡A SACAR UN TREN DEL TÚNEL! ¡A PASAR DE LO ABSTRACTO A LO CONTRETO! ¡A PONERLE SABOR AL CALDO! ¡A PRACTICAR UN EXORCISMO! ¡A...

-¡Se pierde se pierde! ¡tenemos tu sabiduría, pero no la entendemos! ¡dinos algo antes de que se acabe!

-AQUÍ LO ÚNICO QUE SE ACABARÁ SERÁ MI PACIENCIA. Y LAS HOJAS DEL CALENDARIO, CLARO, PORQUE...

-¿Por qué? ¿el qué? ¡se acaba! ¡ya no tiene más paciencia! ¿se acaba el calendario? ¡¡se acaba el mundo!! ¿cuál es el último día del calendario?

-Estooo creo que han arrancado todas las hojas del calendario. Debe de ser una especie de señal divina, sólo así se explica que dios nos hable de él justo ahora. ¡Mira! ¡aún queda una hoja! ¡es del año 2012!

-Uff menos mal. Aún nos queda bastante tiempo, que alivio. Hablar con dioses es lo peor, que susto nos ha dado el jodío.

-¡No digas esas cosas! ¡aunque se haya cortado la conexión aún puede oírnos!

-¡Tonterías!. Ya viste, hasta el 2012 nada, podemos seguir disfrutando tranquilos de nuestros privilegios mientras seguimos asustando al pueblo llano. A todas estas... ¿dónde se han metido las sacerdotisas? justo ahora que empezaba la orgía... ¿y ahora qué quiere ese? ¿quién es y por qué interrumpe la ceremonia?

-Es un aldeano; dice que un blanco barbudo con un traje que brilla y deslumbra con el sol montado en una bestia enorme pregunta por nosotros...


VAYA POR DIOS... ESTOOOO VAYA POR MI, CLARO. ESTO SI QUE ES MEJOR QUE LA TELE. A ESOS LES VA A CAER UNA BUENA, A MI ENTENDER. SI AL MENOS ME HUBIERAN HECHO CASO... Y LAS SACERDOTISAS, CON LA CAGALERA QUE TIENEN... MENOS MAL QUE TENÍAN PAPEL DE SOBRA A MANO EN EL CALENDARIO PARA LIMPIARSE. EN FIN...

domingo, 16 de diciembre de 2012

22 patos y garabatos

El anciano profesor de matemáticas le dedica una mirada llena de afecto. Aún así, Antonio R. Mata no cree una palabra.

-Entonces usted tiene poderes mágicos, el mundo se acaba, yo soy uno de los Doce Sabios que deben impedirlo y... esto es absurdo...

Antonio había visto como sus dos libertadores destruían un juzgado, le guiaban a través de la red de alcantarillado, acababan con un montón de lo que parecían ninjas y le llevaban hasta la casa de un supuesto mago. En la academia no le prepararon para esto...

Raoul, desnudo de cintura para abajo (sus queridas botas y sus pantalones estaban para tirar a la basura tras el periplo por las alcantarillas, y decía que había olvidado los calzones en un motel de mala muerte), tomó la palabra:
-No. Esto no es absurdo. Absurdo sería si lo que estamos viviendo surgiera de la mente calenturienta de dos frikis con demasiado tiempo libre por culpa de la crisis que estén escribiendo una novela a pachas en un puñetero blog, con dos o, en su caso, con cuatro manos, dependiendo de la vida social que lleven. Eso sí sería absurdo, porque tanta jodienda no cabe ni en treinta cerebros por muy frikis que sean. Lo que te estamos contando es real. Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis existen. Tenemos que detenerlos o harán cumplir el pronóstico maya de los huevos. Y tú eres uno de los Doce Sabios elegidos para tal tarea, te guste o no.

-Ya... -Antonio se llevó las manos a la cabeza-. ¿Y por qué doce? ¿Por qué no trece o catorce?

-Doce meses, doce discípulos, doce... y yo qué sé -reconoció Raoul.

-Realmente es porque cuando se fundó la orden, nadie quiso ser el número trece porque daba mala suerte -explicó el anciano profesor de matemáticas con algo de azoramiento-. Y la tradición se mantuvo. Da igual... los Doce Sabios, poco a poco, van surgiendo.

En ese momento entró Rebeca en la sala.
-Acaban de descubrir un...

Rebeca se paró en seco al ver los bajos fondos de Raoul al descubierto. Se dio media vuelta mientras murmuraba:
-No me pagan lo bastante para toda esta m...

Continuará

sábado, 15 de diciembre de 2012

21 cosas que llevarte a una isla desierta (la primera: una lancha)

La mujer corría todo lo que podía. Hasta había dejado los zapatos atrás con la esperanza de que aquel cabrón se clavara los putos tacones y así dejara de perseguirla. Pero no había suerte, el muy hijo de perra estaba jugando con ella, desde que empezó a seguirla con aquella mirada lasciva en su cara la estaba llevando a donde él quería. Había sido un poco tonta al correr hacia las afueras en lugar de hacia el centro, pero no había tenido tiempo para pensar; creía que aquel gigantón bola de grasa se cansaría al correr o al menos que le costaría moverse un poco. Cuando giró y cogió por aquel callejón que parecía una calle bien iluminada y se encontró con la pared al fondo, se dio cuenta de hasta qué punto había sido una estúpida. Él se había dado cuenta enseguida de cuando ella empezó a pisar calles que no conocía y a partir de ahí simplemente se dedicó a guiarla sin que se diera cuenta. Con el terror pintado un su cara, la idea fugaz de que aquel callejón era un viejo conocido del mamonazo que tenía delante le dio una patada en el cerebro; la idea de que aunque le doliera la cabeza de aquella no se libraba también colaboraba pegando fuerte.

