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Las películas de animación 3d han sido tradicionalmente un coto de caza de las grandes multinacionales de la animación. Grandes presupuestos en infraestructuras, en y personal (enormes granjas de renderizado, programas de modelado, animación y edición ultraprofesionales y carísimos, pocas personas cualificadas, etc) alejaba de las pequeñas empresas o de la gente común cualquier gran proyecto de calidad. Pero las cosas están cambiando; ya no hace falta pagar para conseguir un software de modelado y animación 3d, ni recurrir a la piratería: con blender y sus múltiples complementos es posible conseguir resultados profesionales. Ya no hace falta gastarse un pastón (o de nuevo recurrir a la piratería) para realizar edición y postprocesado de imágenes y video, existen programas como cinelerra o gimp (heredero del anterior pero orientado a video en lugar de a fotos) o incluso diseño vectorial con inkscape y muchos otros para conseguir colarse como soluciones pujantes en los múltiples niveles de la industria audiovisual. Ya no hace falta gastar tanto dinero como antaño para tener potencia computacional suficiente como para renderizar una película completa a alta definición... el mundo de la animación 3d está llegando a la gente de la calle. Y para demostrar que con software libre y muchas ganas se pueden conseguir resultados similares a los que nos brindan las grandes, muchos voluntarios se han unido para realizar grandes proyectos, el último de los cuales es Sintel. Y por si fuera poco, estas películas cuentan con licencias libres: se pueden descargar y distribuir sin coste alguno, para disfrute de la gente (aunque si les echas una mano comprándoles un dvd tampoco les vendrá nada mal). Aquí van: