-Y como te decía, ese conjunto que llevas es muy mono, pero no es todo lo fashion que debería, al contrario...
-Te voy a enseñar lo fashion que es mi naginata si sigues hablando de moda...
-¡El vinoooo que tieeeeneeee Asunción no es blanco, ni tinto, ni tiene colooooooorrrr! -cantaba Adrián.
-Me permito indicarles que he dejado limpio y reluciente el pasaje de la derecha, por si los señores prefieren no mancharse los pies...
-¡Oich! ¡Muy bien hecho, Ambrosio! ¡Vamos para allá!
-Este tipo debe tener poderes mágicos -murmuró Rebeca-. No es posible que una persona normal sea capaz de limpiar tramos de alcantarilla de la manera que lo hace él...
-¡Los borraaaaachooos en el cementeeeeeerioooooo...!
En el momento que Laurita, Adrián y Rebeca entraban en el pasaje de la derecha, se encontraron con un callejón sin salida.
Laurita se volvió:
-¡Ambrosio, tonto! ¡Has limpiado de más! ¡Aquí no hay salida!
-Lo sé, mi querida guarrilla -respondió el mayordomo.
-¿Qué?
Una pesada reja cayó desde el techo, aprisionando a los tres Sabios y dejando fuera del callejón a un Ambrosio que sonreía cínicamente.
-¡Ambrosio! ¿Qué significa esto? ¿Quieres que te despida? ¡Siempre creí que eras algo mejor que el proletariado medio, pero veo que estaba equivocada! ¡Sácame de aquí! ¡Ahora mismo!
-No -respondió el mayordomo.
La energía comenzó a crepitar alrededor de Laura.
-¡QUEMESAQUESDEAQUÍIIII!!!!
Y un enorme rayo de energía surgió de las manos de la niña hacia la verja... y se disipó en lucecitas inofensivas.
-¿Eh?
-Antimagia -explicó Ambrosio con una sonrisa-. Ninguno de vuestros poderes mágicos funcionarán aquí. Y la prisión es a prueba de las artes marciales de Rebeca. Está todo planeado.
-¿Quién eres realmente? -preguntó Rebeca.
-Podríamos decir que soy una Sanguijuela Mágica -respondió Ambrosio-. Durante años hice el papel de servidor en la casa de Laura, pero era porque sabía el potencial mágico de la criaja. Os he investigado a todos... y sé perfectamente como venceros y hacerme con vuestros poderes...
-¡Estás despedido!
-¿Por qué no nos has matado ya?
-¡Asuncióoooon!!!
-Porque muertos no servís de cebo para el resto. De quien sí me voy a ocupar ya es de Hambre. Tranquilos, es un asesino en serie y un auténtico cabrón. Así que se merece lo que le haga. Lástima que, con el tiempo, también tenga que haceros cosas parecidas a vosotros, a Raoul, a Fran, a Alba...
En ese momento, Ambrosio comenzó a sacar de sus bolsillos un montón de plantas y a colocarlas por todos los lugares de la cloaca.
-¿Qué es eso? -se extrañó Rebeca.
-Como os dije, sé como venceros a todos vosotros. Esto es hierba gatera. Tengo mis motivos.
Y después de dejar un montón de hierba gatera por todo lugar, Ambrosio se alejó en busca de Hambre, dejando a nuestras heroínas aprisionadas junto con un especialista en suerte... pero a quien la suma de la antimagia y la bebida, le habían provocado la mayor resaca que jamás un Sabio tuvo...
Continuará
jueves, 31 de enero de 2013
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