Poco a poco ella iba retrocediendo, aún a sabiendas de que no había escape posible, postergando lo más posible el momento fatal, calibrando sus posibilidades de huída, las cosas que podía usar como arma. Está claro que el tipo conocía el callejón, no había nada que pudiera ayudarla a salir de aquel lio, y ella ya había alcanzado el final. Solo el maullido casual de un gato rompía el clima de tensión que se había formado. El hombre se acercaba cada vez más a ella, esperando resistencia. Si, eso le gustaba, la veía apretarse, acurrucarse en el suelo contra la esquina en posición de defensa. Estaba tan concentrado en ella que no vio acercarse a aquel gran gato negro. De repente, aquella bola de pelo con garras saltó con increíble rapidez y agilidad dando un triple mortal y derrumbó sin esfuerzo aparente al tío seboso, dejándolo inconsciente de un solo golpe con la cola. La mujer aún sin creer lo que había visto seguía en la esquina, sin moverse, mientras aquel viejo gato la miraba con curiosidad y caminaba con esa mezcla de elegancia y chulería tan gatuna ante ella. 

-Hola. No te asustes; si, soy yo el que habla. Y no, no estás loca. Este tipo no te molestará más.
-¿Es es es un gato?
-Soy algo más que un gato.
-¿Y qué eres?
-Un gato muy muy viejo.
-Eso salta a la vista, pero no contesta a mi pregunta. A todas estas ¿qué hago hablando con un gato? ¿y cómo es que tu hablas?
-Soy un gato muy muy viejo. Tan viejo que me he vuelto... sabio. En realidad soy tan viejo que llevo siendo sabio mucho mucho tiempo. Tanto que -siendo modestos- soy mucho más sabio que cualquier humano, y el que más de entre los gatos. El hecho de comunicarme con la humanidad se debe simplemente a que he abandonado la disciplina de la gran orden gatuna para aspirar a un entendimiento superior y porque a estas alturas todas las gatas en celo ya huyen de mi. Al fin y al cabo, tantos años de silencio conspirando unos con otros para dominar a los humanos, esclavizarlos con hacer lo que nosotros queramos y vivir a cuerpo de rey... no era suficiente para un ser como yo. Al final los humanos aunque tontos merecen que de vez en cuando alguien les eche una zarpa... sobre todo cuando el mal acecha, como ahora.
-Debo de estar loca, pero bueno, me has salvado, así que te daré algo de crédito. Pero... ¿el mal? ¿a qué te refieres? ¿puedo tutearte? ¿cómo te he de llamar? ¿a qué te dedicas?
-Mi nombre es Ónice, y me dedico a salvarle el culo a la gente. Y de tutearme nada, llámame señor y dame jamoncito del bueno. Y te daré un consejo gratis: vienen tiempos difíciles. No salgas a la calle sola estos días. Las cosas se van a poner muy muy feas. Y nunca olvides esto... me debes... algo, y algún día volveré a cobrármelo.
-Dime que te refieres a jamón del bueno...

Pues 20... bombones de licor

Mínimum, el fiel servidor de Máximo, había seguido a su amo hasta su terrible destino. Peste había corrompido su mente, hasta convertirle en un ser sádico y amoral, y su brillante cerebro no era más que una amalgama de locura y maldad.

Mínimum observó su obra, un regalo para los Cuatro Jinetes. El guerrero definitivo yacía ante él. Carne y tecnología fundidas en uno. Fuerte y ágil como una docena de atletas. Neuronas conectadas a chips y procesadores lógicos. Órganos internos inagotables y células nanotecnológicas que absorbían y canalizaban la energía solar y la radiación. Ojos biónicos y posibilidad de hackear a distancia cualquier equipo o conectarse a cualquier red wifi...

El guerrero definitivo.

Para ahorrar años de aprendizaje, Mínimum había volcado torrentes y torrentes de información al cerebro de la criatura. Pero la locura y la maldad en un cerebro enfermo causan errores. Mínimum no había tenido en cuenta que entre tantos datos, había multitud de información inútil, obsoleta e innecesaria... técnicas de artes marciales se mezclaban con películas de serie B. El conocimiento tecnológico compartía archivo con la música del siglo 20. La lealtad a los Jinetes se mezclaba con la enciclopedia de cocina... Algo que podía causar la saturación, incluso, de un cerebro biónico...

Mínimum activó a su criatura mientras apenas contenía la excitación. Sería útil por fin a los Cuatro Jinetes...

La criatura abrió los ojos y comenzó a erguirse. Mínimum chilló de excitación y rió a carcajadas... hasta que la criatura habló:

-Hola. Me llamo Íñigo Montoya. Tú mataste a mi padre. Prepárate a morir.

Mínimum no supo si sorprenderse más por la frase o porque su criatura acababa de arrancarle el corazón aún palpitante. Mientras caía al suelo, aún pudo escuchar a su criatura decir:

-Sayoonara, baby.

