Si, estás ahí tan tranquilo, tan absorto en tus cosas, tan ensimismado, tan concentrado... o también completamente distraído, sin prestar demasiada atención a nada, tanto da. En ese preciso instante, ya sea precedido por una sutil preparación cerebral (a veces si no estás predispuesto no tienen el mismo efecto), ya sea irrumpiendo sin ninguna estimulación previa, surge como una chispa, una cosa minúscula que provoca un efecto impropio de su tamaño y condición, inflamando el aire saturado de energía cotidiana de alrededor y los secos recuerdos olvidados prenden en llama, arrasando con todo lo que los rodea. Así es como cosas que uno pretendía haber encerrado, cosas que uno pensaba que había conseguido olvidar, cosas que uno tenía por superadas surgen de repente y lo llenan todo por unos instantes, desconcertando y rompiendo a las personas que ingenuamente creían que ya no les afectaría. Es el poder del pasado. Es la fragilidad del futuro. Es la impredicibilidad del presente. Es la magia de la mente humana, capaz de aguantar inalterable los momentos más duros y derrumbarse en los momentos de calma, a solas, cuando nadie puede ver las lágrimas que han ganado la batalla y resbalan hacia el suelo.
domingo, 19 de septiembre de 2010
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5 comentarios:
Estupendamente bien descrito el funcionamiento y los resultados que produce.
Salu2
Muy buena aportación. Con ciertas frases me he visto muy reflejada XD
Me ha gustado mucho, de veras.
¡Un abrazo!
Hay gente que vive con el cerebro en carbonilla, con lo malo que es vivir anclado en el pasado...
Gracias Pattry!
Pero un día dejan de hacerte daño... Antes o después todo se supera, ésa es la parte buena. Besitos!!!!
Tranquila, yo me he puesto en un sitio cerrado al vacío, así que por mucha chispa que haya... ostras, creo que estoy empezando a ahogarme... esto no lo había pensado... arrrghh...
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