sábado, 31 de mayo de 2008

La mujer de rojo, el subconsciente y las vueltas que da la vida.

Pues se ha hecho de rogar ¿eh? pero por fin está aquí. Tras una semana de lo más ajetreada, los relatos del detective que investiga el incendio de la mujer de rojo ya están de vuelta. Y si eres nuevo no te quieres perder ni un poquito de la serie, aquí tienes los capítulos anteriores: investigando el incendio de la casa de la mujer de rojo, carta desde la carcel de un detective desesperado, ¡A por la fotógrafa misteriosa!, Amigos, enemigos, confidentes, aliados..., Y el loro puso las cosas en su sitio, Dilema sobre el secuestrador enmascarado, La venganza de la becaria y Detectivator II: el juicio final (primer round) y Sueños calientes, sábanas ardientes.


Llegó el momento. Dos guardias custidiaban la salida nuestra salida de las celdas. Las tenues luces del techo iluminaban mi rostro lleno de arrugas causadas por la tensión, la rabia y la desesperación, mientras las mismas sombras que retorcían las líneas de mi cara delineaban las máscaras imperturbables que eran los rostros de los funcionarios de policía que dirigían mis pasos, que resonaban por los pasillos y levantaban miradas suspicaces en las celdas que íbamos dejando atrás. Estaba esposado, y volvía a lucir un brazalete localizador en uno mis brazos. Salimos de las dependencias donde se encontraban las cárceles de los juzgados. Siempre le había dicho a mi amigo que el hecho de que no estuvieran físicamente en el mismo edificio que éstos había sido un gran error, pero por cuestiones de burocracia o de desidia por parte de Zarkas aún no había sido subsanado. Nunca pensé que yo mismo sería el que probaría en mis carnes esas mismas teorías sobre las oportunidades de escapar que otorgaba una salida a la calle, aunque solo fuera para cruzar hasta el otro extremo, de un recluso a ser juzgado.

Empezamos a cruzar la calle cuando un coche se acercó a toda velocidad, echándose rápidamente encima de nosotros. Si mi vista no me engañaba, se trataba del mismo conductor enmascarado de la otra vez... ¡era la mujer de rojo!. Enseguida adiviné sus intenciones, y al contrario que mis guardias, no me moví del sitio. Si lo hubiera hecho, no le habría dado margen de maniobra y corría el riesgo de atropellarme a mi, en lugar de simplemente espantar a los hombres que me llevaban. Así que me quedé quieto en medio de la calle mientras los otros dos saltaban cada uno hacia un lado. Y ahora es cuando el coche daba un pequeño volantazo para esquivarme y clavaba los frenos con la dirección recta (no es cuestión de provocar un trompo).

Mi sonrisa se truncó cuando el coche simplemente frenó, y no a tiempo precisamente, llevándome por delante. Por los dolores que tenía, afortunadamente solo serían un par de costillas rotas y alguna magulladura. Me levanté como pude para ver como la mujer de rojo disparaba unos dardos tranquilizantes a los guardias y me hacía señas para que montara en el coche. Lo rodeé para entrar por la puerta cuando ésta se abrió de repente, golpeándome en la cara. La mujer de rojo bajó del coche alarmada y me ayudó a subir. Salió corriendo y subió por su lado mientras un grupo de policías salían y hacían un esfuerzo vano por parar el vehículo, que salió a la velocidad del rayo, y tomó el primer desvío chirriando ruedas. Por supuesto, al no ir ninguno de los dos sujetos con los respectivos cinturones de seguridad, acabé escachando a la pobre mujer de rojo contra la puerta de su lado, momentos en los que el vehículo dio unos cuantos bandazos y estuvo a punto de provocar varios accidentes y de atropellar a una ancianita. Tras recuperarme del shock de todo lo que había acontecido hasta entonces, volví la cara hacia ella para mirarla y agradecerle que de nuevo me hubiera rescatado, momento en el que aprovechó para rociarme con el spray para dormir con la mala puntería de que me lo echó en los ojos. Lancé un grito de dolor que tuvo la virtud de ponerla aún más nerviosa y que soltara el volante mientras me preguntaba si estaba bien, y mientras yo aún me restregaba los ojos, me rociaba otra vez, pero esta vez si en el lugar adecuado. El comienzo del sopor y la fuga de mi consciencia me dieron apenas tiempo de ver como el coche de la mujer de rojo se estampaba contra una farola.


