miércoles, 17 de julio de 2013

114 veces que nooo, que este teléfono no es, que es otro... ¿que me vaya a dónde? ¡y tu más! (por si acaso)

En una lejana abadía, escondida en el espacio más recóndito de unas montañas nevadas altas hasta tocar el cielo (realmente recónditas) de una cordillera perdida entre las brumas del tiempo (ciértamente recónditas), se encontraba el sabio monje ciego milenario que día tras día escribía sin parar la historia humana. Bueno, para hacer honor a la verdad, de vez en cuando se levantaba a hacer pis y estirar las piernas, pero bastante a menudo comía encima de los papiros y los dejaba echos un desastre (lo cual podría explicar muchas cosas sobre la evolución de la historia humana si son ciertas las teorías que dicen que nosotros nos reflejamos en las cosas que hacemos del mismo modo que las cosas terminan siendo un reflejo de nosotros... no... estooo... que el trabajo nos curte y moldea hasta que con el tiempo somos nosotros los que.. no no no, lo que quiero decir es algo similar a que los amos y los perros suelen ser muy parecidos pero de un modo más profundo y filosófico para hacerme el interesante). En fin, el caso es que últimamente estaba chocheando más de la cuenta, así que en la abadía tuvieron que apañárselas para crear un equipo especial de potenciales candidatos a sustituírle (porque tarde o temprano tendría que diñarla y había que estar preparados con algún reemplazo o algo... hacía tanto tiempo que el anciano escribiente estaba en el puesto que nadie sabía a ciencia cierta qué tenían que hacer o qué debía pasar). Lo de elegir cual ya se decidiría más tarde. El caso, como iba diciendo, es que de un tiempo a esta parte estaba un poco más para allá que para acá y sus escritos habían dejado de tener sentido. Algo de grupos de sabios, elegidos, dioses, cabellos del sobaco y cosas peores; tanto es así, que los potenciales sustitutos empezaron a denominarse por el resto de la abadía como Los Correctores. Todos los días, cogían los papiros que iba escribiendo el anciano, los leían e iban haciendo cambios sobre la marcha. Para practicar, decían ellos. Se ponían en comunión con la naturaleza, el cosmos y todo lo demás e intentaban que la historia los penetrara y los llenara con... las cosas de la historia. De vez en cuando alguno se despertaba de su profundo trance lleno de otras cosas; es lo que tienen las abadías que están en sitios realmente recónditos, sobre todo aquellas que no tienen cabras.

-Esto se está saliendo de madre- dijo uno.
-Y que lo digas. Aquí dice que hay un portal y que se lleva a tres. Y ahora parece que uno de ellos aún está y se tira por un barranco- apuntilló otro.
-Que manía tiene la gente de tirarse por los barrancos, casi se parece a Seillo, el famoso Cabello del Zobaco del potro con alas.
-Cada día está peor, tenemos que hacer algo, arreglar esto de algún modo
-Si, pero ya sabes que tocar la historia es peligroso. Nunca sabes qué puede pasar más adelante.
-Con la cantidad de mierda y restos que tienen los papiros encima, una infección seguro.
-¡No me refería a eso!
-Pues no sé, tendremos que dotar al tipo este del poder de abrir portales a otra dimensión o algo.
-¿Portales a otra dimensión? buah, ya lo que falta es que pueda viajar en el tiempo y asesinar a su abuelo.
-Pero entonces crearía una pájara dimensional de esas.
-Una paradoja, se dice paradoja. Y sólo temporal: si empezamos a hacer chapuzas con el tiempo la cagamos; y si además enlazamos con el espacio ni te cuento. ¡Podríamos destruír el universo!
-¡SIII...III...iiii...ii? digoooo noo, noo, que va... nosotros no queremos eso ¿verdad?

La mirada fulminante del otro monje dejaba bien a las claras lo que pensaba. Algo así como: ya me parecía a mi que las correcciones estaban yendo fatal y la historia (ya de por si cogida con pinzas) estaba desvariando más de la cuenta... a saber los cambios que ha hecho... y  lo que más me jode es que al final el elegido va a ser este tarugo, es como si lo viera... en fin, la humanidad puede darse por jodida.

lunes, 15 de julio de 2013

113 llamaron al teléfono de emergencias y les atendió Mr. Blogger

El portal que se abrió en la entrada número 106 (por el cosmos no le deis) depositó suavemente a Alba, Laura y Ambrosio en un extraño e infinito páramo de tierra negra y cielo rojo sangre.

