Este es el previo del capítulo de esta semana del serial de la mujer de rojo. Es un previo porque como experimento se bifurcará en dos (o más) continuaciones. Una es de Drenas, el autor original que ha ayudado con el capítulo. Y será la continuación oficial. Luego veremos otras versiones (lo que pudo ser y no fue). En fin, que si quieren repasar el pasado...: Investigando el incendio de la casa de la mujer de rojo, carta desde la carcel de un detective desesperado, ¡A por la fotógrafa misteriosa!, Amigos, enemigos, confidentes, aliados..., Y el loro puso las cosas en su sitio, Dilema sobre el secuestrador enmascarado, La venganza de la becaria y Detectivator II: el juicio final (primer round), Sueños calientes, sábanas ardientes y La mujer de rojo, el subconsciente y las vueltas que da la vida e Investigando entre la chamusquina y La guarida de la mujer de rojo.
Otro capítulo más, aunque esta vez se trata de la primera parte y tendrá la continuación de Drenas mañana y la mía pasado, y si alguien se anima de aquí a allá, pues así sucesivamente. Si se presentan muchas, se votará la mejor, y se llevará un premio.
El detective salió de su celda para ir al teléfono. Al pasar por delante de la celda de Drenas, este lo saludó con una sonrisa que solo se podía describir como irónica, como si supiera lo que estaba pensando en aquel momento y se mofara de él. Al llegar al teléfono los guardias lo dejaron aparentemente solo, quizá porque solo había un sitio por donde escapar y es donde ellos lo estaban esperando. Cogió el auricular y se lo puso en la oreja.
-¿Hola?
-Hola detective- dijo una voz distorsionada e irreconocible -ya ves que aún hay alguien que se acuerda de ti.
-No sé quien eres, pero algo querrás de mi para haberme llamado
-¿Ya te pones a la defensiva antes de empezar a hablar?. Ocultas muchas cosas, algunas que quizá no recuerdes y otras que quizá no quieras contar.
-Bien, ¿qué quieres de mi?
-Información por supuesto
-¿Y qué obtengo a cambio?
-Por lo pronto tiempo, y luego quizá libertad
-Sabes que quizá no pueda ayudarte, y sin embargo me llamas. Estarás desesperado si recuerres a esto. Sabes que este teléfono está pinchado, que esto será grabado y que la información es un bien muy deseado y que mueve mucho dinero. ¿Por qué lo haces así?
-Porque lo que vamos a hablar es igual de valioso para todos y da igual que lo sepa todo el mundo. A estas alturas, no vas a contar nada que no se sepa. Y te acuerdas de algo valioso, por ahora da igual; no te matarán, aunque no lo sepas tienes apoyos importantes fuera.
-Anonadado me dejas. Empiezo yo: ¿quien eres?
-Soy nadie.
-Ajá, entiendo. ¿Acaso me ves cara de cíclope? ¿te parezco Polifemo? pero bueno, te seguiré el juego. ¿Cómo prefieres que te llame, Odiseo o Ulises?
-Dejémoslo en Penélope, que te espera tejiendo y destejiendo el lienzo e inventando mil ardides dando largas a sus pretendientes.
-¿Insinuas que Ulises soy yo?
-¿No fue tuya la idea del cabayo de Troya? ¿No estás pasando mil penalidades por culpa de tus trabajos? ¿Acaso los dioses no te están castigando por atreverte a despreciarlos y no darles tributos y hacer holocaustos para agasajarlos y rendirles homenaje?
Ante esas palabras, un recuerdo, un flash iluminó algunos recodos de su mente. Ahora recordaba cómo había logrado infiltrarse en cierta organización para conseguir pruebas para incriminar al Don. Y ahora veía claro todo el plan de acoso y derribo al que se veía sometido. Los paralelismos con la odisea no acababan ahí, su matrimonio, la felicidad con su mujer... ¡nada había sido casualidad!. La que antes le parecía la persona de su vida, a la que había amado con todo su corazón y a la que había sido fiel... pese a todo, ahora se le antojaba la ninfa Calipso, la que lo había encerrado en su isla de ensueño y lo había alejado de lo que en el fondo sabía que era lo que más quería.
-Oye, esto no me cuadra. ¿Me quieres decir entonces quién es telémaco?
-...ya tu lo sabes...
-¿?... bueno, dejémonos de historias y volvamos al caso. Con tus palabras he recordado algo sobre la operación caballo de Troya, pero necesito recordar más. Aún no tengo claro nada, ni tus intenciones, ni cómo lograrás sacarme de aquí, ni nada. Necesito saber qué buscaba exáctamente para irritar a Poseidón el tempestuoso, para hacerle batir sus alas y provocar las tormentas que hicieron encayar mis negros barcos en la afilada costa.
