lunes, 25 de febrero de 2013

84 años antes, todo esto era campo...

-...antes, antes... lo que se dice antes, me merendaba espartanos sólo para pasar el rato- sollozaba Guerra empapado en un rincón.
-¡ahiválahostia! ¡una botella de grog con una concentración del 90%! ¡es lo más puro que he visto! ¡¡y la botella no se desintegra!! ¡¡que fuete que fuete que fuete!! ¡¡morao me vi a ponerrrrr!!- soltó entusiasmado Adrián -. En fin, les llevaré un traguito, que no se diga que no me importan las mujeres... bueno, las sobrias la verdad es que pierden bastante...
-¡Se den prisa coño, que tenemos un Apocalipsis que detener!- gritó Rebeca, ya desesperada.
-Hacemos lo que podemos, hacemos lo que podemos...- respondió Antonio, lanzando bolas de fuego a su archienemigo Juanjo.
-Love is in the air...- canturreaba Arturo.
-¡Y una mierdita! ¡si estuviera fuera os ibais a enterar!- escupió con desprecio una atorada y cada vez más morada Laurita.
-¡No debes liberar a esa arpía, y la reina tenebrosa debe ser detenida ahora mismo! ¡Muerte ordena!- Respondió Juanjo, iracundo.
-Mierda cajero, no suelta ni diez eurillos para un bocata... yo... antes era rico...- se lamentó Maximo.
-Dios, eres lo más hermoso que ha habido nunca en el mundo... por qué desapareces ahora, que acabo de conocerte, por qué me abandonas justo cuando podíamos por fin dejarlo todo atrás y ser felices... ¿por qué? ¿POR QUÉEEE?- gritó Raoul a su doble, sollozando con honda emoción.
-Nunca se ha visto un tío tan narcisista, egocéntrico y pagado de si mismo, da hasta asco- dijo el gato, que ya más despejado de los efectos de la hierba había atravesado los barrotes sin esfuerzo aparente, como hacen todos los gatos que quieren escaparse de cualquier sitio.
-¿Qué... qué, cómo qué...??- dijo el viejo maestro, que se había quedado amodorrado cuando se sentó en el sillón para... mirar un mapa con los emplazamientos estratégicos de... bah, que se mataran los jóvenes entre ellos, que ya estaba viejo pa esas cosas...
-Argghrhwarfargharmfghgh....- brotó de la cabeza-parlante-cada-vez-más-muerta-de-Hambre.
-Mwhahahahahahah- sonó la risa Ambrosio, retumbando en las paredes de piedra.
-¿Cómo? ¿ya está?- dijo Zoe.
-¿Dónde está el chicarrón de hace un rato?- exclamó desilusionada Mel.
-No es por ustedes, chicas, yo... yo... no puedo...lo siento- balbuceó Fran.
-UHM... CURIOSOS ACONTECIMIENTOS LOS ACTUALES... NO VAN COMO YO HABÍA PREVISTO, QUIZÁ NO DEBÍ SOLTAR TANTO LA CORREA DE AQUELLOS DOS... QUIEN PODÍA PENSAR QUE JUANJO IBA A TOMAR UNA ACTITUD TAN PROACTIVA Y ATACAR PARA DEFENDERME MIENTRAS ANTONIO EN LUGAR DE ATACAR SE DEDICABA A EXPLORAR EL TERRENO... DEBÍ HABER INVERTIDO SUS PAPELES... SEA COMO SEA, AL FINAL SOLO QUEDA LA MUERTE.


domingo, 24 de febrero de 2013

83 años antes, no pasaban esas cosas...

-SE SUPONE QUE LOS JINETES NO LLORAN. QUE SOMOS MÁS FUERTES QUE ESO... QUE NO DEBEMOS TENER SENTIMIENTOS. QUE NO...
Guerra se derrumbó en llanto. Arturo le miró sin comprender. Pero un falso contacto en su cerebro le hizo cantar "Clavelitos". A Guerra, esa canción le traía muchos recuerdos, por lo que el llanto se hizo más tremendo...