-¿Dónde coñito estamos? -preguntó Laura.
-En la entrada al infierno -respondió Ambrosio.
-No lo imaginaba así -dijo Alba.
-Nadie lo imagina hasta que está dentro -explicó el traidor ex-mayordomo.
-¿Y cómo rescatamos a...?

En ese momento, Ambrosio soltó una risotada diabólica y despareció.
-¿Pero...?

Y al momento siguiente, Ambrosio volvió a aparecer con un báculo en sus manos.

-He tenido que cambiar demasiadas veces mis planes... ¡pero se acabó! Con vosotras atrapadas en el infierno y el báculo de Ofiuco siendo mi posesión, ¡tengo el poder de la curación, de la vida y de la muerte en mis manos! ¡Ja, ja, ja! ¡Báculo! ¡Envenena a estas dos infelices!

El báculo de Ofiuco brilló con una enfermiza luz verde. Laura y Alba temblaron. Una hamburguesa de lastimosa imagen apareció frente a ellas.
-¿Qué es esto? -preguntó extrañado Ambrosio.

Una hamburguesa caducada del bareto de debajo de mi casa -se escuchó la voz del báculo-. Si la comen se envenenan fijo.

-Me parece que el báculo es pariente de Arturo y Adrián -murmuró Alba a Laura.
-No puede ser... ¿el báculo de Ofiuco funciona mal? -preguntó Ambrosio.

Jo, esa pregunta suena casi a eyaculación precoz... ¿seguro que no eres una vieja gloria futbolista anunciando consejos médicos?

-¿Te burlas de mí? -chilló Ambrosio.

No, pero puedo hacerlo. ¿Sabes el chiste del mayordomo que le lleva la infusión a su señor y le dice "té, amo"? Y el señor le responde "¡yo también! ¡Bésame, truhán!"

-Pero... este báculo... debería darme poder sobre la vida y la muerte... no lo entiendo...
-¡Lo que está claro es que tu plan no funcionará, Ambrosio! -gritó Alba-. ¡Y con la energía dorada de estas armaduras, te venceremos!

Osti, eso me suena a la serie de televisión de...

YO, ANUBIS, TE ORDENO QUE GUARDES SILENCIO. LO QUE VAS A MENCIONAR TIENE COPYRIGHT.

Oh, qué fallo más tonto...

Continuará









lunes, 8 de julio de 2013

112 teléfono de emergencias (google, no redirijas las búsquedas por 112 serias aquí, que solo se cuentan chorradas)

Ónice se materializó justo en ese instante, aún algo desorientado por tanto salto espacio-temporal y por el hecho de que tras la armadura de Ofiuco no estuviera Diego, como él esperaba. Algo había ido mal... en un momento de lucidez y antes de entrar en pánico, intentó ponerse en contacto con él telepáticamente.

-¡Diego! ¡Diego! ¿estás ahí? si estás ahí, ¡manifiéstate!.
-Si estoy aquí, pero no puedo salir ni moverme.
-Menos mal... pero... ¿dónde es aquí? ¡tu deberías estar en esa armadura! ¡tu deberías ser el avatar de Ofiuco!
-Pues no, por lo visto estoy atrapado dentro de la vara.
-¿Dentro de la vara?... umm... podría tener sentido... pero tu deberías ser el sanador de las realidades, no el instrumento para sanarlas; en fin, que sólo tu y tu hermana tienen capacidad para arreglar esto, no sé qué pinta ese otro tío aquí.
-Pues yo tampoco, sólo lo he visto tres veces y en ninguna parecía estar muy despierto... bueno, ahora mismo tampoco es que sea el alma de la fiesta.

-¿Eh?- dijo Chencho, despertando del sopor en el que se hallaba metido.
-¿Eh?- dijo Adrian, que tampoco era la persona más espabilada del mundo.

-Mira a esos dos cenutrios. Y se supone que el tal Chencho me tiene que liberar, cada vez lo veo todo más negro... por cierto, ¿dijiste algo de mi hermana?
-¡Ostras! ¡la Vicky! la dejé en un sitio seguro para venir a rescatarte, pero conociéndola creo que ahora mismo corre más peligro que tu. Realmente ahí encerrado no puedes hacer mucho, pero tampoco pueden hacerte nada, mientras que ella ahora es la única que puede salvarnos el culo a todos... ¡ala, adios!
-¡Pero cabrón, no me dejes aqu...! ¡ya se ha largado! ¡será hijo de perra!- dijo afligido. En realidad no, pero a veces si que me gustaría que fuera menos felino y más canino... pensó; en fin, me tendré que ocupar yo de mi mismo, como siempre. -¡Eh, tu! ¡el que me tiene sujeto por... por la vara!