Y ahora, justo ahora, la criatura sale al mundo exterior. Respira el aire frío del invierno y dice en voz alta:

-Johnny, la gente está muy loca.

Continuará

viernes, 14 de diciembre de 2012

Lo que quiera que vaya tras el bizcocho (¿un par de ferreros?) 19

La oscuridad se cierne sobre una sombra oscura, más oscura aún si cabe que las tinieblas que la preceden. El porte regio, un cuerpo esbelto, fuerte y a la vez atlético desafían la verdadera edad de quien lo lleva. Su armadura cubierta de oro negro no brilla, pero transpira una especie de líquido que le da una apariencia extraña, medio orgánica, como si fuera una segunda piel. Recuerda el día que se cubrió por primera vez con ella. Fue tras matar a peste, qué estúpido e iluso era en aquellos tiempos. Un caballero del apocalipsis no puede ser muerto, casi apenas detenido para que no cumpla con su deber a tiempo, y sólo ahora lo sabía. No entendía que ya la peste no era aquel azote que diezmaba poblaciones enteras rivalizando con la guerra y sus crueldades, con el hambre implacable o con la locura psicótica repleta de asesinatos y salvajadas de muerte. No entendía que incluso antes de enfrentarse a la peste, ya esta estaba derrotada, nunca intentó defenderse realmente en aquel último combate y lo había pillado completamente desprevenido. No buscaba otra cosa más que un anfitrión, alguien de quien obtener nuevo poder para transformarse, un nuevo nombre, un nuevo espíritu, un nuevo objetivo. Y ese día nació, alimentado por la falta de escrúpulos, la necesidad de poder y notoriedad, la frustración de ser siempre un segundón a la sombra del único y magnífico jefe de la antigua orden y de seguir reglas estúpidas como la austeridad, el deber y la abstinencia. Ese día peste abandonó su cuerpo y encontró uno nuevo y magnífico para sus planes, y su dueño dejó de ser Máximo y se convirtió en Codicia, y huyó aterrorizado de si mismo hasta que se consumó completamente el cambio. Y desde entonces, había esperado pacientemente hasta este día. El día en que por fin probaría que era de nuevo digno de formar parte de los cuatro.

jueves, 13 de diciembre de 2012

18, que también tiene rima buena...

Antonio R. Mata no comprende muy bien lo que ha pasado. Hace dos horas estaba siendo interrogado por un abogado cuyo nombre en clave debería ser "hijoputismo". Durante su larga carrera de inspector, Antonio R. Mata había puesto en jaque a políticos, funcionarios, agentes y empresarios.

Él esperaba que tomaran represalias antes o después. Estaba preparado. Lo que no imaginaba es que su propia gente fuera tan proclive al soborno. Traicionado, vendido y humillado. Su nombre está siendo arrastrado por el lodo...

Algo que se parece bastante a su situación actual. Corre por los túneles de la red de alcantarillado de la ciudad, entre ratas asustadizas, chapoteos de aguas fecales y un olor inmundo. No sabe a donde va. Sólo corre, siguiendo a sus dos rescatadores... que por liberarle han arrasado un juzgado de guardia.

-No... no puedo más... -jadea.

Sus dos rescatadores se detienen y le conceden un minuto de respiro. Antonio llena sus pulmones del aire nauseabundo.

-No llegaremos a la hora acordada -gruñe la chica.
-Como si me importara llegar a la hora acordada -contesta él-. Mis preciosas botas se están llenando de mierda.
-No entiendo cómo es posible que alguien como tú se haya enfrentado a Guerra y haya sobrevivido.
-Porque tengo un montón de talentos que todavía no conoces, nena...
-¿Quieres que vuelva a volarte los testículos de una patada?
-Maldita cabrona...

-Esto... lamento interrumpir -dice Antonio-. ¿Puedo saber qué narices...?
-No es el momento -responde ella-. Lo sabrás todo cuando te llevemos ante el profesor. Y llegamos tarde.
-¿Sabes por dónde me paso yo la puntualidad? -protesta él.
-No tienes por donde pasártelo. Te los volé de una patada, ¿recuerdas?
-Hija de...

Cada uno de ellos agarra de una mano a Antonio y comienzan a correr.

Antonio comienza a preguntarse si no estaría mejor con el abogado hijo de puta que con este par de psicópatas.

Continuará...

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Diez y siete, que rima con... algo parecido a glóbulo ocular que forma parte de los órganos visuales

-¡Frankikooooo!- llamó a grito pelado Adrián, uno de los pocos chicos que hacían algo de caso a Francisco (lo que tiene no saber jugar a fútbol)- ¿Frankikoooo?

Adrián era el típico amigo tonto, y por lo tanto, por definición bueno. Bueno no porque no pudiera hacer cosas malas, sino porque no tenía la inteligencia suficiente como para pensarlas. Vamos, de esos niños que hacen un montón de barrabasadas porque se lo dijo Fulanito y le pareció divertido, pero que por si solos suelen ser de estos niños tranquilos y sumisos que nunca rompen un plato. Más bien la vajilla entera. Porque se lo dijo Menganito y le pareció divertido.

