Raoul encontró a codicia y al viejo maestro completamente borrachos y abrazado el uno al otro... por un momento pareció desconcertado, pero luego, henchido de rabia y dolor, entonó las siguientes palabras:
-¡Codicia! ¡mi nombre es Raoul Montoya! ¡tú mataste a mi padre! ¡prepárate a morir!
-EEEeeheeps paaara hijooo
-¿Cómo que pare? ¡es Codicia! ¡cuando fue Peste robó el alma de mi padre y lo transformó en esa... cosa! ¡me ha arrebatado todo cuanto quería y respetaba en esta vida! ¡nací marcado por la muerte de mi madre en el parto y crecí desgraciado por abandonarme mi padre por su culpa! toda mi vida me he educado (es un decir), entrenado y preparado para este momento... ¿y me dices que pare?
-Seeeeee.... verrrás... esqueste ya nooos coddddisssia.
-¡Y una mierda!
-Raoul...
-¡Tú no te metas!
-Yo...
-tú, él, nosotros, vosotros y ellos, si, ya lo sé.
-...YO soy tu padre.
-Aysss la madre. Te voy a coger y te...
-Nononooooo paraaaaaa... que essssenserio, vuerve a serrrrrr tu padre.
-¡No cuela!
-Asssí no puedo habbblar contijjjooo... spperaaunmomento...
y entonó un hechizo de sobriedad. Bueno, lo intentó un par de veces, ante un alarmado Raoul que in extremis esquivaba los hechizos que brotaban de sus dedos. Antes de conseguirlo finalmente, algunos clientes del bar que no pudieron escapar a tiempo terminaron convertidos en batracios, arenques o beholders. Los últimos, que antes curiosamente eran los clientes más borrachos, resultaron ser los más latosos, pesados y difíciles de sacar del bar. No difería mucho de lo normal en este caso.
-Bien esto está mejor. Como iba diciendo, ya no es codicia... ¿recuerdas aquel holding empresarial con tantos beneficios que Codicia arrebató al padre de Laurita? pues resulta que era una trampa. El muy cabrón del ambrosio destapó un complejo entramado financiero que se dedicaba a blanquear dinero del narcotráfico, la trata de blancas y el tráfico de armas, compra de votos, y amaño de eventos deportivos y el holding se ha hundido completamente y Codicia se ha arruinado de la noche a la mañana. Políticamente tal escándalo lo cual y muy irónicamente, le ha convertido en un apestado (muchos en su propio partido ya le tenían ojeriza y han aprovechado pa lincharlo, claro). Y sin recursos para conseguir poder e influencias se ha venido abajo y ha perdido fuelle hasta desaparecer absorbido por ese mayordomo maldito.
-¿Entonces ya no existe codicia? ¿de quién me vengaré yo ahora?
-Pues de Ambrosio, claro. De hecho, el muy cabrón de codicia lo vio claro y se fue voluntariamente con el mayordomo.
-En fin, pues pallá voy...
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