Hoy estoy nervioso. Esperando en las vías del tren, viendo como salen y llegan y como se mueven los pasajeros dentro y fuera de estos monstruos mecánicos. Y sentado en el andén te aguardo, como hacía tiempo que no aguardaba a nadie. No puedo esperar a ver tus ojos de nuevo hacer temblar a los míos. A tus manos tocarme la cara. A tu sonrisa secar las lágrimas que no pude o no supe llorar. A tus labios volver a incendiar mi espíritu. Tu cara me trae muchos recuerdos, no todos gratos, pero en mi memoria intento guardar siempre los mejores. Y entre la gente apareces tu. Ya no siento el ajetreo que nos rodea, mis sentidos ignoran los ruidos y los gritos, el tiempo se detiene y ya no hay prisas ni importan las esperas. Ya estás aquí, me da igual que tardes un segundo o varios minutos en llegar hasta mi. Contemplarte me llena más de lo que yo hubiera esperado, emociones dormidas asaltan mi cuerpo. La primera impresión al verte es un vago sentimiento de familiaridad. No es extraño lo que sucede, ya había vivido esto antes. Tu eres la misma, no has cambiado, sigues igual de guapa y atractiva que siempre, la misma simpatía, la misma elegancia, los mismos gestos, los mismos movimientos que delatan la energía con la que siempre te mueves y que te desborda tomando vida propia a tu alrededor. Es la magia que irradias, el embrujo que desprendes. Por eso me enamoré de ti. Y sin embargo las cosas se supone que habían cambiado. Ya no podía quererte, ya no podías ser mío. Y sin embargo ahora... ahora todo volvía a encajar en su sitio. Aunque no pudieramos ser más que amigos, esta vez parecía que eso nos iba a valer. Habíamos aprendido a vivir el uno sin el otro, y el verte aquí a mi lado de nuevo, simplemente sentirte otra vez cerca, compensaba todo lo que no podíamos tener. Esto es lo bonito de los reencuentros: todo es diferente, pero nada ha cambiado.
miércoles, 16 de septiembre de 2009
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6 comentarios:
Se nota ke esta entrada va dedicada a alguien especial, pero al leer lo del tren me pregunto si vive en tu misma ciudad.
Un saludo desde tierras francesas
Este no es un blog personal, aquí no cuento mi vida, aunque cualquier escritor siempre mete algo de su propia experiencia en cada cosa que hace. No voy a reencontarme con nadie.
pues deberias, yo te dare el nobre de unos cuantos sitios dnd te puedes reencontrar :P
Kien me ha copiado el país de destino??
te lo mereces por plagiarme a mi continuamente
:p
Pablito clavó un clavito en la calva de un calvito, en la calva de un calvito Pablito clavó un clavito.
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