¿Cómo? ¿cómo he podido hacerlo? se dijo sollozante Laura. Lo vi, lo vi claramente, lo vi correr a la desesperada intentando salvar a la mujer que sin duda ama. Lo vi anhelante y suplicante, vi el miedo en sus ojos, lo vi abrazarla antes de que mi ira expandiera mi magia hasta las mayores cotas de destrucción que yo hubiera jamás soñado. Lo vi gritar de dolor en una muda mueca desesperada, lo vi gastar todas sus fuerzas en absorber todo el daño e impedir que Alba sufriera el mínimo rasguño. Antes de eso vi a una Alba sorprendida, pero no vi odio en sus ojos. Lo que vi fue resignación. Quería acabar con todo, se estaba dejando morir, tenía el gesto sumiso y suplicante de quien sabe que todo se acaba y de que es lo mejor que podría pasar. Creo que no acabó de entender la naturaleza de la magia que se movía a nuestro alrededor. Creo que nadie realmente sabe qué narices está pasando. Ella cree que Fran la había dejado. Eso creía yo también. Pero ahora sé que no, que Fran siempre la amó, que Fran siempre la quiso y nunca fue capaz de hacerle daño, que todos hemos sido manipulados, dioses incluídos. Hay una fuerza superior, mentes que juegan con nosotros, cambiando voluntades, diseñando destinos, jugando con los hechos, con los sentimientos. Los he notado, justo en el momento en el que más forcé mi magia, justo en el momento en el que más poder canalicé a través de mi. Son... los demiurgos. Si, no pueden ser otros; las fuerzas primarias que mueven el universo a su antojo. Si no recuerdo mal, eran dos, o quizá eso lo leí en algún otro lado y estoy mezclando cosas. En fin, que estoy divagando. Alba quería morir sin saber que Fran la amaba por encima de todas las cosas, sin saber que no era culpa suya todo lo que estaba pasando, sin saber que a todos nos estaban manipulando. Y ahora Fran no está, se sacrificó salvando a Alba y yo estoy sola. Y la culpa de todo es mía; si antes fui desgraciada por no ser correspondida, ahora lo soy más, por haber matado al hombre al que amaba. Ojalá hubiera podido ser más madura y adulta y haberme enfrentado de otro modo a todo esto. Creo que va siendo hora de que arregle algunas cosas por aquí... pero estoy tan débil... tengo que intentarlo, aún puedo conseguirlo, creo que si coopero con Alba... no sé si ella querrá siquiera mirarme... pero se lo debo a Fran.
domingo, 14 de abril de 2013
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