Esto tarda mucho en empezar, dicen por ahí que algunos chicos han llegado tarde. Mis papás y yo llegamos bastante temprano. A mi padre le gusta ser puntual. La verdad es que estoy un poco nervioso. Ya ha empezado, ahora a esperar mi turno. Estoy un poco nervioso, estas cosas no me suelen gustar mucho. Pero me eligen a mi para que lo haga. Pienso que soy bueno, pero no me gusta que me vea la gente. Estoy incómodo, no me va la corbata y me aprieta todo. Me llama mi directora y me quiere dar ánimos, como si no supiera lo que tengo que hacer. Lo que me preocupa no es eso, no me gusta lo alto que suena todo. No me oigo a mi mismo casi. Mira, los otros niños se ponen en movimiento. Me están haciendo señas. Oh no... no quiero, me da mucho miedo. Hay un montón de gente, está todo lleno. Me pongo a buscar a mis padres entre el gentío y no los veo... es una sala tan grande... no tanto como aquel otro teatro, pero si muy grande. Y el techo, está muy alto. Me gustaría saber como se ven las cosas desde ahí arriba. Me toca salir. Pues no estoy tan nervioso, aunque me da algo de corte, hay mucha gente. Míralos a todos, me están mirando a mi. Pero aún no me toca. Aunque se va acercando el momento. Ahora si que me estoy empezando a poner nervioso. ¿Y si me sale mal? ¿y si desafino? y encima en francés, si yo no sé nada de francés. Basta con vocalizar bien decía mi profesora de canto. Y aprendértelo bien. Como si tantos ensayos no hubieran servido para nada... ahora tranquilo. Ya me toca. Oh no, ya me toca ya me toca.. ya me toca... que nervios.. como aprieta todo. Odio esta corbata y lo alto que suena todo. Tendré que cantar alto. Y el pinganillo este que me ponen para poder oírme. No me gusta, me siento incómodo. Mierda ya me toca ya me toca ya...
Y empecé a cantar, sin pararme a pensar en nada, solo en intentar terminar lo antes posible. Quería irme de allí, no aguantaba más el ambiente, estaba muy nervioso y no podía aguantar más la corbata y la gente, todos mirándome a mi. Quiero salir de aquí, quiero terminar con esto... vale, ahora a que acabe la orquesta de tocar. Vale, ya me voy. Oh no, la directora me llama. No quiero no quiero, quiero irme. Vaya por dios, no quiero saludar al público, yo lo que quiero es marcharme. Eso es, me voy lejos, me da igual que lo haya hecho bien o mal. Y el público sigue aplaudiendo... ¡quiero irme! ¡quiero que pare el miedo! ¡yo no quería hacer esto, no tengo culpa de tener la voz que tengo!
Y empecé a cantar, sin pararme a pensar en nada, solo en intentar terminar lo antes posible. Quería irme de allí, no aguantaba más el ambiente, estaba muy nervioso y no podía aguantar más la corbata y la gente, todos mirándome a mi. Quiero salir de aquí, quiero terminar con esto... vale, ahora a que acabe la orquesta de tocar. Vale, ya me voy. Oh no, la directora me llama. No quiero no quiero, quiero irme. Vaya por dios, no quiero saludar al público, yo lo que quiero es marcharme. Eso es, me voy lejos, me da igual que lo haya hecho bien o mal. Y el público sigue aplaudiendo... ¡quiero irme! ¡quiero que pare el miedo! ¡yo no quería hacer esto, no tengo culpa de tener la voz que tengo!