-¡Eh, esa cosa de las serpientes habla! ¡que guay!
-¿Mande? ah, si, esta cosa... ¿qué narices estoy haciendo aquí yo?
-No lo sé, pero el bastón mola. ¿Me lo prestas?
-¿Qué? ah, si, toma, to pa ti.
-¡Guay!
-Bueno, y ahora ¿alguien puede decirme qué es todo esto? ¿un concurso de cosplays?
-¿Y tu quien eres y qué haces aquí? ¿por qué tienes esa armadura? ¿qué narices es Ofiuco?- dijo en tono acusador Raoul.
-Espera, Raoul. No sé por qué me da que este no tiene ni pajolera idea- intervino Rebeca.
-Creo que yo puedo arrojar algo de luz- dijo el viejo anciano.
-¡Eso es! ¡arrojar! ¡voy a arrojarlo como una jabalina, a ver hasta donde llego!
-¡Y yo puedo arrojar algo de agua!- dijo Arturo antes de quitarle el ánfora a Rebeca y derramarla por encima de todo el que pillaba por su camino.
-¡Se acabó! ¡estoy harta de este tío!- gritó rebeca mientras formaba una enorme espiral de hielo.
-Paaaaara, paaaara, guarda tu furia asesina para más ad... ¡ey! menos mal que con esta armadura soy rápido y tengo reflejos felinos, esa patada iba diracta a donde siempre...
-Tiene razón, Rebeca, debemos centrarnos en esto. Es más grave de lo que parece.
-¿Más grave aún que todo lo que hemos pasado? ¡¡se supone que ya debería haberse acabado el mundo al menos tres veces!!
-Bueno, visto así... en fin, lo que toca: tu, chico, el que acabas de aparecer. Eres una variable que no entraba en ninguna ecuación.
-Yo soy más bien simple, a mi eso de las ecuaciones...
-Lo que quiero decir es que se supone que tu no deberías estar aquí. Algo ha ido mal, desde el principio. Se supone que Ofiuco ni siquiera debería estar por aquí, y si bien el hecho de que esté es hasta cierto punto normal, quien debería haber aparecido era otra persona. Bueno, tal vez... ¿tienes conocimientos de medicina o algo así?
-¿Yo? que va, si soy informático...
 -Lo que nos faltaba, otro friki más para añadir al circo. En fin, alguien o algo se ha torcido por algún lado, y necesitamos encontrar a esa otra persona antes de que todo se vaya al traste. En teoría debería estar ligada a esta armadura de algún modo, no debería estar lejos...
-¿Al traste? yo vivía mi vida muy tranquilo y sin problemas y ahora ni sé qué soy, ni quien soy, ni quien es nadie, ni lo que hago aquí. Y para colmo, llego medio dormido y con un resacón encima y escuchando voces ¿me quieres decir que algo más se puede ir al traste?
-¿Voces? ¿qué voces?
-Una voz de un tipo medio loco que ahora mismo está gritando algo así como ¡HIJOPUTAAAAAAAAAAAAA!
-JaaaaaAAAAAJAJAjajajja

Al oír la carcajada, todo el mundo miró de repente a Adrian , como movidos por una repentina sospecha. Haciendo de portavoz, el anciano preguntó que de qué se reía en un momento tan delicado como aquel.

-Nada hombre, que la lanza jabalina esta del ofucio este que parecía tan buena es una mierda. Casi llegué hasta el otro lado de la grieta esa enorme de ahí... si el bastón hubiera sido algo más ligero lo hubiera conseguido sin duda, pero llegué muy lejos. ¡Casi 50 metros, que se dice pronto!. Lo divertido es la forma en la que Ambrosio se tiró tan apurado por el despeñadero ese pabajo, ¡casi se mata el tío! ¡será imbécil!