-¿Quién eres?
-¿Aún no me conoces? ¡soy tu subconsciente!
-Perdona, no te reconocía con tu pelo rizado recogido, pero ahora que te miro, estás aún más guapa así. ¿Qué tal va todo por ahí?
-...
-¡Eh" ¿te he dicho alguna vez lo maja que eres? creo que tenías razón al decir que tu eras todo aquello que me gustaba de las mujeres en una sola persona, pero a la vez eres diferente y especial. Resultas atractiva sin tener un tipo espectacular.
-...
-Sin embargo, eres muy fría e impersonal, a veces conmigo no quieres saber nada ¿por qué?
-...
-¿No quieres hablar conmigo? ¿es algo que te he dicho o que te he hecho? ¿cómo puede ser si tu eres mi subconsciente?
-...
-¿Acaso no vas a decir nada?
-...
-¿por qué? ¿por qué yo? ¿por qué a mi? ¿en que me he fallado a mi mismo? ¿acaso he sido demasiado egoísta? ¿acaso lo he sido demasiado poco? ¿debería haber pensado más en mi en lugar de alejarme de los demás para evitar hacerles daño? ¿acaso la distancia que puse entre yo y la persona que más quería fue lo que hizo que ella se marchara?. Yo simplemente quería que ella fuera feliz, la dejaba seguir su camino... ¿acaso ella quería condenarse conmigo? ¿ella era capaz de eso? si, debió de ser eso. En otras circunstancias ella hubiera aguantado junto a mi hasta el final, pero yo terminé destrozando todo aquello que nos unía.
-Por fin llegaste a una conclusión...
-Vaya, pensaba que me habías abandonado.
-Escucha, puede que sea cierto lo que dices, o puede que no. Seguramente todo lo que has dicho ha influido en las cosas que sucedieron, pero nunca sabrás hasta que punto todo eso es verdad. Ahora no puedes hacer más por eso. Debes superarlo y seguir adelante.
-Lo sé, pero ante mi se ha abierto un camino que no sé como recorrer. Hay tres mujeres que me traen de cabeza.
-Muchas lo hicieron en el pasado, y siempre fuiste fiel a tu mujer.
-Corrieron muchos rumores ¿por qué piensas que me mantuve fiel?.
-Soy tu subconsciente, sé qué es lo que deseabas, pero también que es lo que hiciste, por eso entiendo tus traumas y le doy forma a tus fantasías. Sin embargo ahora eres libre... ¿por qué tienes miedo de intentarlo otra vez?
-La mujer misteriosa... es la gemela de mi mujer. Me atrae locamente, pese a que hasta ahora solo me ha traído disgustos. A veces creo que en realidad solo me gusta porque es el fiel recuerdo de mi esposa, pero otras veces creo que en realidad es porque pese a que físicamente es idéntica, sus carácteres son opuestos y complementarios. Quizá si mi mujer hubiese tenido otra actitud hacia mi todo hubiera sido diferente.
-Esa es la primera ¿que hay de las otras dos?
-La becaria es una chica estupenda. Quizá es demasiado jóven para mi, y eso es lo que me da miedo; sin embargo, tiene carácter, es madura, es una luchadora. Es guapa, atractiva, inteligente... no me importaría intentarlo con ella, pero no sé, estoy demasiado confuso.
-Y ahora la última, pero no por ello la menos deseada... ¿o me equivoco?
-No, aciertas como siempre. Pese a que quizá es la que más he tratado en persona de las tres, es la que más desconozco. Ha sido la persona más buena que he encontrado nunca, le debo más que a nadie en este mundo. Si ahora estoy en este lío es porque estoy en deuda con ella y no me importa perder mi libertad y mi vida para aclararlo. Es inteligente, amable, paciente, constante, tiene un gran corazón... sin hacer nada fuera de lo normal y sin vestir de manera especial ni arreglarse ni maquillarse consigue ser más guapa y atractiva que la gran mayoría de mujeres que haya conocido. Y tiene un sexapil que la hace especial. ¿La quiero sólo porque ha sido mi hada madrina?
-¿Piensas eso?
-No sé que pensar.
-Tranquilo, al final todo se aclarará
-Sabes, te miro a tus ojos canelos y me siento más perdido que cuando las veo a ellas. Tu cara es dulce y suave, tus labios, esa sonrisa a ratos pícara y a ratos divertida, esa expresión suave de osito de peluche que a veces se vuelve dura como el mármol...
-¿Y qué te sorprende de todo eso?
-Si eres mi subconsciente, y lo que realmente me gusta de las mujeres, ¿no deberías tener un cuerpazo, un buen busto y unas caderas de esas de las que echan fuego? ¿Acaso eso no es lo que busco en una mujer?
-¡Bingo, has dado en el clavo!. A nivel animal si, por supuesto. Tanto un busto grande como unas caderas anchas son símbolos de abundancia, salud y fuerza. Inconscientemente buscas unas tetas que garanticen una descendencia sin penalidades, y un buen culo suele indicar unas caderas por donde no tendrán problemas en salir las semilla de la nueva vida.
-Tu cuerpo es más bien pequeño y no estás físicamente desarrollada ¿eso significa que soy un degenerado y me gustan las niñas o que en realidad no me importa el cuerpo de una mujer?
-Te importa, pero no es lo que decantaría una elección si estuvieras buscando una mujer. Serías capaz de vivir para siempre con una tabla de planchar o alquien que no se ha desarrollado plenamente por culpa de una enfermedad o una persona obesa,si realmente te sintieras bien con ella, y esa mujer correspondiera a tus sentimientos. Tu no tienes miedo de encontrar a alguien así, lo que realmente te da miedo es perder a esa persona una vez la has encontrado. Has perdido muchas cosas valiosas en tu vida y has dejado que te marquen para siempre.
-Yo... yo... oye... quiero conocer de verdad a la mujer de rojo. Solo sé que ha cuidado de mi, y hemos hablado y todo eso, pero ahora que lo pienso en realidad nunca he intentado conocerla. Siempre que he estado con ella me he rodeado con un escudo de problemas y de compadecimientos. Siempre la he encontrado atractiva pero nunca me he fijado en su físico; no he vivido por ella ni para ella, pero ahora no podría vivir sin verla libre. Ahora por fin comprendo que la quiero, que siempre la quise, que bebía para olvidar mis problemas, pero que huía de casa solo para que ella me rescatara de mi mismo. Tenía razón mi mujer al pensar que lo nuestro ya no tenía sentido, que ya no podíamos seguir juntos, que ella sufría por mi y yo no hacía nada por remediarlo, le pagaba con la peor de las monedas su dedicación y amor hacia mi. Lo mejor que hizo fue irse, su error fue largarse en el momento equivocado. Ahh... la mujer de rojo. Ahora me doy cuenta de que apenas sé nada de ella. Y me ha salvado la vida en dos ocasiones ya, aparte de todas las noches que me libró de dormir al raso.
-Ahí te equivocas...
-¿¡Cómo!?
-Pues que parece que te lo tengo que dar yo siempre todo mascadito... ¿no notaste nada raro en este último rescate?
-Ahora que lo dices... no olía a lavanda.
-Ni tenía la misma pericia conduciendo, ni la ropa prestada le sentaba igual, no sabía manejar el spray... ¿hacen falta más datos?
-¿y si no era la mujer de rojo... ¿quién era?
-Tú ya lo sabes.
-¡la becaria!
-¿Esto cambia las cosas?
-yo... yo... ¡la becaria!... sigo hecho un mar de dudas. Pensaba que al final me decidiría por la mujer de rojo pero...
-Nada de peros, como te dije solo tienes que darle tiempo al tiempo, y todo se terminará resolviendo solo. Ahora escucha con atención pues estás a punto de despertar: estás en una mala situación, el loro se ha puesto nervioso, has perdido a un muy valioso contacto en el exterior y apenas te queda tiempo para hacer los últimos movimientos para poder resolver el caso. Tienes que escapar. Tienes aliados donde no lo esperas, no desaproveches tus oportunidades. Ahora solo tienes que pensar en dos cosas: tienes dos días, hoy y mañana, pues el siguiente volverás a juicio; en cuanto te repongas recibirás un par de llamadas de teléfono y debes utilizar la noche libre que has ganado para pensar en por qué querrían tenderte una trampa por lo del incendio. Debes recordar todo lo que has olvidado por culpa del alcohol... ¡debes recordar! ¡debes recordar! ¡recordar! ¡recordar! ¡recordar!


Y hasta aquí todo por ahora :D. Espero que les haya gustado.

jueves, 29 de mayo de 2008

Equilibrios imposibles

Esto es lo que encontramos en esa maravillosa página llamada Dark Roasted Blend y no hemos podido dejar de sorprendernos:










miércoles, 28 de mayo de 2008

Les Chevaliers du Ciel

Esta mañana, estuve leyendo el blog de Mamen (como no :P). Pese a no tener mucho tiempo, luego vi esto en Fogonazos, y me hizo reflexionar acerca de unos de mis sueños recurrentes hace años; como casi todo el mundo, yo soñaba que podía volar y me escapaba (la parte de que no sabía controlarme y terminaba irremediablemente estallado contra el suelo, contra un cable eléctrico o asustado porque cada vez iba subiendo más y más, mucho más de la cuenta y no sabía como bajar, ahora mismo debería ser irrelevante). Como no podemos ser águilas y volar libremente, al menos si me gustaría poder tener en mis manos uno de estos:


Dejando de lado la vertiente militar, siempre me han gustado los aviones y uno de mis sueños sería hacerme piloto. Pero el hecho de no poder hacer lo que quieras y cuando quieras le quita bastante a ese sueño. Supongo que es lo que tiene poder volar siendo humano. Es una pena que poder volar siendo ave esté fuera de nuestro alcance...

domingo, 25 de mayo de 2008

Troglo Jones, el lemming (de la semana) arqueólogo más famoso del mundo

Si, aquí le vemos tras meter el camello en el guardaropa, con su pose de película, látigo en ristre y determinación sin tacha; los conocimientos de historia antigua del famoso profesor Henry Jones una mierda al lado de los que posee este hombre, así como sus asombrosas dotes de consultor. Como esta semana ha sido una semana especial por la vuelta de nuestro querido Indiana y por homenajear a nuestro querido amigo Troglo, he aquí al lemming de la semana:





Pues eso :P. ¡Hasta otraaa!

PD: (¡Becaria, la próxima es para ti!).

sábado, 24 de mayo de 2008

El primo-hermano de Mola Ram es un loro

Pues preparándole el sitio al lemming de la semana (becaria, la próxima, te lo prometo :(, es que esta semana no podía ser de otra forma), aquí les presentamos al primo-hermano de Mola-Ram, el más fiero hechicero de la abogacía, P-BocazasRam:



:D

viernes, 23 de mayo de 2008

amor, amistad y evasión de la realidad (videos musicales)

Groove armada - My friend





Roger Sanchez - Another chance





Modjo - Lady (hear me tonight)





Aerosmith - Crazy





Espero como siempre que les haya gustado.

jueves, 22 de mayo de 2008

Mis Celaneas (las mías propias)

Fotos variadas o miscelaeas, como prefieran.











Pues eso :P.

martes, 20 de mayo de 2008

Sueños calientes, sábanas ardientes.

Joer, todo esto seguro que tiene que ver algo con los culos. La culpa la tiene el Drenas. Pero antes de disfrutar con el último capítulo les enlazo los anteriores, por si quieren volver a leer alguno o simplemente si aún no los han leído: investigando el incendio de la casa de la mujer de rojo, carta desde la carcel de un detective desesperado, ¡A por la fotógrafa misteriosa!, Amigos, enemigos, confidentes, aliados..., Y el loro puso las cosas en su sitio, Dilema sobre el secuestrador enmascarado, La venganza de la becaria y Detectivator II: el juicio final (primer round).