-Shhhh! (susurro) estoy aquí, Adrián, estoy aquí.
-¿Qué haces ahí escondido?- preguntó Adrián extrañado.
-Pues que no quiero salir- dijo un Francisco cada vez más nervioso.
-Normalmente te basta coger un libro para que todos pasemos de ti ¿por qué ahora además tienes que esconderte?- dijo mientras la mano de Francisco lo arrastraba hasta la oscuridad del fondo del armario del material escolar.

La mirada de Adrián al intentar pensar qué podría ser tan grave como para hacer soltar un libro y esconderse a Francisco era una mezcla de incredulidad, concentración, extrañeza y dolor de muelas terminal, era como la que ponía cada vez que intentaba comprender por qué a alguien no podía gustarle el fútbol o incluso aquella que ponía cuando intentaba sumar sin los dedos de las manos. Aún así en la oscuridad sólo podía escuchar los ecos del exterior y el susurro de sus voces.

-Mira, estoy aquí porque necesito pensar un poco.
-¿Pensar? ¿qué es...
-¡Sssssssh! ¡silencio! ¡creo que viene alguien!
-...mmfluhhhfuuhhh...- dijo la neurona que iba con retraso mientras una fuerte mano tapaba su boca.

...

-Ale, creo que ya pasó. Están pasando cosas muy raras últimamente y creo que necesito ayuda...
-Bueno, díselo a Laurita, que es muy lista y tiene mucho dinero. Ella siempre se las arregla y no estaría mal que por una vez te ayudara en algo.

Tanta brillantez junta proveniente de su amigo deslumbró y descolocó por unos instantes a Francisco, hasta el punto de que por un momento le pareció buena idea... hasta que recordó lo que le había dicho Alba y el motivo por el que se había ocultado, que era precisamente huír de Laura para poder estar tranquilo. Sin embargo, se dio cuenta de que en el fondo estaba haciendo el tonto allí dentro metido, que era mejor irse a casa con cualquier pretexto.

-Venga, vamos a salir, que aquí nos va a descubrir algún maestro y nos va a caer una buena.
-¿Ya no queremos escondernos? no lo entiendo, si era muy divertido... oye, no me dejes solo, que no veo ni torta.
-Anda, cógeme de la mano, si la salida está aquí mismo...

-Ya me parecía a mi que tu eras muy rarito, pero esto lo explica todo... Fran saliendo del armario, y nada menos que con Adrián... quien te ha visto y quien te ve... al menos podías haber buscado a alguien guapo, o al menos listo, pero entiendo que tu no das pa más y vas directamente a lo fácil.- dijo Laura, con una gran sonrisa malévola y un móvil nuevo y reluciente grabando vídeo superHDx4 de ultimísima generación- Lástima por ti, creo que pronto se enterará toda la clase (y el vecindario, y parte del extranjero), que tengo una página de facebook muy muy concurrida. Y miles de flanes de twitter que seguro que fliparán con esto (pese a que la muy zorra de Alba me ha engañado... aunque ya me las cobraré con esa arpía) ¡mwahaahahahah! (ups, esto debía pensarlo, no decirlo... ah, qué más da, estoy en mi momento de gloria, me lo merezco porque yo lo valgo).

Ya Fran había retirado la mano más por las represalias de Laura que por otra cosa y agachando la cabeza rojo de la vergüenza y acordándose de la familia de Adrián por tener que ir a buscarlo para vete a saber qué justo en aquellos momentos; mientras, éste miraba hacia la pared más cercana haciendo tiempo a que sus neuronas recogieran las botellas y limpiaban las vomitonas de la fiesta que aún había en su cabeza y se pusieran a trabajar para intentar entender qué había pasado, cuando Laura soltó en ese tono entre misterioso, dulce y cargado de socarronería que tan bien le salía para embaucar a las personas:

-...a menos queeee...

martes, 11 de diciembre de 2012

16 y no hago el pareado



Alba cogió valor simplemente para decir:
-Fran...

Sus ojos se clavan en los de él. Alba tiene que contenerse para no decir "te quiero" en vez de...
-He soñado contigo.

Merda, merda, merda... la expresión de Fran no es la que debería ser, tengo que explicarlo de otra manera...
-Nonnonoonoo... no es lo que tú piensas. Yo sí soñaba contigo de la manera que tu piensas, pero ahora sueño de otra manera y es que...

Los ojos tan abiertos de Fran... Lo estoy fastidiando bien fastidiada...
-Quiero decir, que aunque yo sueñe contigo distinto ahora, no quiere decir que el motivo por el que soñaba contigo antes de esa otra manera haya desaparecido, no pienses mal, lo que ocurre...

Fran mantiene la boca abierta sin decir nada. A lo mejor esto no es tan buena idea, pero no tiene remedio... tengo que seguir...
-Lo que ocurre es que no hay manera de acercarme a ti para hablar de lo que quiero hablarte, porque siempre está por medio esa estúpida de Laura y no me deja decirte todo lo que quiero decirte...

Fran se ha puesto rojo. Creo que lo está malinterpretando. ¿O no?
-¡Lo que quiero decir es que sé que estás en peligro! ¡No sé como explicarlo, pero lo sé! ¡Y te quiero demasiado como para no avisarte!

Alba deposita un fugaz beso en los labios de Fran y sale corriendo mientras las lágrimas caen por sus mejillas.