-¡SERÁ IMBÉCIL!- dijeron todos al unísono mirando furibundos a Adrián

En otro lugar del multiverso, el chico que dormía plácidamente estaba a punto de encontrarse con su destino. De pronto, en medio de un periodo de duermevela un tanto extraño, una idea brillantísima que había cruzado millones de kilómetros luz en el espacio B-dimensional se introdujo en su cerebro. Meditabundo, se sentó en la cama, sorprendido de repente por una lucidez extraña. Se levantó y abrió la ventana: aún era de noche cerrada. Inquieto, se preguntó por qué estaba tan nervioso de repente; sin aparentemente poder controlarse, como guiado por una inspiración divina, se acercó al escritorio y buscó en el cajón, para ver si allí había algo que le ayudara a fijar esa idea rebelde... lápiz, papel, reglas... ¿móvil? ¡ah, leñe, que tenía que cargar el móvil!. Ya tranquilo y en la cama, aquel chico recuperó su suño y dejó pasar la llamada de su destino y tiró años y años de laboriosa preparación mágica y de cuidadosos cálculos taumatúrgicos y selección genética. Él era el elegido y ese día había un eclipse total de luna. Toda la magia que se había acumulado aquella noche y que había de derramarse en aquel mortal se iba disipando poco a poco. Algo había interferido en el destino, algo había ido mal...

sábado, 6 de julio de 2013

111 (con tres o cuatros unos más, ya tengo un peine!!!)

Bien, vamos a ver... pensemos. No sé donde estoy. Está oscuro. No puedo moverme. Y silencio. Mucho silencio. Pensemos... Oscuridad, silencio e inmóvil... ¿Un sueño lúcido? ¿Parálisis en sueños? ¿Me he quedado sordo, ciego y gilipollas? 

Pensemos por partes. Lo primero de todo, soy Diego Alcaraz Hernández. Vale, sé quien soy. Eso lo tengo claro. Lo último que recuerdo es... ¿qué es lo último que recuerdo? Tengo un montón de recuerdos, pero no tengo del todo claro el orden en el que van... estaba escribiendo en el blog de Chencho, creo... o estaba durmiendo usando a mi gato como almohada... o estaba viniendo del curro... o... 

Vale, además de sordo, ciego y gilipollas, sufro algo de desorientación temporal... vamos por buen camino, sí señor...

Espera, espera, espera... oigo algo. ¡Oigo voces! Son voces, sí...

-Esto... buenos días. Hace calor, ¿eh?
-Disculpa a mi compañero. ¿Es mucho preguntar quién eres realmente? Y si puedes darnos alguna clave sobre como resolver este problema cósmico, te estaríamos muy agradecidos...
-One for the money, two for the show. Oooooommmmm...
-¿Has visto? ¡Tengo cuernos!

Escucho también un golpe y un crujido de huesos. Por más que lo intento, no puedo decir nada.

-A lo mejor no está vivo y es sólo una armadura.
-¿Pruebo a quitarle la máscara?
-Pues quizás no sea tan mala idea.
-I wanna wanna... Oooooommmmmm...
-Quitémosle la máscara.

Ahora escucho exclamaciones de asombro. Creí que me iban a quitar esa tal máscara, pero yo sigo sin ver nada... 

-¿Quién es este? -escucho que pregunta extrañada la voz femenina.
-Espera, yo le conozco -dice una de las voces masculinas-. Le tengo agregado al caralibro... ¡es el bloguero legendario! ¡El caballero dorado de Ofiuco es Mr. Blogger!

¿Chencho? ¿Chencho está metido en esto? Y lo más importante, ¿se puede saber dónde estoy metido yo?

-AHORA MISMO ESTÁS METIDO EN UN LÍO QUE NO ES UN LÍO. ESTÁS FLOTANDO EN UNA NO-VIDA QUE NO ES LA MUERTE. ESTÁS CONDENADO A LA SALVACIÓN.

Reconozco esa pedazo de voz. Es el dios Anubis, el antiguo dios egipcio con cabeza de chacal. No me digas como coño lo sé, pero lo sé. Lo siento. Eso sí, para ser un dios habla como mi antepenúltima novia cuando quiso cortar conmigo...

-TU SITUACIÓN ES EXTREMADAMENTE PARADÓJICA. SÉ QUE ESTÁS CONFUSO, PERO TODO COBRARÁ SENTIDO. TU MEMORIA VOLVERÁ POCO A POCO...

Confirmado. Es mi antepenúltima novia. He estado saliendo con el dios Anubis.

