Porque nos creemos el culo del mundo y a la vez una potencia superior de algún modo; no nos fijamos que solo somos una pequeña parte de nosotros mismos, y que incluso ni siquiera nosotros somos "puros". "Hispanos" de todo tipo y condición viven en este planeta orgullosos de su condición y amantes de unas señas de identidad que nos hacen únicos y reconocibles, hermanos en el mundo y a lo largo de todo el mundo. Pero aquí en España no paramos de mirarnos el ombligo y sentirnos más españoles que la propia España, y todos los que se sienten de alguna manera un poco diferente, aunque sigan sintiendo la "hispanidad" (por así decirlo) vayan a donde vayan nos empeñamos en verlos como herejes separatistas. Supongo que es un complejo que tenemos, una forma de inferioridad, somos el hermano pequeño y gritón que lo quiere todo y lo quiere a su gusto. En lugar de hacer piña y formar una familia que se apoye y crezca, en lugar de desarrollar valores de hermandad y comunidad entre gente que siente y habla como nosotros, en lugar de unirnos con las cosas que nos unen nos empeñamos en separarnos por las cosas que nos separan. Menos españolizar y más trabajar por permanecer unidos y atravesar juntos los problemas, que es mucho más fácil y mejor.
sábado, 13 de octubre de 2012
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2 comentarios:
Las nacionalidades, las leyes, las fronteras... la economía, incluso...
No son más que ficciones que nosotros mismos inventamos para... ¿qué? Quizás el motivo primigenio fuera facilitar la convivencia. Pero ahora son más importantes que la propia humanidad.
Filosófico me has puesto, joío...
La humanidad es especialista en inventarse necesidades y hacerlas imprescindibles, aunque no lo sean (o seguir manteniéndolas cuando ya no lo son)
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