Fran queda paralizado en el centro del mundo. Una gota de sudor cae por su sien.
-No entendí si estoy en peligro y me quiere... ¿o si estoy en peligro porque me quiere? ¿Me quiere? Me quiere... ¡Alba!

Continuará

Déjàvulirios: 15 con Blancanieves, que solo hay una

En el hospital, Juanjo estaba en medio del turno de noche, haciendo guardia. Esta noche estaba siendo movidita: mucha gente destrozada y casi sin vida, algunos habían muerto durante el translado y le constaba que otros ni siquiera había sido necesario meterlos en la ambulancia. Y ahí se encontraba él, recibiendo a un mendigo con un ataque de ansiedad, con alguna herida y muy muy asustado.

-Tranquilo, tranquilo, cálmese y dígame cómo se encuentra y si tiene alguna herida más aparte de la de la cabeza- brecha bastante fea, por cierto, pero por ella no se iba a morir-. Ya veo, le ha comido la lengua el gato; eso es bastante grave, podría incluso morir jajaja... vaya, creo que esta no es la mejor forma de romper el hielo. No haga caso a este médico, que se le va la pinza. ¿Puede decirme su nombre? ¿dónde vive? ¿quiere avisar a algún familiar o algo así? 

Por lo general la gente sin hogar reaccionaba mal ante estas últimas frases, pero al menos reacciona, que es lo que quería Juanjo; sin embargo, este mendigo estaba en estado de shock, algo bastante gordo debía de haberle pasado, sobre todo cuando viviendo en la calle en una ciudad como esta y especialmente en una noche tan extraña y sangrienta como esta, seguramente habría visto de todo. Juanjo se tomó su tiempo, le dio abrigo, le curó las heridas y lo dejó en la cama, a donde regresaba intrigado cada vez que su deber de médico atendiendo urgencias y atendiendo pacientes. Poco a poco el mendigo fue saliendo de su estado, y en una de estas ocasiones en las que Juanjo se sentaba a su lado y comprobaba si tenía fiebre por alguna infección, el mendigo le agarró un brazo y comenzó a decir en una mezcla declamada de letanía y delirio:

-He visto cosas que no creerías...

Juanjo sin atreverse a decir más para dar espacio al mendigo para que continuase, sintió de repente que pronto compartiría algo de gran trascendencia con aquel pobre viejo, como una especie de transferencia de energía o un antiguo caudal de conocimientos y sabiduría.

-...supergokiburis atacar criaturas del caos en llamas más allá de Orión...

Una repentina sensación de déjà vu recorrió a Juanjo de arriba a abajo, como si en su mente ya existiera indicios de todo aquello que estaba recitando el anciano mendigo, como si aquellas cosas que susurraba mientras sus ojos miraban hacia algún punto más allá de las paredes de aquel hospital e incluso los edificios y la ciudad entera, lo hubiera vivido en algún momento o lo hubiera visto en alguna película o leído en algún libro.

-...rayos c brillar en la oscuridad a las puertas del país de los Torgues...

Juanjo sabía que ese viejo iba a morir en ese momento, pero extrañamente no por sus heridas, ni por alguna enfermedad. Era una especie de... traspaso, como si ya no necesitara su cuerpo y estuviera compartiendo el suyo con él.

-...todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia...

...es hora de morir, completó mentalmente Juanjo mientras cerraba los ojos del fallecido y por simple costumbre apuntaba la hora del óbito y se inventaba una causa justificable. Había sido como una especie de epopeya cósmica... o quizá aquella seta que comió no era del todo sana. Aún no entendía ciertamente qué le había pasado, pero ahora sentía, sentía cosas que nunca había percibido antes, cosas demoniacas, pero también que había ganado habilidades con las que combatirlas. Y una tremanda sensación de que había que arreglar algunas cosas y patear muchos culos.


(dedicado al insigne creador de "Guerra de pavos" -¡hazte flan aquí!- y "El gran viaje", mi buen amigo y compañero de relato Diego Alcaraz Hernández)

lunes, 10 de diciembre de 2012

Capítulo 14 de los enanitos x 2

El frío día de invierno llega a su fin mientas el anciano profesor de matemáticas deja la taza vacía de café encima de la mesita. A pesar de que la escena parece tranquila, sentado en su sofá, arropado  con una manta con los colores rojo, amarillo y violeta que le había tejido su alumna Vicky, mira la televisión con aire aburrido...

A pesar de la cálida escena, su mente es un torbellino de caos...

Rebeca y Raoul son dos sabios, eso está claro. Incluso él podría ser el tercero. Tiene la percepción de que su alumno Francisco es el cuarto... y quizás algún compañero o compañera de su colegio tenga tanto potencial como él... pero... aún faltan más de la mitad para llegar a los Doce Sabios que, como cada fin del mundo, se enfrenten a los Cuatro Jinetes. Aunque alguno de los miembros más carcas del consejo pudiera apoyar, no lo ve claro... Y falta muy poco tiempo...

Suspira. Levanta los ojos hacia la televisión.

Han detenido por cargos de corrupción a Antonio R. Mata, el inspector de policía que destapó los casos de malversación de fondos, blanqueo de dinero y prevaricación en el ayuntamiento. Algo huele a podrido en su detención.

El anciano profesor de matemáticas sonríe.

-Qué perfecto sabio sería...

Lo único que hay que hacer es sacarlo del calabozo.