El detective se movió inquieto debajo de la sábana. En la cárcel no se estaba tan mal, sobre todo sabiendo que a esas horas podía haber muerto más de una vez. Había corrido grandes riesgos al comunicarse con aquel viejo amigo suyo de la policía. Esperaba que nadie más se acordara de las viejas señas que usaban en la patrulla hacía ya tanto tiempo. Por lo que recordaba, los que no estaban muertos habían salido de la cuidad, y además de aquella persona, no había reconocido a nadie más entre la gente que había en la sala. Por él se enteró (o más bien pudo deducir, que las señas tampoco eran mágicas y el código era bastante limitado) de que todo se había hecho desde las altas esferas, que había llegado de manera bastante irregular y apresurada la orden de detención, y que el juez que se había enterado más tarde de todo, montó en cólera porque no aquella orden no la había mandado él. Sin embargo, ante la gravedad de los cargos imputados y la violación de la libertad provisional tuvo que hacerse cargo del asunto. Al fin y al cabo, si no lo hacía él, lo haría alguien con peores intenciones. También supo que no había demasiado que aquel amigo pudiera hacer por él, lo único que podía hacer era servirle de enlace. Se levantó de la cama, se le había ocurrido una idea que quizá pudiera funcionar. Chantajear al hombre más poderoso de la región no parecía la mejor forma de salir de aquel embrollo, pero quizá pudiera ganar algo de tiempo. Si al menos supiera qué había pasado con la becaria, o qué quería realmente la mujer de rojo de él... empezó a escribir. Cuando tenía la carta casi acabada se lo pensó mejor y la arrugó y la arrojó a una esquina. Se lo volvió a pensar, cogió la carta, la desplegó y empezó a copiar unos párrafos y a cambiar otros. Releyó la carta un par de veces, la dobló cuidadosamente y la metió en un sobre. Por la mañana a primera hora pasaría su amigo, que había acabado sus días en el cuerpo como funcionario en la cárcel. Esperaba poder confiar en él. Se echó a dormir.


Soñó con la becaria, de sus últimos momentos con ella, antes de huir precipitadamente. Nunca esperó encontrar una aliada así en aquel mundo de locos. El sueño empezó con la visión de su fabuloso escote, seguido por un beso dulce y prolongado en la boca, el roce con su piel de fuego, jóven y dispuesta. El contacto de sus cuerpos, la calidez de sus caricias... pronto el sueño empezó a cambiar, de pronto todo se convirtió en lucha, frenesí; fue algo tenso, confuso y oscuro, lo que precipitó el despertar del detective... ¿la becaria estaba en peligro? la había dejado sola y abandonada en un páramo alejado de toda civilización, sin comida y sin agua. intentando protegerla quizá la acercó al día de su muerte. Pero qué coño, si hubiese estado en la ciudad la hubieran matado antes, solo por haber hablado con el tras entrar en la tienda del loro. Intentó no pensar en nada, concentrarse en dormir; necesitaba estar lo más lúcido posible. Poco a poco según se iba sosegando, orfeo lo volvió a tomar bajo el influjo de su arpa. Lo último que pensó es que tampoco estaba hecho un pedazo de perro como para terminar durmiéndose de esa manera.

Esta vez soñó con la fotógrafa misteriosa. Por azares del destino, en su sueño comprendió de alguna manera que era agente de troglo, que a su vez bajo los mandatos de P.B. había recabado información suficiente sobre él como para poder manejarlo a su antojo o deshacerse de él de manera "legal". Sin embargo, aún sabiendo que trabajaba para ellos seguía sintiendo por ella aquella atracción fatal que solo una chica mala podría ejercer, que a su vez se mezclaba con esa cierta sensación de que ella era su mujer. En medio del sueño recordó aquellas noches de sexo y pasión con su mujer, pero en lugar de ella estaba esa enigmática mujer y cuando terminaba y se levantaba, al entrar a la cocina o al baño o a cualquier otro lado, a quien veía era a su mujer llorando como cuando se peleaban y terminaba sus noches bebiendo hasta el amanecer fuera de casa. El sueño terminó cuando recordó la última vez que vió a su mujer, a la que ni siquiera fue a despedir a la estación. Volvió a levantarse empapado de sudor y con el corazón latiendo con fuerza. Tras un buen rato en vela, intentó volver a dormir.

El rojo lo envolvía todo. Estaba durmiendo bajo unas sábanas rojas. Sentía la calidad de su piel contra la mía, la envolvía. la mujer de rojo me protegía, me daba calor y sosiego. Me daba seguridad, amor y cariño. No había sexo, solo caricias, pero aún sabiendo que era un sueño, sabía que a partir de ese momento no podría olvidar su pelo moreno ondulante, su sonrisa radiante y vital, sus largos dedos de uñas rojas y manos hermosas, sus dulces y ansiados senos suaves... ¿sería capaz de poder olvidar todo eso?. Era lo que le llenaba de vida, sin eso no era nada. Sin previo aviso, la mujer de rojo se convirtió en aquella fotógrafa que se ocultaba detrás de unas gafas oscuras. ¿Escondía ella algo también? ¿qué escondía? ¿por qué no mostraba su rostro libre de objetos? Si no eran unas gafas, era una cámara de fotos, si no ella se mostraba siempre distante. Y de repente se preguntó el por qué. ¿Acaso serían la misma mujer en una doble personalidad? ¿La mujer de rojo ejecutiva, inteligente, lúcida y de ropa ceñida de día, y la mujer de gafas oscuras, cámara de fotos, siempre vestida de negro elegante pero muy esquiva, acaso eran la misma mujer?. Su cabeza ya no pudo dejar de pensar y dar vueltas hasta que de repente lo despertó un ruido que venía desde fuera.


Ya era por la mañana y tenía que ducharse y vestirse y prepararse para ir al juicio dentro de algunas horas. Lo primero que hizo fue levantarse y darle la carta a su amigo que le esperaba por fuera, de la manera menos sospechosa posible. Luego empezó a recordar la noche que había pasado. No podía olvidar esos pechos suaves y turgentes. Su inconsciente le estaba traicionando. Recuerdaba sus braguitas de seda rojas, sus medias de rejilla caras, su espalda recta y muy formada, su forma de andar altiva pero excesivamente sensual... esa mujer le tenia completamente atrapado, y le hubiera gustado seducirla para él sólo. Se la imaginaba húmeda pensando en él. Y sabía perfectamente que eso no era verdad. Bebía en sus momentos de máxima soledad porque sabía que nunca nunca la tendría. Ella no le pertenecía ni jamás te pertenecería. Lo sabía muy bien. Y llegó a la conclusión de que por eso soñaba dulcemente con ella, por eso sabía que sus senos eran de piel de melocotón. Sin haber estado nunca con ella, podía recordar cada centímetro de su piel, aún sentía el calor de su cuerpo arrimado al suyo. La ducha fría lo relajó lo suficiente como para empezar a pensar con claridad. Quizá es porque necesitaba sacar la tensión que llevaba dentro, porque pensaba que le quedaba poco tiempo de vida, porque quizá le duraban los efectos de la droga. Intentó olvidarlo todo y centrarse en las pocas posibilidades que tenía de escapar...


Bueno bueno, qué calentito está el asunto ¿verdad?. En fin, espero que lo hayan disfrutado. Lo de siempre, pueden dejar comentarios con todo lo que se les ocurra.

¿De ciencias o de letras?

Si entiendes este chiste...



...de ciencias fijo.

lunes, 19 de mayo de 2008

¿Como anunciar cosas sin mostrarlas?

Amigo, la imaginación es poderosa...




...y los publicistas tienen mucho talento.

Sobre cosas vistas en Ateneu popular.

sábado, 17 de mayo de 2008

¡Reparamos una inusticia!