-AUNQUE SERÁ DIFÍCIL QUE PUEDAS COMPRENDER TAL ENTRAMADO CÓSMICO, TU POBRE MENTE NO ESTÁ PREPARADA PARA ENTENDER TAL COMPLEJIDAD. 

Los insultos. Claro, después de la ruptura, vienen los insultos. Es ella. 

-DISCULPA, PUEDO LEER TU MENTE. ¿REALMENTE ESTÁS COMPARÁNDOME CON UNA DE TUS EX-NOVIAS?

Si puedes leerme la mente, sabrás que efectivamente no entiendo un pijo. ¿Se puede saber qué...?

-ESTÁS MUERTO.

Y ahora me amenaza. Si es que es ella, joder. Es ella. Está clarísimo.

-QUE NO ES UNA AMENAZA. QUE ESTÁS MUERTO. CADÁVER. FINIQUITADO. KAPUTT. DIFUNTO. FIAMBRE. MUERTO. 

¿Muerto? ¿Estoy muerto? Joder, pues esto debe ser el infierno y sí que he debido ser malo, si al otro lado lo que me espera es oscuridad y el silencio roto únicamente por la voz de una de mis ex con cabeza de chacal...

-EMMMM... NO. NO EXACTAMENTE. AUNQUE LO CIERTO ES QUE DEBO ANUNCIARTE QUE LA MASTURBACIÓN SÍ ES PECADO.

Mierda, mierda, mierda, mierda... estoy condenado. Del todo.

-PERO NO SÉ MUY BIEN QUÉ HACER CONTIGO. TE EXPLICO... EN UN PRINCIPIO, TÚ IBAS A SER UNO DE LOS DOCES SABIOS. SIN EMBARGO, EL JINETE DEL APOCALIPSIS LLAMADO HAMBRE TE ASESINÓ EN LA ENTREGA NÚMERO 9 DE ESTE RELATO. REALMENTE FUE UN SUICIDIO EN UN UNIVERSO ALTERNATIVO, PORQUE LO ESCRIBISTE TÚ MISMO. SIN EMBARGO, ESO CREÓ UNA PARADOJA CÓSMICA, CONVIRTIÉNDOTE EN EL EQUIVALENTE DE UN GATO DE SCHRÖDINGER QUE ESTÁ VIVO Y MUERTO A LA VEZ EN DISTINTOS MULTIVERSOS...

Sigo sin entender un pijo. 

-¿HAS VISTO LA PELI DEL SEXTO SENTIDO?

Sí.

-PUES PARECIDO.

¡Ah, haberlo dicho antes! ¡Ahora está todo más claro! 

-NO SABEMOS MUY BIEN QUÉ HACER CONTIGO. INCLUSO TU GATO ES ESPECIAL, ES...

Epiléptico, lo sé.

-NO, QUIERO DECIR QUE ES...

Homosexual. Sí, también lo sé, pero eso no lo hace especial, los gatos suelen serlo.

-¡NO! ¡TU GATO ES...!

Vago de cojones.

-¿QUIERES DEJARME TERMINAR DE UNA PUTA VEZ?

Coño, si ha dicho una palabrota y todo...

-TU GATO ES UN GUARDIÁN CÓSMICO.

(concierto de grillos)

-Y ES POR SU INFLUENCIA QUE ESTÁS AQUÍ. BUENO, POR SU INFLUENCIA Y PORQUE TODO LO QUE HEMOS INTENTANDO CONTIGO HA FALLADO. 

¿Y qué habéis intentando conmigo? ¿Puedo saberlo?

-LO PRIMERO, SE TE MANDÓ AL INFIERNO. FUE POR TEMA DE LA MASTURBACIÓN REITERADA. EL PROBLEMA ES QUE EL FUEGO DEL INFIERNO NO PARECÍA AFECTARTE, Y DEJASTE PREÑADAS A VARIAS SÚCUBOS.

Hombre, es que tengo sangre murciana... y lo de las súcubos es normal, se suponen que se lo montan con los humanos y engendran demonios, ¿no?

-CONTIGO NO. ENGENDRARON UNA HUESTE DE CRIATURAS AMORFAS CON CARPETAS QUE INTENTABAN HACER SOCIOS DE ACNUR A LOS DEMONIOS MIENTRAS CANTABAN REGUETÓN. PROVOCASTE UNA HECATOMBE EN EL INFIERNO.

No, si lo sabía, que este curro me estaba afectando espiritual y genéticamente...

