Pruébame blogger!

Para muchos la película más triste que se ha hecho. Es hermosa, pausada, triste y melancólica. Como la mayor parte del cine de animación japonés, se recrea mucho en los paisajes, en el devenir del tiempo, en las emociones contenidas y en las expresadas, en los detalles que se muestran y en los que se ocultan. Desolla sin prisa pero sin pausa la infancia de los protagonistas arrancándoles poco a poco todo lo que tienen hasta el más triste final. Sin piedad, sin oportunidades, de forma emotiva y a la vez dura y fría. Las alegrías, las esperanzas, el consuelo, todo se les va arrebatando trozo a trozo hasta quitarles lo más preciado de todo: la vida. La tumba de las luciérnagas reviste de ternura el devenir de dos vidas humanas que sin merecerlo se ven abocadas a acelerar de manera muy prematura el inevitable destino.