Vean la cara de este perro:



Por ahí se le ha acusado de tener malas pulgas, entre otras cosas que no vamos a mencionar por respeto a nuestros lectores. Todo ha sido una injusticia, ese perro no merece tal trato; él es así, y siendo así es todo un ejemplo de cariño. Esa es su cara de alegría. Si ustedes pudieran verle menear la cola y ladrar alegre pidiendo unas caricias que luego devolvería con fidelidad y amor...

Y para demostrarlo, que es el animal más bonito y cariñoso de la tierra (y no como la gata perezosa de Mamen), y que su sola estampa debería producir un "ooohhhh que mono" entre la concurrencia, voy a mostrarles otra foto que confirmará mis palabras y hará que la audiencia de este blog cambie de parecer:



Y no, no es lo que están pensando, no está intentando devorar lo que queda de pluto. ¡Que el perro es adorable coñeee!

viernes, 16 de mayo de 2008

Lo que no me gusta

Bueeeno, vamos a seguir el medio meme que me envía nuestra buena amiga ..., conocida por estos lares como la becaria. Si no recuerdo mal, iba sobre seis cosas que no me gustaban, así que allá van:
  • Que mi mala memoria me deje en entredicho.
  • No poder dormir.
  • Estar a malas con la gente que aprecio.
  • Las dudas.
  • La paciencia cuando resulta ser en valde.
  • Que me engañen, traicionen o hagan daño intencionadamente.
  • Que Drenas me eche el mochuelo de sus bárbaras y poco éticas acciones
Bueno, ya cumplimos con el expediente. Estoy por intentar aceptar el premio de Mamen para que no se me cabree más y me diga cosas como: "ajá, ¡al neutrino y a la becaria si, y a mi que me zurzan! y luego dices cosas bonitas para callarme." o como "pues ahora retiro el voto que le di a tu culo" y cosas peores...

¿Pero cómo, que aún no han votado al culo de MrBlogger? pásense por la página donde media blogosfera enseña su culo y vótenlo! (si averiguan cual es... :P)

jueves, 15 de mayo de 2008

Curiosos vídeos musicales (y XI)

Sophie Ellis Bextor - Mixed up world






Queen - Princes of the universe (impagables las escenas donde Mercury y Lambert cruzan sus "espadas")





Phil Collins - I wish it would rain down (con el gran Eric "Mano lenta" Clapton a la guitarra y Chester Thopmson en la batería)





El último de la fila - Insurrección




Air - Sexy boy




Ver anteriores: I, II, III, IV, V, VI, VII, VIII, IX, X.

miércoles, 14 de mayo de 2008

Lo que me me gusta y lo que no me me importa

Pues eso, que desde Planeta neutro (en la persona del señor neutrino) me ha llegado este meme. Consiste (además de enlazar a quien te lo envía) en nombrar seis cosas que no te importan y seis que te gustan, y luego elegir seis sufridores para que si lo desean lo continuen (en fin, intentaré adelantarme a Drenas, pues tenemos más o menos la misma clientela :D).

Cosas que no me me importan:
  • Hacer el ridículo de manera moderada y responsable (y siempre en petite comite -o como se escriba- y sin mala uva).
  • Ayudar a mis amigos en cosas en las que no se pueden valer por ellos mismos o se sienten incapaces de hacerlas, aunque si me molesta mucho que quieran que les haga su trabajo.
  • Pedir excusas si he ofendido a alguien sin querer o sin motivo.
  • Gastar bromas que no impliquen daño físico, psicológico o emocional.
  • Compartir mis cosas a sabiendas que serán bien tratadas y devueltas.
Cosas que me me gustan:
  • La amistad.
  • Vacilar con mis amigos (que no de) dentro de unos límites razonables.
  • Que se acuerden (por bien) de mi.
  • Que lo que ofrezco a los demás sea recíproco.
  • La sinceridad (aunque sea tipo House) en las palabras y los hechos.
  • Todo aquello que me aporte algo (libros, música, deporte, películas, juegos...).

En fin, aunque no suelo seguir estas cosas, lo voy a hacer para chinchar a:

martes, 13 de mayo de 2008

Detectivator II: El Juicio final (primer round)

Aún estás a tiempo de leerte toooodo esto para poder entender el relato, que se está alargando más de la cuenta: investigando el incendio de la casa de la mujer de rojo, carta desde la carcel de un detective desesperado, ¡A por la fotógrafa misteriosa!, Amigos, enemigos, confidentes, aliados..., Y el loro puso las cosas en su sitio, Dilema sobre el secuestrador enmascarado y La venganza de la becaria.

¡Orden, orden! ¡SILENCIO EN LA SALA! bien, eso está mejor. Una vez presentados los hechos, procedemos al comienzo de la sesión. ¿Están preparados el fiscal y el abogado? ¿están los testigos? ¿acusación particular?... bien bien. Que se levante el acusado.

El detective se levantó resignado de su asiento, mirando entre el público para ver si encontraba alguna cara conocida. Y si, había algunas, pero ninguna que estuviera dispuesta en ninguna circunstancia a ayudarlo.

Juez - Bien, siguendo con el curso del proceso, leeremos la lista de cargos de los que se le acusa. Allanamiento de morada, robo de coche, resistencia a la autoridad, amenazas a civiles, disturbios... además, también ha violado las condiciones de libertad condicional por sus anteriores delitos -sorprendido, el detective se miró el brazo para darse cuenta de que no tenía el brazalete... ¿donde lo habría perdido? recordaba haber entrado con el a la pajarería, pero no recordaba si al salir de allí aún lo llevaba o si se lo había quitado luego la mujer de rojo o la becaria-, incendio con agravante de haber puesto en serio peligro vidas humanas, además de varios informes de indisciplina de cuando estuvo en el cuerpo de policía, que si bien no pueden constar como delito, pueden ser causa de agravamiento por reincidencia como resistencia a la autoridad y diversas denuncias por sus pendencias debidas a la ingesta de bebidas alcoholicas por las que ya estuvo algún tiempo por la cárcel. Si los señores del jurado están de acuerdo, empezamos con el proceso. El acusado y los miembros del jurado pueden tomar asiento. Si su... ejem... señoría desea, puede comenzar a presentar cada una de las acusaciones. Cedo la palabra al... ¿señor? fiscal.

Un revoltijo de plumas verdes con una más que aparente mala leche surcó la distancia que le separaba de su asiento en la primera fila de la cámara hasta su sitio en el estrado.

Fiscal - (Grrr tanta formalidad me resbala, pero en fin, las cosas como son) Agradezco a su señoría señor juez la oportunidad que se me brinda. Quisiera empezar indicando el grave estado mental que tiene ESE sujeto.

Nunca un loro había señalado con un dedo de esa manera a nadie, lo que turbó al detective de una manera que en el resto de su vida nunca supo como describir... bueno si, algo más o menos como su turbia mirada de asesino.