-DESPUÉS DE ESO, POR MEDIACIÓN DE ÓNICE, SE TE REENCARNÓ COMO UNO DE LOS OCHO GATOS SAGRADOS DE BASTET. TENÍAS QUE CUMPLIR TU OBLIGACIÓN COMO GUARDIÁN DEL PANTEÓN EGIPCIO, PERO EN VEZ DE ESO TE PASASTE TODO EL TIEMPO LAMIÉNDOTE LAS PELOTAS.

 Mooooola.

-ASÍ QUE DECIDIMOS BORRARTE LOS RECUERDOS Y ENCOMENDARTE UNA MISIÓN. SI LA CUMPLES, VOLVERÁS A TU VIDA ANTERIOR Y...

Espera, espera, espera... ¿qué coño vida anterior? Yo quiero que me devuelvas los recuerdos, que además de tirarme a súcubos quiero recordar lo que se siente al lamer mis pelotas... 

-DE VERAS QUE NO ME PAGAN LO SUFICIENTE PARA AGUANTAR TODA ESTA MIERDA...

Vale, vale, me callo... ¿cuál es esa misión?

-TU AMIGO MR. BLOGGER ES EL CABALLERO DORADO DE OFIUCO. Y ESTÁ BASTANTE PERDIDO. HEMOS DECIDIDO QUE TÚ SEAS SU COMPAÑERO Y CONSEJERO. EN TU INTERIOR SE HALLAN LAS EXPERIENCIAS DE HABER ESTADO EN EL INFIERNO, EN EL PANTEÓN EGIPCIO Y EN AGENCIAS DE SEGUROS. ESO TE HACE SU COMPAÑERO IDEAL. BUENO, ESO Y QUE YA NO SABÍAMOS QUÉ HACER PARA LIBRARNOS DE TI.

¿Sí? ¡Mola! ¿Qué armadura llevo yo?

-EMMM... NINGUNA. REALMENTE ESTÁS ATRAPADO EN EL BASTÓN DE LA ARMADURA DE OFIUCO, Y HASTA QUE MR BLOGGER NO LO INVOQUE, ESTÁS ATRAPADO EN ÉL...

¿Soy un bastón?

SÍ.

¿Soy un puto bastón?

SÍ. CON SERPIENTES ENROLLADAS.

¿Un bastón con serpientes?

SÍ.

Osti, la verdad es que queda mogollón de fálico...

POR TODO EL PANTEÓN EGIPCIO, OJALÁ EL OTRO PRINGAO HAGA EL FAVOR DE INVOCARTE PRONTO PARA PERDERTE DE VISTA...

Mientras tanto, puedo contarte mis chistes de vacas...

AY.

Continuará




jueves, 4 de julio de 2013

110... ¿entrelazadas? ¿mordiéndose la cola la una a la otra? ¡Atreyuuuuu!

Vicky subió las escaleras a toda prisa, sudando por el esfuerzo y aún conmocionada por los hechos acaecidos. Sus piernas volaban en la imperiosa necesidad de ascender por un piso que se desvanecía debajo, por un infinito foso negro que de repente se tragó todo lo que ella conocía por realidad, quedándose en ese momento flotando en una especie de limbo extaño. Ante la perplejidad, sorpresa y terror que la dominaron en ese momento, el gato se desasió de ella y gravitó sin apenas esfuerzo hasta quedar delante.