Continuará

domingo, 9 de diciembre de 2012

Capítulo 13 de la mala suerte

Algo allí andaba mal. La chica anteriormente conocida como Eileen ya nos sería conocida más como luz sino como tiniebla. Ahora era la muerte. Pero no La Muerte. Como caballero del apocalipsis, exEileen seguía sembrando el pánico asesinando por allá por donde iba de manera insaciable. Escapaba de las patrullas de la policía que querían cercarla moviéndose endiabladamente rápida pero dejando innumerables huellas de su paso. Debido a ese pequeño detalle, estaba claro cual era su destino, se movía en una simple línea recta hacia un pequeño piso situado en el centro, donde un jóven Rodriguez acababa de descubrir hacía pocos días que las tediosas tareas del hogar como limpiar y cocinar podía realizarlas usando sus novísimos poderes mágicos. Realmente no sabía muy bien como, pero tras fallar todos sus intentos de intentar espiar a la vecina del quinto con ellos, les había encontrado un uso bastante más práctico. Lo mejor que le había pasado después de que su padre lo echara de casa por vago.

Sin embargo, en este capítulo vamos a hablar de La Muerte. Si, ese ser antropomórfico, súmamente esquelético y con una sonrisa perpetua en la cara. Ese que tiene problemas para entender y empatizar con los humanos por una ligera falta de glándulas. Lo reconoceremos porque tiene la peculiaridad (como algunos otros seres de ultratumba) de hablar directamente en tu cerebro sin necesidad de articular palabras, y lo que es más importante, completamente en mayúsculas. Y es que es algo que no todo el mundo sabe, pues si bien en el apocalipsis hay cuatro jinetes y uno de ellos es muerte, en realidad es un ente diferente de La Muerte. Pues no es lo mismo alguien que mata que alguien que se encarga de recoger a los muertos. Y eso precisamente es lo que le estaba ocurriendo ahora mismo en cierto piso céntrico, justo en el momento en el que cierto jóven veía como su propio cuerpo yacía muerto a sus pies al lado de una figura encapuchada, vestida de negro y con una guadaña en una mano y un minúsculo reloj de arena en la otra.

-RESULTA CURIOSO, ¿VERDAD?
-¿Eh? ¿uh? ¿estoy muert... ¡ahh!... es... es usted
-¿QUIEN SI NO?
-Bueno, al principio tanto tiempo enseñándonos sobre cielo e infierno y luego tanto tiempo enseñándonos que todo es mentira, creaciones de nuestra propia imaginación que verle a usted por aquí resulta cuanto menos... ehm... ¿puedo tutearle?
-VAS A ACABAR DEL MISMO MODO HAGAS LO QUE HAGAS, ASÍ QUE...
-¿Y ahora qué? es decir... ¿qué viene ahora?
-¿QUÉ CREES TU QUE VIENE?
-Ehmmm... ¿un paraíso lleno de vírgenes doncellas?
-ME TEMO QUE NO VAS A TENER TANTA SUERTE
-Cachis. Bueno, tenía que intentarlo.
-SI ME DIERAN ALGO POR CADA PERSONA QUE HA INTENTADO ALGO SEMEJANTE...
-Bueno, supongo que será lo de caminar hacia la luz y todo eso ¿no?
-SI ESO ES EN LO QUE CREES... AHÍ ESTÁ TU TÚNEL. SIN EMBARGO, CREO QUE SERÍA CONVENIENTE QUE ESPERARAS UN POCO; EN REALIDAD PODÍA HABER DELEGADO ESTE TRABAJO; ESTOY AQUÍ SÓLO POR CURIOSIDAD
-¿Delegar? ¿en quien? ¡eres la muerte! ¿quien podría...?
-¿¡IIIK!?
-¿Eso?
-SI, SE HACE CARGO DE ALGUNAS TAREAS MENORES
-¿Y qué es lo que...?
-ESTO

y entonces se abrió un portal y un grupo de personas, en lo que parecía la penumbra de un cementerio con más de la mitad de tumbas excavadas o abiertas de algún modo, y sumidos en una especie de ritual extraño surgió poco a poco de entre un borrón al otro lado.

-¿Hola? ¡hola! ¡ha funcionado! ¡eh, chico! ¡si, tu, el paliducho incorpóreo!
-¿Mande?
-Sabemos que la has palmao, pero antes de que te vayas... necesitamos información. Date prisa y cuéntanos todo lo que ha ocurrido en el cementerio ¡no hay tiempo que perder!

sábado, 8 de diciembre de 2012

Capítulo (no se me ocurre título) 12 (mal contao)

El anciano profesor de matemáticas observa como Rebeca permanece impasible, como Raoul sonríe irónico y como los otros tres sabios le sermonean claramente indignados.

Ni siquiera presta atención a lo que dicen. Llega a plantearse invocar la suficiente energía mágica para dejarles atontados y hacerles callar por un rato... pero qué importa. Se siente más que viejo... se siente cansado.

Se sienta en una desvencijada silla de la arcana sala, y suspira. Rebeca se acerca a él.
-Esto no nos beneficia en nada.
-No.

Al final, Raoul habla en voz baja, callando por un momento a todos los presentes.
-Yo sólo sé que esta mierda de consejo ha pasado mucho tiempo alejado de aquellos a los que debe proteger... y no voy a perder el tiempo hablando mientras hay gente que está muriendo. Pasad buena noche...