Ambrosio sonrió. Hambre descuartizado y encerrado junto a los Sabios y el dichoso gato... Alba debería estar luchando contra Muerte en este momento, y uno de los dos caería... Codicia formaba ahora parte de él... todo marchaba según los planes. Era el momento de acabar con el Cuarto Jinete... y de paso, con ese cyborg metomentodo.

Ambrosio decidió acabar con Guerra de un modo sutil. Creó una oscura y horrenda mosca mágica en la palma de su mano y la llenó de toda la energía negativa que fue capaz de reunir. Y luego soltó el moscardón en dirección a Guerra.

Sin embargo, nunca llegó hasta él. "Clavelitos" fue sustituido de repente y sin razón aparente. Y el baile del caballo aplastó al moscardón.
-Sexy lady.

Ambrosio observó como Arturo comenzaba a bailar y de un rápido manotazo lanzaba al suelo su creación para luego pisotearla.

Pero el antiguo mayordomo no se dio por vencido. De sus ojos brotó un letal rayo invisible directo a la cabeza de Guerra.

Pero el baile del caballo no había terminado aún. Y con el paso lateral, el rayo impactó en una de las placas metálicas de la cabeza de Arturo. Y rebotó.

Ambrosio tembló de ira y frustración cuando casi pierde la cabeza debido a su propio rayo. Y todo por culpa de un androide idiota bailando.

El truco de la granada mágica. Ambrosio contó hasta diez y lanzó.

El giro de la muñeca de la canción.

Ambrosio tuvo que desconvocar la granada antes de que explotara en sus narices.

El truco del murciélago asesino.

Resulta que Arturo emitía ultrasonidos al cantar que volvieron loco al animal.

Ambrosio tuvo que sudar sangre hasta que consiguió quitárselo de encima.

El truco de...

No. Ambrosio tenía miedo de usar algún truco más. Se acabaron los trucos. Tenía que encontrar la manera de acabar con ese cyborg. Definitivamente...

Continuará

miércoles, 20 de febrero de 2013

82 años después...

...en una realidad alternativa (¿o es la de verdad?) el mundo había sido borrado por completo de la faz de la tierra. Ni siquiera abc, el país o la vanguardia pudieron aguantar la era de Internet. Sólo unos pocos sobrevivían a la tiranía de la duquesa (de) Alba, la momia no muerta gobernanta de las hordas de la oscuridad, los espíritus de las tinieblas y los títulos de la nobleza más rancia. La raza humana había sido esquilmada hasta dejarla en cueros, las mujeres guapas habían sido desposeídas de su belleza o muertas en el proceso de prolongar la vida de la duquesa, y los hombres perseguidos hasta su casi completa aniquilación por alguna extraña vendetta personal. La resistencia era liderada por dos intrépidos hombres, uno con la habilidad de ocultarse y de manipular las mentes de los demás, otro con arrojo y valentía fuera de lo común. Lo que se suele llamar un hombre con las pelotas de acero (aunque solo fuera a base de recibir golpes hasta hacer callo).