-Tranquila Vicky, no pasa nada, aquí estoy para ayudarte -empezó a hablar Ónice.
-¿Tranquila? ¿Tranquilaa? ¿TRANQUILAAA? -acertó a responder casi chillando histérica.
-Tu hermano está relativamente a salvo; lo rescataremos, pero mientras tanto no le harán daño. Lo necesitan vivo, pues en realidad no saben ni por qué se lo han llevado. Creen que tiene una especie de conexión astral con el más allá y que puede ayudarles a encontrar a un grupo de muertos vivientes. Tonterías, no hay quien se crea esas paparruchas.
-¿Mi hermano está bien, entonces? ¿y crees que eso me va a hacer estar más TRANQUILA? ¿aquí flotando y hablando con un gato?
-Si, entiendo tu punto de vista, aunque tu no me entiendas a mi. Tu hermano si que me entendía... al menos subconscientemente. Solíamos debatir mucho y sobre muchos temas allí en el sillón de casa.
-Me estás tomando el pelo... el gorila aquel cuando me empujó... debí darme duro en la cabeza por la caída... ¿me pasé con el ingrediente secreto en la masa del pan? ¿o quizá equivoqué las vitaminas del desayuno con alguna otra cosa?
-Nada de eso; simplemente estás descubriendo quien eres de verdad realmente. Mientras haces introspección y te haces a la idea de tu identidad real, me presento. Yo soy el guardián de los secretos, el protector de las realidades, el mayordomo de los antiguos reyes, el guía de los errantes, el hechicero supremo, el mayor caballero de la orden del destemple, el sumo sacerdote de las siete tribus y el gato de los Alcaraz.
-De cada ocho cosas que dices me creo una, tu flipas. La leche, si que estaba cansada y revuelta ayer para dormir de manera tan profunda y soñar estas tonterías. Estudiar es malo para la salud, digan lo que digan... ¿y que hay de mi hermano? aquí flotando vamos a rescatar bien poco (en fin, de perdidos al río, mejor seguirle la corriente... total, es un sueño... ¿o no?).
-Ahora mismo está en un estado parecido al tuyo. Lógico teniendo en cuenta que compartís destino por ser de la misma sangre.
-¿Esto lo estás haciendo tu? porque yo no he fumado nada.
-No, no soy tan poderoso como para manipular realidades de manera tan profunda, simplemente tengo información y estoy en el sitio adecuado en el momento adecuado. Siento no haber podido prepararles en todo este tiempo, las cosas se precipitaron y no encontraba nunca la forma de presentarme como soy ante vosotros. En fin, debes saber que se acaba el mundo.
-Con razón están las cosas como están. Si yo hubiera tenido esta información hace 15 años también me hubiera metido a política pa sacar dinero rápido y vivir la vidorra padre...
-No, es aún más grave, porque tu eres su última esperanza.
-Si, ya, claro, claro... como si no tuvieran comprados a los jueces y demás. Ya se bastan ellos solitos...
-No me refería a eso... bueno, el tiempo se ha ido agotando y ya es la hora en la que todo se acaba; la nada está empezando a borrar toda la existencia. Eres la elegida para encontrar una cura para todo est...
-...espera espera, esta me la sé. Tengo que curar a la Emperatriz Infantil del país de Fantasía y buscarle un nuevo nombre al reino y a todas sus cosas para salvarlo de la nada...
-Ehmm... uhmmmm... que imaginación tienen los humanos. ¿De dónde has sacado esa chorrada?
-Eps... estoooo... yo...
-Buah, tanto da. Pero me alegra saber que tienes imaginación, te va a hacer falta. Ahora vamos a lo importante: tu y tu hermano tienen una misión vital que cumplir; una fuerza superior os está transportando hasta el sitio donde se han de cumplir los designios para los cuales habéis nacido: salvar a la humanidad.
-No, gracias, ya hemos tenido bastante ONG por ahora...
-No puedo darte muchos más detalles, tengo que ir a por tu hermano; temo que aparezca en el peor sitio posible y sin nadie que le proteja, así que tendré que teletransportarme y salvarle el culo. Pronto acabará el periplo dentro del agujero de gusano que nos ha absorbido y que te lleva conmigo a nuestra auténtica realidad. Tendré que dejarte temporalmente en un lugar seguro, no hagas tonterías. Volveré a por ti y te contaré el resto de detalles. Ah, toma esto, te hará falta: sabrás cómo usarlo en cuanto lo veas.

En ese momento, ocurrieron varias cosas a la vez. En una furgoneta que huía a toda leche, un fardo se deshacía y las cuerdas y el cinturón quedaron inertes sobre el asiento mientras su ocupante comenzaba un viaje de algunos segundos al universo paralelo que tenía dentro de su propia cabeza.

