Nunca pensé que la selva sería tan dura... sin lo maravilloso que resulta encontrar estos especímenes tan raros y tan valisos por todos lados, la preciosa naturaleza abriéndose camino por doquier... no sé que hubiera sido de mi. Debo estar aprendiendo más en estos meses que en años de facultad; no en cuanto a mi especialidad, aunque si que he aprendido cosas. Me refiero en cuanto a la vida, al desarrollo de los ecosistemas, de los animales salvajes, de las personas, a moverme por la jungla... a sobrevivir. Que no es poco. He conseguido mucho en poco tiempo, pero también es cierto que sin ayuda hubiera muerto hace tiempo. Es todo tan extraño y peligroso... como cuando fui a observar más de cerca aquella flor tan curiosa. me tenía intrigado. Suerte que me apartaron a tiempo, era una suerte de adormidera gigante, por lo que ahora sé podía haber tumbado a un aullador y haber dejado medio lelo a un hombre corpulento. Afortunadamente aún llega el satélite en algunas clareas, y mi equipo informático aguanta. Por algo costó el fortunón que costó. Las cosas hechas a medida son así, pero si quieres traerte tecnología a la selva, tiene que ser realmente buena y aguantarlo todo. Pero gracias a él sabemos que vamos en buena dirección. Pese a lo que Sam dijese, los cáculos de nuestra posición no son tan inexactos. Él siempre se llevó por sus dotes de explorador, el niño boy scout siempre dando consejos... nos hubiéramos perdido con él, nos hubiéramos desviado demasiado. Al menos yo sé la posición exacta de la tumba y la nuestra, él solo se guía por corazonadas y por las vagas descripciones de aquel viejo pergamino. Si hubiera leído a nostradamus hubiera sabido que ese pergamino se podía haber interpretado de miles de maneras distintas. Pero bueno, él nunca fue un científico, nunca podrá entenderlo, se guía demasiado por la mística. Afortunadamente Jack no es como él. Jack es el único en que se puede confiar en esta selva. Siempre altruista, siempre arriesgándose por los demás, siempre tomando las decisiones, por muy duras que sean, siempre dando la cara. Al contrario que los otros fantoches, que vete a saber por qué se unieron a esta expedición. Él me comprende y nunca me hubiera dejado fuera de esta aventura.
Lo que no entiendo es por qué trajimos a Alfred. No ha sido más que un estorbo desde el principio. Vale que pueda haber aportado algo de logística, pero nada que no hubiéramos podido pagar entre yo y Jack, pese a que mi sueldo es relativamente humilde. Lo de Jack es diferente, por el emporio de su padre. Lo que si que no he terminado de comprender es lo de traer al gorila. Jack dice que era lo mejor, que ya que necesitábamos un guardaespaldas mejor alguien conocido y con buena reputación. A veces Jack me parece demasiado optimista e ingenuo.
La salud de Alfred me preocupa. Ya le he administrado un equivalente a antibióticos a base de raíces maceradas y parece no mejorar. Si sigue así puede morir en una semana, aunque esto no se lo he dicho a nadie. Les doy esperanzas, les engaño, pero en el fondo todos saben lo que hay. Todos menos Jack, que confía en mi en contra de todo criterio. Lo intentaré con otras plantas si me tropiezo con ellas, pero no albergo grandes esperanzas. De hecho, no me importaría que muera, aunque vaya en contra de mis convicciones. Quizá aún le de tiempo de ver el templo antes de morir; aunque no sé si será un consuelo para él, no creo que se embarcara en esta expedición para eso.
5 comentarios:
antibióticos a base de raices maceradas...uy uy uy....a envenenamineto suena esto....intriga....
PObre Jack...
¿a que si Little? XD
Mamen no digas esas cosas.
A ver cuando empiezan las muertes, Mister.
Salud.
Es que pensaba cargarme a Jack, pero entonces Mamen dejaría de leerme... y de hablarme.
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