-¿Realmente crees que esa es la única solución?- preguntó Raoul.
-Si, lo creo. Será complicado, pero tienes que hacerlo- respondió un resoluto Fran.
-Sisi, ya, claro, tu tienes que quedarte y ocultar a la resistencia con la poca magia que tienes, y a mi me toca volver a jugarme el culo...
-(como con Guerra)
-...te he oído, y que sepas que los rumores son falsos... ejem, como iba diciendo, Volver A Arriesgarme para salvar al mundo...
-(por venganza como siempre, vamos)
-...te he oído, y que sepas que yo soy muy altruísta, no como otros, que abandonaban a sus compañeros para echar un kiki con la duquesa de Alba... yo al menos tengo mejor gusto...
-eh, que por esa época estaba buena...
-¿Ves? nunca has tenido buen gusto.
-Si, un viejo verde como tu, que se lanza por cualquier...
-¿Viejo? ¿te has mirado al espejo?
-Sólo por no haber usado la magia como tu, que te quedaste en la cincuentena (que es la edad donde las tías se pirran por los tíos, donde les parece que por fin son personas maduras y eso), no puedes acusarme de viejo. Pese al aspecto tu lo eres más...
-En fin, por donde íbamos... ah si, que me toca adentrarme en el castillo de la duquesa para robar un artefacto que ni siquiera tenemos claro que sirva para retroceder en el tiempo, jugármela usando el aparato y tener la suerte de caer en la época correcta en el momento adecuado y no, por ejemplo, en Hiroshima el 6 de agosto de 1945 o algo así. Y luego ver cómo coño se vuelve, claro.
-Podría ser peor, podrías aterrizar tres días más tarde en Nagasaki, que son 9 kilotones más...
-Gracias por los ánimos. Pero... ¿me quieres contestar al cómo voy a hacer eso?
-Pues fácil, porque no vas a hacerlo tu, voy a hacerlo yo. Eso la distraerá, querrá soltarme todo lo que lleva dentro desde hace tanto tiempo y me dará unos momentos para tomar el dispositivo.
-Ah. Y entonces lo lanzas por la ventana o algo y lo recojo yo y...
-No, no, no me has entendido, irás tú y nada más llegar al dispositivo saltarás en el tiempo, no necesitas ruta de escape. Lo que quiero decir es que irás como si fuera yo.
-Ya lo pillo. Menudo engaño más bobo. No picará, y si voy como si fueras tu las posibilidades de que llegue ante ella disminuyen tan rápidamente que dudo que llegue a enterarse de que era un engaño.
-Si picará, y lo que es mejor, te dejará entrar hasta la cocina. Si lo sabré yo, que la conozco...
-(ay pillín, la conoces hasta el fondo jijiji)
-...te he oído... como decía, te... me tiene tantas ganas que no me vaporizará inmediatamente. Como mucho mandará algunas hordas de no muertos a torturarme salvajemente un ratito o dos, pero lo importante es que me mantendrá vivo. Quizá utilice sanguijuelas psíquicas del Uzbequistán para chuparme el cerebro hasta convertirme en un vegetal podrido, a lo mejor use la vieja técnica de las estacas incandescentes ponzoñosas bajo las uñas, a lo mejor el viejo truco de atarme con alambrada electrificada y la no menos clásica azotaina con látigo lacerante-urticante seguida por una sesión de escurrámosle un limón y masajeémosle con sal. Pero seguro que llegas vivo, que es lo que importa.
-(pues va a ir tu padre)

Fran acogió con una enigmática sonrisa esta última frase apenas pensada por Raoul y pronto usó sus poderes para nublar sus pensamientos hasta el punto de que ahora Raoul estaba deseoso de entrar en el dichoso castillo y terminar la misión. 

-Así me gusta. Ya sabes que no te va a pasar nada aquí y que como premio tendrás a Mel y a Zoe del pasado (cuando aún estaban buenas, no los andrajos de carne que son ahora, tras tanta mala vid... tras vivir la buena vida durante tanto tiempo)... ¿cuándo quieres partir a realizar la misión?
-De inmediato, señor, si señor, a la orden señor.
-Muy bien...

La sonrisa de Fran se convirtió en carcajada. Al cambiar el curso de los acontecimientos ya no habría nadie capaz de rivalizar con su poder. Aquel mundo sería suyo. Para siempre.

martes, 19 de febrero de 2013

¿En el 80 naciste tú? Yo sí... casi en el 81, como nuestra entrega de hoy!

Estaba claro que Muerte había ocultado sus energías. Los espíritus invocados por Alba no eran capaces de encontrarle... Y Guerra no iba a chivarle nada. Seguía llorando sin consuelo, por mucho que Arturo le cantara por soleares.

Pero quizás otro Jinete sí supiera el escondrijo de Muerte.