-¿Qué ha pasado QUÉ?- gruñó Jingjing, dudando entre aferrarse al volante con fuerza o empezar a dar capones a diestro y siniestro.
-Pues ha desaparecido, sin más. -dijo Harry.
-El coche está bendecido, no ha podido ser ningún demonio, al menos no uno de los de nivel menor a 18- dijo el pater en tono entendido.
-Menudo atajo de expertos en lo paranormal estamos hechos -se lamentó Jingjing-. Tendremos que volver al antiguo plan. Ahora que por fin teníamos una forma de localizar a esos... loquesean del infierno.
-Se van a enterar- agregó Harry, malhumorado.
-La culpa la tuvo la muchacha aquella, si no hubiera estado en lugar de huír por patas hasta un lugar seguro podríamos haberlo ido interrogando directamente en la furgo- dijo el pater.
-Claro, que el sedarlo para no recibir más patadas no tuvo la culpa- dijo JingJing, molesta.
-Sólo fue un poquito de cloroformo, si no se hubiera desvanecido ya estaría despierto...- se disculpó Harry.
-Y no tendríamos que volver a escuchar radios y leer periodicuchos... apuntilló Manolo.
El silencio resignado que se formó después del suspiro general era comparable al que había en el sitio donde apareció Vicky después de que el gato se desvaneciera. Demasiada calma y un sitio demasiado extraño. Y más extraño aún era lo que le había dado Ónice (ni idea de dónde lo tenía guardado, oiga). Era un amuleto redondo, formado por dos serpientes entrelazadas; en su mente vino inmediatamente un recuerdo, y sin saber si llegó antes el recuerdo o la percepción, se dio cuenta de que ahora las serpientes se entrelazaban formando un ocho en el centro y se mordían mutuamente las colas. Casi sin apercibirse de lo ocurrido, se puso a buscar por inercia la inscripción "Haz lo que deseas" y donde aparentemente antes no había nada, Vicky descubrió la inscripción "Tu was du willst". Se le ocurrió la idea de que un colgante como ese debería tener nombre y por simple similitud decidió llamarlo Auryn. Esbozando una sonrisa, pensó que para llevar a cabo una gran búsqueda se necesita un gran compañero de viajes. Cerró los ojos y sin dejar de sonreír formuló un deseo mentalmente. Al abrirlos allí estaba, flotando a su lado, majestuoso, tan largo y flexible como ella había imaginado, con sus escamas perladas refulgiendo con el fulgor del sol: el dragón blanco de la suerte.

Encorsetado en una especie de armadura, Diego abrió los ojos. Se sentía extraño, y no veía nada, apenas estaba empezando a volver a la consciencia y sólo escuchaba voces que parecían lejanas y borrosas, pero que poco a poco se iban haciendo más y más nítidas.

-Quitémosle la máscara- dijo Adrián, que quería ser protagonista de algo que no tuviera que ver con cuernos.

En otro lugar, un chico dormía apaciblemente sin saber lo que el destino le tenía reservado. Pero esa es otra historia y debe ser contada en otra ocasión.

miércoles, 3 de julio de 2013

109 serpientes entrelazadas

-Vale, lo único que yo saco aquí en claro es que quien no está desapareciendo, está dándose de leches con otra gente -suspiró Raoul.
-Admito sugerencias -dijo Rebeca.
-Quiero esnifar su purpurina -respondió Arturo-. Oooooommmm...
-Podemos preguntarle a ese -Raoul señaló al extraño personaje embutido en la armadura de Ofiuco-. Ni se ha movido ni ha hablado desde que ha empezado este marrón.
-Con esa máscara que lleva, no hay manera de saber ni su género -protestó Rebeca.
-Un animal sabe lo que es y lo acepta -aseveró Arturo-. Ooooommm...

Raoul se acercó a Ofiuco.
-Esto... buenos días. Hace calor, ¿eh? -saludó el sabio.

Ofiuco no contestó.

-Disculpa a mi compañero -gruñó Rebeca-. ¿Es mucho preguntar quién eres realmente? Y si puedes darnos alguna clave sobre cómo resolver este problema cósmico, te estaríamos muy agradecidos...

Ofiuco no contestó.

-One for the money, two for the show -dijo Arturo-. Oooooommmmm...

Ofiuco no contestó.

-¿Has visto? ¡Tengo cuernos! -exclamó Adrián.

Ofiuco no contestó.

Antonio aterrizó a unos pocos metros de ellos, arrojado por los aires merced a un soberbio golpe de su enemigo íntimo.

Ofiuco ni se inmutó.

Todos miraron fijamente a Ofiuco.
-A lo mejor no está vivo y es sólo una armadura -musitó Raoul.
-¿Pruebo a quitarle la máscara? -preguntó Adrián.
-Pues quizás no sea tan mala idea -asintió Rebeca.
-I wanna wanna... Ooooooommmm...

De modo que Adrián se adelantó y extendió sus manos para quitarle la máscara a Ofiuco...

Continuará
 

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