Raoul sale de la sala dando un portazo.

El anciano profesor de matemáticas frunce el ceño y le hace una señal a Rebeca. Rebeca asiente con la cabeza y abandona también la sala.

Encuentra a Raoul en la calle, observando el cielo nocturno.
-Raoul, entre los sabios también hay quien simpatiza con tu postura. Podemos hacerles comprender...
-Nena, me importa poco quien simpatice conmigo y quien no. Si has salido detrás mía, es porque te atraigo. Yo lo sé y tú lo sabes. Así que no es necesario que te hagas la moñas, si quieres que mi cabeza esté entre tus piernas, sólo tienes que pedirlo.

-Como iba diciendo -comenta Rebeca a un sollozante Raoul que se encoge sobre sí mismo tras una soberbia patada marcial en los genitales-, estoy de acuerdo con que el Consejo de Sabios necesita un cambio profundo... tan profundo, que no hay tiempo para llevarlo a cabo antes de que los Jinetes despierten. Por muy chulo que quieras resultar, eres un líder y tienes las ideas claras... Y quiero que seas mi primer fichaje, Raoul. Hemos de abandonar las viejas costumbres. Necesitamos encontrar a los predestinados que formen parte de los nuevos Doce... antes de que lo hagan los Jinetes... o se cumpla la profecía del fin del mundo en unos pocos días. ¿Estás conmigo, Raoul?

Raoul masculla unos sonidos ininteligibles.

-Lo tomaré como un sí -sonrió Rebeca.

Continuará


viernes, 7 de diciembre de 2012

Una chica con mucha personalidad (y un pelo bonito) XII

Eso es lo que siempre me decían todos. Que tengo mucha personalidad y un pelo muy bonito; lo dicen simplemente para no decir que estoy gorda y porque no se les ocurre nada positivo que decir. Mi problema es que por mucho que me esfuerce nunca seré la mala. Si lo fuera ya le habría dado un par de tortas a la estúpida de Laurita. Mírala, ahí, tonteando otra vez con mi Fran... tengo que hacer algo para sacarla como sea... bueno, este truco es infalible, lo que pasa es que tendré poco tiempo; tendré que aprovecharlo bien...

Alba se acerca a la parejita simulando un pequeño trote y como quien no quiere la cosa coloca el codo en una posición estratégica, de modo que forma el ángulo lo más agudo posible y orientado impecablemente a los riñones de Laura y con una extraña sonrisa apenas contenida en la boca. Inocentemente, mira hacia la ventana y suelta un "¡¡¡aahivá, Un Rolls Royce Phantom F Descapotable justo aparcado en la acera de enfrente!!!" justo cuando acelera hacia la ventana, clavando el codo de pleno en su objetivo y sigue hacia delante hasta llegar al fondo de la clase. Luego suelta un más inocente todavía "¡¡¡joooo, está muy alta para verlo bien, bajaré a la calle para poder disfrutarlo mejor antes de que se lo lleven!!!". Cuando escuchó a Laurita soltar un "¡ays! ¡la leche! ¡ahí os quedais pringaos!" seguido de varios reniegos de los compañeros que habían sido pisoteados y empujados a su paso, supo que su plan había sido un rotundo éxito. 

Estaba profundamente orgullosa de haber sido mala por una vez, y sobre todo de los detalles: sabía que la pija ni se fijaría en el codazo y que iría incluso arrastrándose con tal de llegar a la calle antes que nadie. Un coche raro, exquisito, caro, con su chófer Ambrosio, sus bombones (que no son los del anuncio que son una baratija, sino otros mucho más insulsos y exíguos pero envueltos en oro de verdad y no en papel de imitación) y su millonario dentro... eso era irresistible para ella. Lo de los tres signos de admiración para crear una situación alarmante y/o claramente sorprendente y extraordinaria de cualquier trivialidad nunca le fallaban a una chica. Todavía con la sonrisa en la boca, y muy despacio, saboreando su triunfo, se dio la vuelta. En ese mismo instante, se le cayó el alma a los pies cuando vio a Francisco tirado en el suelo padeciendo un repentino dolor en las costillas. Disimulando como pudo se acercó a Fran y lo ayudó a incorporarse y roja como un tomate le preguntó que cómo estaba. Se imaginó a si misma consolándolo y mimándolo y acariciándolo y como él la iba a mirar todo agradecido y reconfortado y por un momento pensó que después de todo el plan no le había salido tan mal... 

-Aparta gorda, déjame a mi Paquito. ¿Qué te ha pasado dulzura? ¿te ha hecho algo esa guarra?
-Yoo....
-¡No estoy hablando contigo bicho!
-Nonono, no te preocupes, no ha sido nada, simplemente se ha tropezado mientras pasaba y...
-Sisi, eso, me he tropezado yo no quer...
-¡Esto no va contigo, bestia! ¡mira como lo has dejado al pobre!
-Pero si no es nada...
-¡Tu te callas! si no sabré lo que te pasa y cuidarte yo...

Plan 1: fracaso... tenía que intentar otra cosa para hacerla volver a salir. Al fin y al cabo es lo que quieren los flanes que tiene, que salga mucho la tiparraca esa... ¡eso es!