Fiscal - Ese hombre lleva demasiado tiempo alejado de la realidad, supone una amenaza para nuestra población, para el estado y para todo el país. Se le ve en la cara que sería capaz de robar nuestros ahorros, raptar a nuestras mujeres y violar a nuestras niñas. No hace falta que recuerde que ahora mismo hay una denuncia por desaparición, y todas las papeletas las tiene el engendro que hay aquí sentado y...
Abogado de oficio - ¡Protesto señoría! ¡no hay ninguna prueba incriminatoria que indique esa posibilidad!
Juez - Se acepta la protesta. ¿El fiscal tiene algo que objetar?
Fiscal (relamiéndose el pico) - Aún no, pero se presentarán testigos de cargo y grabaciones de seguridad como pruebas cuando llegue el momento. Ejem, como iba diciendo, ese hombre es un peligro para nuestra sociedad, no solo por su desequilibrio mental y su probada adicción a ciertas drogas, tanto de las llamadas blandas como el alcohol como de las duras, ergo partimos de la base de un sujeto con problemas psicológicos evidentes.
Abogado - ¡Protesto señoría! ¡Mi defendido no toma ni ha tomado drogas duras, y su alcoholismo no ha mermado su capacidad psicológica. Las pruebas que le hemos hecho así lo demuestran y...
Fiscal - ¡Protesto! ¡las pruebas no son concluyentes! no se han cotejado con personal independiente.
Juez - Se aceptan las protestas. Tengo por aquí el informe que indica que alguno de los técnicos que se formaron parte de las pruebas era conocido del acusado. La vigilancia a la que se le ha sometido durante su temporada de libertad condicional ha impedido que entrara en contacto con los camellos de la zona; nos habríamos enterado. Por ese motivo las pruebas que se le realizaron no son concluyentes, pues en todo ese periodo no pudo drogarse, y por lo tanto los resultados fueron negativos. Señor fiscal, puede usted continuar.
Fiscal - Bien, prosigamos. Como iba diciendo estamos hablando de un sujeto peligroso, asocial, que ha perdido todo aquello que lo ligaba a la cordura, si es que en sus últimos meses con su mujer aún estaba cuerdo. Ese individuo tiene fama además de mujeriego. Aunque fue exonerado por falta de pruebas, es bastante lógico pensar que le prendiera fuego a la casa de la mujer de rojo por celos evidentes. Es bien sabido que ella lo recogía borracho de las calles cuando aún vivía con su marido (quenpazdescanse), y que dejó de hacerlo cuando su marido murió en aquel accidente de tren. Recordemos asímismo, que cuando lo cogimos se escapaba del lugar donde su mujer (y el marido de la mujer de rojo) falleció en el accidente de tren, síntoma sin duda de que aún sigue traumatizado por lo que le pasó. Recordemos también que antes de cogerlo, se le ha visto provocar algunos altercados, como el del periódico. Recordemos como se vengó destrozando el coche de la redactora jefa del periódico que evitó que agrediera a una subalterna, y no olvidemos que es esa chica la que ha desaparecido, lo cual para mi es una señal inequívoca. Si todos estos argumentos no apuntan claramente a una mente desequilibrada, señores del jurado, no sé bien qué podría hacerlo.

Todo el discurso del loro había sido hecho con una voz profunda, cargada de razón, de dramatismo. Dura como la justicia, pero a la vez cercana, incluso dulce. Ver a un ave gesticular, moverse y hablar con tanta devoción... daba la impresión de que defendía una causa de la que sería un crimen negar su validez. El loro había nacido para ser abogado... es más, había nacido para ser fiscal.

Abogado - Señor juez, señores del jurado, ruego que me disculpen, pero necesito aclarar un par de puntos que el señor fiscal ha querido pasar por alto por simple omisión o deliberadamente. Como todos sabemos, en ninguna de las cámaras de seguridad del periodico se ve al acusado robar dicho coche y...
Juez - Aún no ha llegado su turno. Su señoría el fiscal aún no ha terminado de exponer los hechos.
Fiscal - Empecemos. Allanamiento de morada. El acusado entró forzando la puerta a las instalaciones de la pajarería de la ciudad. Sabemos que está regentada por una persona cercana a la becaria desaparecida... ¿alguien del jurado duda qué hacía allí el acusado? ¿acaso no tenemos pruebas de testigos que aseguran haberlos visto? ¿acaso no se encontró en medio del campo, cerca de donde se inició la persecusión del acusado, la chaqueta que llevaba la becaria? ¿a que ahora el señor abogado no tiene defensa alguna para el acusado?
Abogado - ¡Protesto señoría! ¡el fiscal no proporcionó a la defensa acceso a esas pruebas!
Juez - Se acepta la protesta. Ahora la fiscalía debe aclarar por qué no se facilitó el acceso a las mismas.
Fiscal - Muy sencillo, porque son pruebas de última hora. No las hemos tenido preparadas hasta hace nada. La policía no quiso dárnoslas hasta haber revisado otra vez y por completo el lugar del crimen. Se esperaba encontrar alguna pista más, o incluso, y esto no se puede descartar teniendo en cuenta la catadura moral del acusado, el cadaver de la becaria. Por lo que hemos podido comprobar, quizá el acusado tenga algún cómplice, y queríamos cerrar esa línea de investigación con alguna conclusión satisfactoria. Así pues, rogamos al señor juez continuar con el juicio con toda normalidad, y si surgen nuevas pruebas de última hora las presentaremos gustosamente ante sus señorías antes de la próxmia sesión.
Juez - Un poco alejado de los parámetros habituales haber comenzado con el proceso judicial cuando aún hay líneas de investigación abiertas... aunque debido a la importancia de las acusaciones, podemos seguir con el resto del proceso obviando estos hasta que se haya completado con la labor policial.

Aquí las miradas del juez y del loro se cruzaron y saltaron chispas. Zarkas le tenía ganas sin duda al loro, y le buscaba las cosquillas cuando podía, pero no se atrevería a plantarle cara de manera más directa. Sabía que podía hacerle daño al loro, pero también sabía que quien peor acabaría sería él. El loro por otra parte, sabía que no podía desacerse del juez así como así, sabía que perdería demasiado poder e influencias si intentaba alejarlo, y seguiría siendo una molestia. Asesinarlo solo le supondría problemas, ese juez lo tenía todo demasiado bien atado, sin duda tenía alguna prueba que podría perjudicarle mucho. Además, su rectitud y justicia innatas, el que no fuera sobornable, que no pudiera aplicarle ninguno de sus métodos preferidos sin que el loro perdiera a su vez parte de lo que tanto le había costado ir ganando lo ponía de los nervios.

Fiscal - (Grrr) ejem... creo que no hace falta dar muchos datos sobre el robo del coche. Hemos visto los vídeos de la policía donde se mostraba cómo se resistió a la autoridad. Tenemos sus expedientes abiertos por los altercados que produjo. Tenemos testigos oculares. Tenemos pruebas documentales de agresión y coacción a civiles. Como se puede observar, la acusación está obviando deliberadamente los cargos anteriores del acusado, pues son harto conocidos por todos y no tenemos nada que aportar que no se sepa ya. Quizá sea tiempo de empezar a hacer pasar a los testigos.
Juez - No se adelante a la marcha del procedimiento. Ahora es tiempo para que la defensa pueda dar sus argumentos.
Abogado - Señoría, debido a las irregularidades que presenta la acusación, pedimos que se de un nuevo plazo para poder examinar las nuevas pruebas y preparar la defensa.
Fiscal - ¡Protesto! La defensa ha tenido acceso a todo el proceso policial al igual que la fiscalía. Las pruebas presentadas son nuevas para el procedimiento, pero no para la abogacía aquí presente. Tanto el señor abogado como yo mismo conocemos todas y cada una de esas pruebas desde hace días.
Juez - Sin embargo debido a las implicaciones del caso, que puede tener ramificaciones en diversos cuerpos del estado como pueden ser la policía, mi deber es que el procedimiento sea lo más limpio que sea posible. Si dejamos que el proceso se vicie con irregularidades, se podrían crear antecedentes peligrosos para el futuro. La sesión se suspende hasta mañana.

El loro voló hasta su sitio en la primera fila. Allí le estaba esperando Troglo, con algo de satisfacción oculta tras una máscara de preocupación. P.B. nunca había perdido un juicio; si bien este tampoco lo iba a perder, temía que la ira del loro, que odiaba al juez hasta el punto de poder llegar a cometer fallos que luego hicieran que volcase su enojo contra sus subordinados. No le disgustaría verle morder el polvo, pero su instinto de supervivencia le aconsejaba a ser más cauto de lo normal. Ni se le ocurrió comentarle al loro que el detective durante el juicio se había conseguido poner en contacto con alguien del jurado mediante señas; conocía cuando convenía no decir nada. Había sido un intercambio de señas muy sutil, imperceptible a ojos que no estuvieran bien entrenados. Por el estilo y la forma de los movimientos y gestos, parecía algún tipo de código como el que usaban algunos cuerpos especiales de la policía. Tendría que obtener el vídeo de la sesión e investigarlo más a fondo. Y tenía que hacerlo sin levantar las sospechas del loro. El detective ya había llamado su atención cuando le dijo que podía ayudarlo a ser califa en lugar del califa, y siempre se había planteado ponerse en contacto con éste de alguna manera para sacarle esa información. Quizá pudiera obtenerla sin necesidad de jugarse el cuello hasta el punto de entrevistarse directamente o mediante alguno de sus agentes con el detective. Una sonrisa mandarina cruzó por su rostro durante algunos milisegundos.