Alba intentó contener sus propias lágrimas, pero era algo imposible. Podía notar claramente que Fran se lo había pasado muy bien con sus nuevas amiguitas. Putero. ¿Tanto la quería? Ella no volvería a confiar jamás en un hombre. En nadie. 

Hacía unas horas era una chica normal. Sólo le preocupaba aprobar los exámenes, que Fran se fijara en ella, tener un grupo de amigos... 

Ahora, era una chiflada que hablaba y convocaba a los muertos. Había perdido la virginidad con su querido Fran y nada más hacerlo, se había visto obligada a abandonarle para protegerle. Y el grandísimo cabrón no había perdido el tiempo. No podía culpar a Mel y Zoe por ser como eran. Culpaba a Fran por no resistirse...

Los muertos la trasladaron con sus etéreas manos hasta las cloacas. Uno de los Jinetes del Apocalipsis se encontraba ahí abajo, entre la inmundicia. Alba le sacaría la información de donde se escondía Muerte. A cualquier precio.

-¿Queréis sacarnos de aquí? -gritó Rebeca.
-Me gustaría hacerlo, pero no estoy seguro de cómo se abre esto -respondió apesadumbrado Antonio.
-Bueno, se trata de la pija asquerosa, de la cabeza parlante de un psicópata y de la mujer que me envía a una muerte cierta y que tiene como hobby vapulearme las pelotas -comentó Raoul-. Tampoco es necesario que nos demos prisa.
-Raoul, te juro que como salga de aquí...
-Que sí, que sí... pero esto es una trampa que actúa como una lamprea. Incluso yo puedo notar sus efectos debilitadores, y eso que estoy fuera. Y por medios físicos, no tengo claro que podamos forzarla o encontrar el mecanismo o algo... por cierto, ¿me puedes explicar cómo es posible que la cabeza de la pija quedara atorada?
-El crío pervertido, no sé como, salió entre los barrotes. Imagino que su suerte siguió funcionando lo suficiente, porque es algo materialmente imposible. Laura lo intentó y... bueno, ya ves los resultados.
-Algo hemos ganado -sonrió Raoul-. Tiene la mandíbula tan apretada que no puede lanzar esos gritos que te taladran el cerebro... aunque gracias a ellos os encontramos...

La mirada de Laura era un compendio de odio y orgullo herido.

-¡Alba! -exclamó Rebeca.
-Pues sí, quizás Alba podría ser muy útil con sus poderes de los muertos para abrir esta puerta, pero...
-¡Detrás tuya!

Raoul y Antonio se giraron. Alba estaba allí, con una expresión completamente neutra en su rostro atestado de lágrimas. Levitaba, y el aire a su alrededor parecía tiritar como el asfalto lejano en un día de verano. Pero cualquiera con la más mínima capacidad mágica, podría ver como eran cientos de espíritus demacrados los que portaban a la necromante.
-¿Alba? 

Raoul se dio cuenta inmediatamente de las intenciones de Alba. Se puso enfrente de ella y detuvo su avance.

Juanjo preparó su rifle de francotirador. Esa chica tenía el suficiente poder para desbaratar cualquier atentado mágico. Pero Muerte le había facilitado los medios para detenerla de un modo completamente definitivo... Raoul le había hecho un gran favor deteniéndola. Tenía un blanco fácil. La mirilla apuntaba a la sien de Alba...

Sonó un disparo. 

Nadie supo al principio qué había pasado... el disparo no lo recibió la cabeza de Alba. Lo recibió el pecho de un hombre de unos cincuenta años, de extraordinario parecido a Raoul.