-¡Ahivá! ¡Lauri, tienes el twitter petao! ¡se te han unido 50 followers de golpe!
-¿Quéeeee? ¡voooooy! ¿dónde está mi móvil? ¡arggghhhh! seguro que me lo he dejado en casa... tendré que llamar a mi mayormono para que me lo traiga... ¡arggghhh! ¡no tengo móvil para llamar a mi mayormono! ¿alguien me presta el móvil?

Conocido es por todos que cuando alguien que tiene una tarifa 20 veces más cara que la tuya, que se pega el día pegado al móvil y que por descuido se lo ha dejado en casa, va a coger el tuyo y va a dilapidar todo tu saldo o dejar tu cuenta en números rojos. No es sorpresa por lo tanto que el eco de ¿alguien me presta el móvil? resonara durante varios segundos en la clase sobre un repentino silencio creado por un amago de terror colectivo seguido de un sueco masivo hecho por toda la clase. Hasta se podía escuchar un leve silbidito de alguien que intenta parecer despistado si uno aguzaba el oído.

Maldición, nadie va a prestarme su móvil salvo mi falderito, pero el muy tonto de Fran nunca tiene dinero en su cutretarjeta, y estos chupópteros agarrados no me van a soltar ni las calderillas... ¡se creen con derecho a tener dinero! ¡ellos! ¡que no lo usan!; si mi padre tiene razón, trabajando es donde deberían estar todos, pagando impuestos para mantenernos... si es que los pobres son taaaaaaan pobres... en fin, que se le va a hacer, no van a dejarme ni para una mísera llamada en la cabina de la esquina... pero no, tampoco me rebajaré a eso ¿yo en una cabina? ¿qué se han creído? Bajaré a ver al director para que me preste el suyo o me lleve a casa.

Plan B: éxito. Ahora sólo quedaba deshacerse del móvil de la tiparraca en cualquier contenedor de basura por el camino y listos. Alguien que estaba deseando una minúscula rayita en la pantalla o un tono desafinado para cambiar de móvil nunca lo echaría de menos. Además, mi número no está en su agenda, así que...

Aún relamiéndose ante su nueva victoria, Alba bajó de las nubes y se dispuso a volver a acercarse y hablar con Francisco. Habían cosas que tenía que contarle, cosas que le estaban sucediendo que no le habían ocurrido nunca, estaba teniendo sensaciones y sintiendo emociones nuevas y excitantes para una mente como la suya, y todo giraba en torno a él. Y no, no estaba enamorandose porque hacía ya mucho tiempo que lo estaba. Esto era diferente, y lo peor de todo... parecía grave.

Y ahora una pausa para publicidad...

Para quien quiera participar y ganar unos regalines bien majos de su tienda, sólo tiene que pasarse por el blog de Vicky y apuntarse. Están todos obligados, así que más les vale que yo el día uno les vea apuntados en la lista, que si no hablo con los reyes magos y de regalos nada. Sisi, ya sé, que tu eres de los que siguen al barrigón y te da igual. Pues que sepas que este año no viene, so listo/a ¿y ahora que dices? ¿eh?¿eh?...

Bueno, igual me he pasado un poco. Pero que sepas que te estoy vigilando ¬¬...

Gracias picarón, tú tampoco estás mal 11

De entre los cinco sabios reunidos, Rebeca es quién más alejada está del grupo. Es la única mujer. Los Sabios siempre han sido tradicionalistas al máximo, hasta el punto de que la Orden corría el riesgo de volverse obsoleta. Las mujeres no tenían las mismas oportunidades que los hombres para llegar al Consejo. Ese error lo podía pagar ahora el mundo entero.

Rebeca suspira. Su fuerte cuerpo parece una amalgama. Sus ojos, ligeramente rasgados, de color mar, miran con un ligero desdén a los otros cinco. Su piel, oscura, es fría al tacto debido a las perlas de sudor que la recubren. Su cabellera rizada, de tonos rojizos, despeinada y enmarañada, cae a su espalda en desorden. El noble kimono que lleva está manchado en sus bordes.

Su padre, durante unos años patriarca del anterior Consejo, hizo que la entrenaran en todos los ámbitos, mental, físico y espiritual desde que cumplió los tres años, hasta hacerle alcanzar la perfección. Las dos excepciones en su vida que no consistían en luchar o en entrenar se llamaban José y Marta. A ambos los mataron las Sombras.

Rebeca se crispa. Odia estas largas sesiones que no llevan a nada. Debía estar recorriendo las calles, naginata en mano, acabando con todos los cabrones lo bastante insensatos como para hacerla frente.

En ese momento, la puerta se abre y Raoul entra. Los otros cuatro le miran fríamente. El descendiente de Máximo que, sin embargo, decidió seguir la senda opuesta. El muchacho que se enfrentó en solitario a Guerra y perdió con deshonor. El Jinete marcó con su garra el costado de Raoul, advirtiéndole que estaba destinado a morir la próxima vez que se encuentren. El rebelde que no acata las órdenes, las vestiduras formales ni las tradiciones del Consejo. Por no mencionar que el voto de castidad no existe para él.

Tras tantas horas de palabras cultas y miradas preocupadas, Raoul torció los labios. Sus únicas palabras fueron:

-Al menos podíais haber pedido unas pizzas, ¿no?

Continuará

 

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

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