En la sala de control de seguridad, una figura vestida con un mono del servicio de limpieza que había seguido esta sesión del juicio con bastante expectación se cubrió la cabeza con una gorra de visera grande y se puso un bigote postizo que le cubría los labios. Comprobó gracias a las cámaras de seguridad que nadie venía por los pasillos aledaños y salió sin llamar la atención por la puerta. Momentos después, el vigilante de seguridad despertaba de un plácido sueño. Cuando se dio cuenta de que se había dormido en el trabajo, se alarmó durante un momento hasta que se dio cuenta de que no había pasado nada grave y que no había motivos de que preocuparse. Entonces se levantó, tiró la taza de café vacía a la papelera y se dijo a si mismo que esta vez tendría que ser café solo y bien cargado; la culpa la tuvo él por dejar que aquella mujer lo invitara a un café cortado, con el sueño que tenía. Café solo y cargado... ¡pero es que la mujer tenía un culo...!



Espero que no se hayan quedado dormidos con este capítulo. Es lo que tienen los juicios... ¡se esperan algunas sorpresas para el próximo capítulo!

lunes, 12 de mayo de 2008

88 minutos, el destripe.

Otro día de cine. Otra crítica. Otro destripe. Esta es una de esas películas típicas en las que hasta el final no se sabe quien es el asesino (entre otras cosas porque no hay ningún mayordomo... si es que estas películas de ahora ya no son como las de antes). La película avanza a trompicones, entre el frenetismo y la pausa asimilatoria, donde nos aportan datos para liarnos más la cabeza antes de otro momento de algo parecido a la acción (un corre corre que te pillo, más bien), que nos sirve para volver a liarnos más la cabeza pero con menos sentido que antes. Los actores están en su papel, aunque a veces pecan de sobreactuación, y sobre todo Al Pacino, lo cual es más grave, puesto que se supone que es el actor con más experiencia (¡y vaya experiencia! ¡quien tuviera su currículum!), alternando entre momentos en los que clava el personaje y otros donde parece el típico tío al que invitan en un programa de la tele para que arme el follón gratuitamente, sin estilo, sin gracia, sin motivo. La película peca mucho de lo que podríamos denominar acción en tiempo real. Pese a que el prota tiene 88 minutos para atrapar al asesino, da la sensación de que el tipo realiza un pliego espacio-temporal para poder hacer todas las cosas que hace en tan poco tiempo. Mención aparte merece su secretaria, que lleva a cabo todos los trabajos que le pide en tiempo record y sin despeinarse. La sensación de encontrarse en una anomalía gravitatoria y que el tiempo se estira artificialmente se acrecenta al ver la serenidad, tranquilidad y campechanía con la que el tipo afronta sus últimos minutos de vida. Total, podía coger un avión y marcharse al caribe, pero prefiere perseguir al malo (que para más inri está todo el rato en la carcel... o no). En fin, la trama no está mal, pese a que cumple todas las condiciones típicas de este tipo de pelis: tira de clichés, usa y abusa de ciertos giros argumentales del tipo conspiranoico, las cosas superprotegidas nunca lo están del todo, la chicas buenas tienen mucho que esconder (y no me refiero a... bueno, no me refiero), el tío misterioso que siempre enfoca la cámara al fondo simplemente es un tío misterioso, que no tiene por qué ser el malo maloso aunque sus intenciones lo parezcan... en fin, ese tipo de cosas. ¿Que la peli es mala? no, es más, me gustó bastante.

Ahora vamos a por la sinopsis:

En realidad, la película es la historia de la superación personal por parte los móviles. La película la debieron de pagar cierta operadora de telefonía y cierta compañía fabricante de terminales, así que no es de extrañar la importancia que se les da en la trama. Al comenzar la película, la primera parte trata sobre la caída del móvil al abismo en forma de pantalla rota (que ya es mala leche, a mi se me ha caído cientos de veces y ni se ha rallado, y al tipo va y se le cae y se le rompe la pantalla... a un móvil de concha). Para poder llegar su redención, el móvil se transforma en un modelo nuevo (que se lo roba a una compañera, el muy tacaño... no es capaz de gastar 5 de sus 88 minutos finales de vida en pasar por la tienda a que se lo cambien), y tiene que superar las barreras que se le van superponiendo (como el agotamiento de su batería). La historia del móvil errante, que va en busca de su identidad espiritual, gira en torno a unos extraños asesinatos que se repiten pese al encarcelamiento del perpetuador, y de cómo el usuario del móvil intenta encontrar a la persona que le tiene amenazado de muerte y que repite los esquemas de aquel otro. El móvil cumple sus misiones valientemente, con entereza, incluso tiene una batalla final con otro que es más grande y con más contactos (su dueño es un abogado, así que imaginen). Finalmente, el móvil gordo cae al abismo y es destrozado contra el suelo miserablemente, mientras el otro ha sido redimido de sus pecados.


Bueno, tras todo esto, solo nos queda dar la nota (me refiero a evaluar la peli del uno al diez, no mostrar el culo como quiere Drenas).

Veredicto final:


Y el trailer:

¡Sorpresa! ¡Cumpimos el sueño de Drenas! (jeje, pero en este blog :P)

Pues eso, que cumplimos el sueño de Drenas y enseñamos el culo con todas las consecuencias... ¡que no, que era broma! ¡solo es el lemming de la semana! (que llega tarde, por cierto). Con ustedes Shin Chan Lemming:





¡Drenas, no conseguirás mi culo! Pero si hay algún lector interesado, les remito a su página web, donde podrán conseguir un enlace a cambio de casi nada :D.

sábado, 10 de mayo de 2008

Macetas

Bueno, pues hace tiempo que no ponemos fotitos por aquí, así que como lo de los culos lo tiene monopolizado Drenas...

¿cómo? ¿que quieres colaborar -recibiendo un enlace y nosecuantascosasmás- poniendo tu culo en su blog? ¿que te parece una guarrada? ¡piénsatelo bien! no es ninguna frivolidad, es por necesidad puesto que le faltan culos, y si no termina de sonarte bien, escucha esto:

Pensad que cuando hominicaco se haga famoso y sea conocido mundialmente, vosotros amigos mios podréis decir con orgullo y con la frente bien alta "Ese culo de ahí, es mi culo".


y como yo puedo presumir de tener algo 100% de la becaria (y no esos falsos rumores que han corrido por ahí últimamente), me he decidido a poner fotos de macetas, como había prometido. Creo que no hace falta dar pistas para saber cual es la de la becaria, pero bueno, el concurso está abierto, a ver quién lo adivina antes...



















¡Gracias becaria! (aunque luego me las pagues con una puñalada trapera, pero bueno)... y a los demás, espero que les haya gustado.

viernes, 9 de mayo de 2008

Electric boogaloos (Michael Jackson una mierda al lado de...)