-Tiempo al tiempo. Y déjate ya de imitar a Homero, que tú no tienes nivel literario para eso. Mis intenciones son salvarte el pellejo para luego poder saldar cuentas. Si todo sale bien, te sacará tu amigo el juez, pero todo está en el aire. Es muy difícil tener claro qué va a pasar.
-¿Acaso no lo sabes?
-No tengo todos los datos, hay cosas que solo sabes tú. O deberías. Y sin esos datos estamos perdidos.
-Sé que logré colarme, sé qué iba a buscar. Creo que conseguí la información, pero ahora solo tengo vagos recuerdos. No sé si hice alguna copia o solo lo tengo en mi cabeza. Necesito más tiempo para recordar.
-Que no recuerdes nada te salva la vida. Por ahora confían en tu falta de memoria, pero solo es cuestión de tiempo. Si no hubiese sido así ya te habrían matado, aunque lo han intentado un par de veces. Por ahora solo quieren meterte en el manicomio, una forma rápida y sin levantar sospechas de deshacerse de ti. Saben que en la cárcel aún puedes serles muy molesto y tu asesinato levantaría demasiado polvo. Ah, y no olvides que si el loro es Poseidón debe de haber algún Zeus por ahí. Y un Apolo.
-Si, y Dionisio también ronda por ahí, con la botella en la mano metido en una de estas celdas.
-No te mofes de Drenas. Aún puede sernos útil; de hecho, te recomendaría que miraras bajo tu camastro cuando vuelvas a tu celda. Encontrarás algo con lo que comunicarte con él. Según parece, ha sido contratado por Troglo para ciertos menesteres, y creo que hará de enlace contigo. Nuestro Apolo también puede ser un buen aliado, en tanto en cuanto sería capaz de enfrentarse al mismísimo Poseidon llegado el momento. Dependiendo de cómo lo armemos podría tener éxito.
-¿Quieres decir...? Apolo, hijo de Zeus. Poseidón Hermano de Zeus... ¿insinúas que Troglo es una especie de agente doble y que por eso se está interesando en mi para obtener información para derrocar al Don?
-Vaya, te va costando cada vez menos. Se nota que la ausencia del alcohol en la sangre te está sentando de maravilla.
-Si, pero sustituir al Don por otro Don peor no me hace tampoco demasiada gracia. ¿Y quién es ese que está por encima del resto de los dioses?
-Si te lo dijera tendría que matarte.
-¿Y qué me dices de Atenea?
-Cuentas con el favor de Atenea ¿qué más quieres saber?
-¿Por qué no me creo que tu seas Penélope? ¿quién eres tú en realidad?
-De acuerdo, pero tras esto no te dejaré hacer más preguntas. Digamos que soy otro agente de Troglo, aunque me deberías llamar Hera.
-¿Esposa de Zeus? tampoco termino de creérmelo...
-Ahora da igual. Solo necesito que me digas otra cosa. ¿Alguna vez conociste a la hermana gemela de tu esposa?
-Sólo como la mujer de negro. Me sorprendió que tuviera una hermana.
-Pues no deberías. Es parte de tu pasado.
-¿que es parte de mi..? ¡ha colgado!
De vuelta a su celda, iba rumiando todo lo que había escuchado. Echó una mirada a la celda de Drenas y volvió a ver esa sonrisa que tanto detestaba en su cara. No entendía como podía saber las cosas antes que él, siempre parecía saberlo todo. Quizá por eso siempre recurría a él cuando necesitaba información. Al llegar a su celda y tras esperar unos momentos prudenciales a que se alejaran los guardias para no llamar la atención, se puso a tantear bajo el camastro, y allí estaba. No era un móvil, pero si estaba en la carcasa de un móvil. Parecía más bien un intercomunicador casero. Lo encendió y se puso a la escucha.
Otro capítulo más, aunque esta vez se trata de la primera parte y tendrá la continuación de Drenas mañana y la mía pasado, y si alguien se anima de aquí a allá, pues así sucesivamente. Si se presentan muchas, se votará la mejor, y se llevará un premio.
5 comentarios:
Hola!
Te invito a que participes en el concurso de mi blog: www.silencioencadenado.blogspot.com
Vaya, gracias.
¿Y quién es Apolo? uy ahí me he perdido, je je je.
el premio relato de oro supongo XDDDD
Troglo, si no me equivoco :D
Si, relato de oro.
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