-¿Por qué me ama usted? -preguntó desde su rincón.
Walter abrió los ojos. Pasaban frente a un farol de la calle. Su luz cayó sobre el rostro de Lucy a través de la ventanilla del taxi en marcha. El rostro se destacó por un instante, pálido contra el fondo oscuro, y se desvaneció de nuevo en la oscuridad: una máscara pálida que lo había visto todo y que mostraba una expresión de desprendimiento divertido y una languidez dura y un tanto fatigada.
-Eso es lo que yo acababa de preguntarme -respondió Walter-. Y me decía que mejor me hubiera sido no hacerlo.
-Otro tanto diría yo. No es usted precisamente muy divertido cuando se pone así.
"¡Qué fastidiosos -reflexionó ella-, estos hombres que se figuran que nadie ha conocido jamás el amor!" Con todo, Walter le gsutaba. Era atractivo. No; "atractivo" no era el término propio. Atractivo como posible amante: esto era precisamente lo que no era. Más bien "conmovedor" ¿Un amante conmovedor? No era precisamente su tipo. Con todo, le gustaba. Había en él algo muy lindo. Además era inteligente, sabía ser un compañero agradable. Y por fastidiosa que fuese, su enfermedad amorosa lo hacía al menos muy fiel. Esto, para Lycy era muy importante. Tenía temor a la soledad y necesitaba que sus galanes estuvieran siempre prontos a servirla. Walter la servía con una fidelidad perruna. Pero ¿por qué tenía a veces aquel aire de perro bajo el látigo? Tan servil. ¡Qué imbécil! Lucy se sintió súbitamente irritada por su servilismo.
-Walter, Walter -dijo en son de burla, poniendo su mano sobre la de él-. ¿Por qué no me habla usted?Contrapunto - Aldous Huxley
viernes, 19 de noviembre de 2010
Servilismo perruno
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2 comentarios:
Normal que la mujer no hubiera contestado... Que alguien te guste no significa que lo ames... Y por lo que después piensa, se ve que no lo ama, simplemente no quiere estar sola, y sabe que él va a estar ahí, es utilizar a una persona para evitar la soledad... (Otra cosa es que sí esté enamorada de él pero no se haya dado cuenta, claro). Besitos!!!
Me da que la señorita Tantamount no se enamora de nadie. Más bien se dedica a diseccionar casos y a divertirse con ello.
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