Esto es para que se animen todos que ya es viernes y toca mover el esqueleto. ¿Cómo que no se animan? ¡si solo hay que tener un poco de marcha en el cuerpooo!. Y si no miren con sus propios ojos (¡si es que hacen los cuatro pasos del baile del chiqui chiqui y diez o veinte más!):



Descubierto por Liet-Kynes (ecólogo imperial) en su blog El aburrimiento me consume.

jueves, 8 de mayo de 2008

Cogida de premio

En fins, ya con el título empezamos mal (solo por seguir el mandamiento nunca publicado por Drenas de engañar con el título para que la gente entre aunque busque otras cosas) así que voy a empezar otra vez, y como voy a hacerlo otra vez, no será cogida, sino recogida. Pero no lo voy a recoger. No merezco un premio simplemente por ser amigo de alguien (aunque se agradece que se valore mi amistad, y más sabiendo quién es la que me envía el premio). Esto solo será una disertación filosófica sobre el valor de la amistad. Es de esas cosas que no se valoran lo suficiente hasta que se pierde. La amistad es como una plantita, hay que cuidarla y mimarla, ponerla al sol si está mústia o retirarla si se quema, regarla si se seca pero no demasiado porque se pudre. A la plantita le surgen malas hierbas que hay que retirar, pues molestan y a la larga pueden terminar ahogando a la planta y terminando con ella. La amistad hay que cuidarla igualmente. Hay mucha gente que no se cuida de mantener a sus amigos, por ser popular hasta el punto de poder despreciarlos, por desidia, por desinterés, o vete a saber; no se da cuenta de que si no lo hace, el día que le hagan falta no estarán ahí. Hay amistades inquebrantables ante el paso de los años, y las hay frágiles como una rama seca. Las amistades pueden fluir o pueden golpear. Si metes amistades en una tetera, se convierten en tetera. Be amigo my friend. Lo que realmente quiero decir con todo esto es que un simple momento de compañía de un amigo de verdad vale más que millones de premios. No quiero un premio, me basta con poder ser tu amigo pues tu amistad es de lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo.

Y no me olvido del resto de gente con que he hecho amistad con este blog. Todos merecen un premio por su amistad, y ese premio es intentar mantenerla y cuidarla.

Por cierto que el premio era compartido... ¿y tu Drenas, que opinas de todo?

miércoles, 7 de mayo de 2008

Curiosos vídeos musicales (y X)

Pues eso, que aún hay más :P

Sophie Ellis Bextor - Me and my imagination




Duran duran - Wild boys




Queen - A kind of magic





Toreros muertos - Mi agüita amarilla




Y como seguro que después de este vídeo no lo han entendido bien, aquí vienen las clases de repaso:






Ver anteriores: I, II, III, IV, V, VI, VII, VIII, IX.

martes, 6 de mayo de 2008

La venganza de la becaria

Y aprovechando el intermedio de House, llega una nueva entrega de esta serie. Para poder seguirla es preciso haberse leído los tochos anteriores: investigando el incendio de la casa de la mujer de rojo, carta desde la carcel de un detective desesperado, ¡A por la fotógrafa misteriosa!, Amigos, enemigos, confidentes, aliados..., Y el loro puso las cosas en su sitio y Dilema sobre el secuestrador enmascarado.

Y colgué el teléfono. Estaba sonriente, contenta por aquella llamada. Había conseguido un nuevo trabajo, y sin necesidad de que papi moviera un dedo, por mi propio esfuerzo y dedicación. Eso significaba que ya no tendría que aguantar más a esa jefa que me destrozaba los nervios. Me tenía que incorporar inmediatamente al nuevo trabajo y decidí que mi último día en aquella empresa iba a ser memorable. Quizá nunca más pudiera trabajar allí pero estaba segura de que no me olvidarían.

Estaba la jefa, que me había hecho la vida imposible desde el primer momento. También aquel redactor que me censuraba los contenidos y ése compañero que me dejó tirada una vez, justo el día que el detective me siguió hasta la redacción. También estaba la embajadora de Chiquitistán. Todos ellos se acordarían de esta becaria por lo mal que lo había pasado por su culpa. ¿Debería añadir a la lista al detective que tiró el café por encima de todo mi trabajo? No, ése ya tenía bastante con lo suyo. Además, si la embajadora no le hubiera empujado, aquello no hubiera sucedido. Aunque por lo de mirarme el escote en la parada, las amenazas y sus métodos de matón de barrio debería hacerle sufrir un poquito. Sin embargo me di cuenta en seguida que el pobre estaba desesperado. Si en lugar de ser una guapa y atractiva jovencita hubiese sido una vieja fea, bigotuda y con chepa, seguramente hubiera actuado igual (bueno, menos en lo de mirar descaradamente; eso es porque era un viejo verde y se le veía muy necesitado... pero tampoco me molestó demasiado que lo hiciera, pues con la de mujeres interesantes que debía de haber conocido, en el fondo me resultó bastante halagador).

Sabía de sobra que mi jefa y la embajadora tenían negocios chungos. Y también sabía a quién acudir para obtener ese tipo de información. Decidido: iría a visitar a mi padrino esa misma tarde.

Siempre me había preguntado por qué mi padre había elegido como padrino a alguien así. Cuando la gente le preguntaba, siempre contestaba que no me acordaba de quién era mi padrino, porque sabía que nadie creería que era la ahijada de un capo de la mafia. Y mucho menos si decía que éste era un loro.

No nos vemos mucho pero los dos somos igual de retorcidos y tenemos el mismo mal carácter. De vez en cuando, intercambiamos favorcillos. Yo aprovechaba la situación privilegiada del loro para conseguir ciertas informaciones y el loro aprovechaba la presencia de su ahijada en los medios de comunicación para que ciertas informaciones salieran o no a la luz. Más de una vez estuvieron a punto de echarme a la calle por haber estropeado alguna foto, haber cambiado alguna frase o haber alterado algún titular a última hora. Quizá por eso estaba la redactora jefa siempre tan cabreada conmigo, aunque no hiciera nada, porque no podían despedirme; ella se vengaba no contratándome.

Ciertamente, parecía que me debería ir mejor con semejante parentela (estar trabajando como Dios manda y esas cosas) pero mi padre siempre decía que debía ganarme a pulso mi entrada en la redacción y, por lo visto, la redactora jefa se había tomado muy en serio aquellas palabras. De todas formas, no quería tener mucho contacto con él porque temía que me cogiera cariño y convertirme en la heredera de su negocio (y no precisamente la tienda de aves exóticas). Y yo quería hacer honor a los consejos de mi padre. Quería alejarme de ese mundo de tráfico de armas, trata de loras, drogas y prostitución. Había visto mundo y no era ése el que realmente quería. Y ahora había surgido por fin la oportunidad de emanciparme y empezar a vivir mi propia vida.

Decidí coger un coche de la empresa a nombre de la jefa para ir hasta la tienda. Como excusa, dije que iba a hacer unas fotografías para ilustrar el reportaje de la plaga de topillos. Si le pasaba algo al coche (que le pasaría y no sería algo bueno precisamente), toda la culpa sería para la jefa y a mí no le podrían decir nada porque ya no trabajaba allí.

Aparqué el coche enfrente de la tienda, con cuidado de golpearlo bien fuerte contra una farola. La abolladura se unió a las alfombrillas llenas de barro (cortesía de mis botas Coronel Tapiocca y un paseo por un jardín recién regado), los agujeros de quemaduras de cigarrillo en la tapicería (gracias a mi amigo el fumeta de la esquina) y el cristal hecho añicos, los rayones y golpes que me hicieron los de la manifestación de la esquina cuando los denigré con una sonrisa en la cara mientras pasaba... y alguna cosilla más que aún estaba pensado. Total, sabía cómo quería que acabara el coche, pero la diversión y el placer que me supuso cada una de esas cosas ya no me los quitaba nadie.

No me llegué a bajar. Buscaba el mejor sitio donde tirar el mechero encendido (la mejor opción siempre me pareció la guantera, con aquellos documentos tan jugosos que tenía la redactora dentro) cuando vi al detective salir de la tienda hacia la izquierda y huir corriendo hacia la derecha. Me extrañó verle salir de allí y decidí perseguirle, arrancando el coche en el acto. No sabía muy bien por qué pero algo me decía que tenía que seguirle. Nadie va hacia un lado y sale corriendo de repente hacia el otro sin venir a cuento. Y menos saliendo de donde salía Me había dado esquinazo en aquel cruce pero no se le iba a escapar. Pensé en coger la calle por la que había salido corriendo pero era dirección prohibida y, de todas maneras, me daba tiempo a dar la vuelta a la manzana, pues no había tráfico.

Justo cuando iba a enfilar la calle por donde él vendría corriendo, se me adelantó un coche y, para mi sorpresa, pude ver a su conductor: era la mujer de rojo. La reconocí inmediatamente, pues había tenido que hacer varios reportajes sobre ella. Tuve la impresión de que las dos perseguíamos el mismo objetivo. Cuando la mujer alcanzó al detective, se tapó la cara y abrió la puerta para que éste subiera. Seguí al coche de la mujer de rojo y salimos de la ciudad.

Nunca había conducido tan rápido, y menos por una pista de tierra, lo que hizo que al final terminara perdiendo a la mujer de rojo tras algunos recodos y casi me paso de largo el sitio donde el detective yacía oculto. Sólo me percaté de su presencia por las huellas que el coche de la mujer de rojo había dejado al salir haciendo rueda del terruño, que me hizo bajar a ver por qué había parado y seguir sus huellas por el descampado hasta detrás del árbol.

Cerca estaban unas vías abandonadas que terminaban en lo que en otros tiempos fue un puente por el que pasaban los trenes. Si no me equivocaba, fue allí donde hubo aquel accidente tan grave en el que murieron muchas personas. Había visto las imágenes en el archivo fotográfico del periódico. Pensé con deleite que era un lugar estupendo para despeñar el coche de la empresa y cargarle el marrón a la jefa. Antes, tendría que llamar a alguien para que fuera a recogerme y asegurarme de que el detective no diría nada de lo que estaba haciendo. Empezaría por preguntarle qué hacía en la tienda de aves. Ya sabía perfectamente que lo que hacía el detective en aquel lugar no podía ser tan inocente como destrozar un coche ajeno por venganza.

Detective - ¿Qué haces aquí?
Becaria – Te he seguido. ¿Qué hacías tú en aquella tienda?
Detective – Quería comprar una pareja de agapornis
Becaria – A mí no me engañas. Sé que hace años que esa tienda no vende ni un solo pájaro
Detective - ¿Por qué sabes eso?
Becaria – Lo sé y punto
Detective - ¿Por qué me persigues? ¿Vienes a vengarte?
Becaria – Me lo he pensado mejor pero no lo descarto. Necesito información. Y tú me la vas a dar
Detective – ahora mismo no estoy en disposición de escapar de ti, aún estoy medio confuso y aturdido por la droga.
Becaria - ¿La mujer de rojo te drogó? Pensaba que estabais compinchados...
Detective - ¿Entonces por qué lo de acusarme y encerrarme en la carcel?
Becaria – Ejem... creo que te puedo contestar a eso pero no puedo decirte cómo lo sé ni por qué tengo esa información. Si lo hiciera, tendría que matarte.
Detective – Jeje. Pues yo ahora no estoy en disposición de intentar sonsacarte nada. Perdona por lo que pasó en tu trabajo. Sólo quería corroborar algunas hipótesis que me rondaban por la cabeza.
Becaria – Sólo me usabas, como has hecho con mucha gente desde que eres detective. Deberías saber que muchas veces, por tu culpa, hay gente de tu alrededor que ha sufrido.
Detective – Yo... yo... vaya, lo siento. ¿He de deducir por tus palabras que hay alguien cercano a ti a quien he hecho daño?
Becaria – No serías capaz de hacerlo y seguir vivo, créeme. Sé de buena tinta que algunos de tus soplones están sudando sangre en estos momentos. Sabes que hay muchos tipos de ralea y no todos los hombres que se dedican a hacer maldades merecen ciertos castigos. Sin embargo, sé algunas cosas que quizá te puedan interesar. En la cárcel hay un elemento con el que tienes alguna relación...
Detective – Te refieres a Drenas... pobre, acabará muerto como los otros
Becaria - ¡Que no están muertos! Sólo están recibiendo las atenciones de un maestro chino de la tortura (¿te he comentado que es por tu culpa?). Sobre el tal Drenas, no te preocupes por él. No le pasará nada de nada.
Detective - ¿Cómo? ¿Quieres decir que me la ha estado jugando todo este tiempo? ¿Acaso tiene alguna clase de inmunidad?
Becaria – Es todo un montaje para cuando te pillen, que lo harán. Y estoy aquí para evitarlo y, de paso, hacerte algunas preguntas.
Detective – Un momento... ¿tu tienes relación con...
Becaria - ¡Calla! Recuerda que tendré que matarte. No te conviene saber
Detective – Pues sólo me queda pedirte que me preguntes

Fueron caminando hasta el puente y lo examinaron de arriba abajo, mientras hablaban. Durante horas, estuvieron hablando. Primero las preguntas de la becaria, respondiéndolas con cautela primero. Luego, el detective fue sincerándose cada vez más, contándole todos los hechos relativos al caso. Después, siguió con sus teorías de por qué querían eliminarle. La conversación se fue haciendo cada vez más profunda, más apasionada, más...

Pero la conversación quedó interrumpida por la sirena de un coche de policía. La becaria se puso blanca como la cera, el detective se levantó rápidamente y ambos se miraron. ¿Sería la jefa de la becaria, que había descubierto los planes de la chica? El detective tomó una rápida resolución y escondió a la becaria entre los matorrales y salió huyendo con el coche. Al momento, los policías aparecieron y persiguieron al coche que acababa de darse a la fuga.

La becaria se ajustó la blusa que con el ajetreo se había salido de su sitio. Una lágrima surcó su cara. “Quédate aquí, me ayudarás mejor si no descubren que tú vas por libre. ¡Usa tus influencias en la prensa si me cogen! ¡La verdad debe saberse!”. Pero ella sabía que todo el mundo la andaría buscando y que había salido persiguiendo al detective. No podría mostrarse en público porque la descubrirían. No podría confiar en sus amigos, tendría que ocultarse y mezclarse entre la gente. Lo único que la alegraba, pero ahora de manera triste, es que tenía una excusa buenísima para explicar lo que le había pasado al coche.

Sólo disponía de la manta de la mujer de rojo para pasar aquella noche, que prometía ser muy larga. Pero había un detalle que el detective no había visto: colgada de un imperdible, había una llave.




Interesantes se ponen las cosas ¿verdad? ¿qué nos deparará el próximo capítulo de la saga? nos vamos acercando a la conclusión y esto cada vez es más complicado. En fin, si alguien quiere colaborar, ya conocen los cauces habituales :D (o si alguien quiere que su personaje no se quede encasillado, cojo y metido en una jaula, por ejemplo).


¡jarl, que fallo! ¡eso me pasa por publicar medio dormido! Antes que nada, agradecer la colaboración de ..., que por estos lares conocemos cariñosamente como la becaria, sin cuya ayuda este capítulo no hubiera salido, al menos de la forma en que lo ha hecho, y nunca de manera tan buena como salió. Espero que se me disculpe este lapsus (por favor :_(, es que empezaba House e iba a publicar a contrareloj) .

Estar seco (frase de la semana... ¡no, del mes!)

Está más seco que castrado por la plancha

(persona que prefiere quedarse en el economato™

domingo, 4 de mayo de 2008

Porque hasta los más bestias y rudos lo llevan en su corazón.

Si, me refiero al amor de madre. Y si no, vean vean:



Dedicado a todas las mamás, y las potenciales mamás.

sábado, 3 de mayo de 2008

Lemming obrero (lemming de la semana)

Pues ya se que llega tarde, pero más vale tarde que nunca ;) (además, es política de la casa el que los lemmings sean para el fin de semana -aunque a veces se atrasen :D-).





(Como siempre en España, solo hay uno trabajando).

viernes, 2 de mayo de 2008

Magia cotidiana

David Coperfield es un pardillo; tiene que recurrir a ilusiones (muy logradas, por cierto) para hacer creer a la gente en la magia, cuando hay magos que relamente hacen que las cosas ocurran de verdad. Veamos si no a este gran mago (las poses a lo Coperfielf no tienen desperdicio):



Visto en carcajadas pilladas por sorpresa.

jueves, 1 de mayo de 2008

¿Problemas para tener niños? prueba de otro modo más sutíl...

Si es que para ganarse la voluntad del género femenino, no vale con utilizar cualquier método. Sí, con constancia y dedicación se puede lograr de múltiples formas; pero la manera más sencilla es a menudo la mejor...




¡Gracias a Mamen por el vídeo!. Publico ahora que Mamen no mira :P
 

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

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