Pruébame blogger!

Veíamos qué efecto tenía una bala sobre ciertas superficies, solucionábamos los problemas de muchas mujeres con sus pantalones, recomendábamos el nuevo reality de la tele: el ascensor, hacíamos campaña en favor de los reyes magos, linkamos páginas con juegos de conocimiento e inteligencia para que la gente demostrara que eran más listos que los niños de primaria (no, tampoco logramos atraer a los gafapastas al blog).

Como había mucha gente que aún no había cogido el concepto de que papanoé es algo contranatura, desvelábamos los secretos que rodean a esta encarnación antropomórfica del afán comercial navideño. Mostramos al mundo diversos prototipos de tetris de baja tecnología, una chica que deja por los suelos a cualquier jugador de fútbol de esos que cobran millonadas, espectaculares coreografías de bandas de música y terminamos con una frase de esas que hacen pensar (bueno, no mucho, que estábamos empezando... no es que ahora haga pensar mucho más, claro).

Empezamos a ver lo lo que se puede llegar a hacer con unos pocos legos y muuuucho tiempo libre (está claro que la gente se aburre en casa), una entrada tonta para poder colgar adornos navideños (que aún estaba verde con esto del blogger y tal y lo hacía así ¿qué pasa?), reflexioné sobre la peor pesadilla de un blogger que quiere hacer algo original en esta vida, sobre la hermosa creatividad que se desarrolla jugando a los videjuegos y un anuncio de viagra bastante... resultón. Y aún así seguíamos sin tener lectores...