Mientras Antonio se lanzaba en pos de Juanjo para retomar su trifulca, Raoul y Alba se arrodillaron al lado de quien había salvado la vida de la niña. Un charco de sangre crecía debajo de él.
-¿Quién coño eres tú? -preguntó Raoul.
-Hola. He venido del futuro para traerte la solución a las manchas más... ah... olvídalo... demasiada sangre para que me apetezca hacer bromas... soy tu yo futuro... el Raoul del futuro... robé una máquina del tiempo y violé todas las leyes de la termodinámica para salvarle la vida a Alba.
-¿Cómo? -Alba estaba en shock.
-Yo detuve tu avance -dijo el moribundo Raoul del futuro entre esputos sanguinolentos-. Fue por mi culpa que recibieras ese disparo. He pasado décadas llorando por ese error. Tenía que impedirlo, aunque fuera en una realidad paralela a la mía. Te quiero, Alba...

Y el Raoul del futuro expiró, disipándose en un montón de luces de colores.
-What the fuck... -comenzó a decir Raoul.

No pudo añadir nada más. Alba, al grito de "mi héroe, mi héroe", se lanzó llorando a los brazos del Raoul del presente, comiéndolo a besos.

Raoul, por su parte, sólo podía pensar en cuanto necesitaba una jarra de litro de cerveza... o dos... o cinco... o más...

Continuará

lunes, 18 de febrero de 2013

Uno potito y lleno de poesía






Para el señor Jotacé y su famoso día mundial de enaltecimiento posaderil (que por si hay alguna duda, se celebra hoy), acto precursor del PMDDM, uno bonito y lleno de poesía (sacado de aquí).

sábado, 16 de febrero de 2013

80... aquel maravilloso año... (lo repito porque ahí nacieron dos estrellas que iluminan el firmamento y todo eso... ¿verdad que si?)

-Antimagia antimagia... ¡AMBROSIO, QUE TE LAS VAS A GANAR! ¡VEN AQUÍ AHORA MISMO Y SUÉLTAME SI NO QUIERES QUE EMPIECE A HACER Y DECIR COSAS POCO DIGNAS DE UNA SEÑORITA!
-Di lo que quieras, de ahí no podrán salir. Está fabricada de una pieza, no tiene junturas ni bisagras, nada que pueda ser manipulado físicamente.
-¿ah si? ¿y cómo nos metiste? ¿eh? ¿eh?
-Muy fácil, es una patente de mi invención, podríamos decir que la jaula es una membrana de adamantium semipermeable a la magia. Como lo de las soluciones salinas, ya sabes, la magia entra pero no sale, así que evidentemente, os metí usando magia.
-¿y desde cuando sabes tu usar magia, pringao? ¡te analizaron de arriba a abajo! ¡tenías potencial mágico menos uno!
-La magia no es algo tan etéreo y astral como todo el mundo cree. Y de todos modos, basta robársela a otro, no necesitas generarla tu mismo. Lo que hay que saber es como manipularla, del mismo modo que los manipulo a ustedes. Ah, y por si no lo sabes, la jaula no solo aísla, sino que absorbe. Es casi como una sanguijuela... ¿y a que no adivinas donde va a parar toda esa magia?
-Argh... ya me parecía a mi que me veía más débil... y yo pensando que era por la cucaracha que se había colado...
-Anda y que os den. Pronto se os acabará la magia y no mucho más tarde empezaréis a deshidrataros hasta perder el conocimiento.
-¡y entonces por fin les veré las bragas!

Dos tortazos volaron por el aire y se estrellaron en sendos carrillos de un Adrian consternado. 

-Igual alguno muere antes- dijo Ambrosio entre risas -. En fin, tengo que atender asuntos más urgentes que requieren toda mi atención. ¡Hasta nunca!

Triste, Adrián se apartó hacia una de las esquinas. Sólo quería ver unas bragas, no es para tanto, pensaba. Si quieres volver a ver, contestaron dos voces simultáneamente en su cabeza, mejor que te moderes. Viniendo de aquellas era más que posible que se los sacaran. Ahora estaba ya casi sobrio y empezaba a notarse el comienzo de una resaca épica. Necesitaba más alcohol para combatirla, así que su cerebro empezó a esforzarse para buscar una salida. Como había dicho Ambrosio, la jaula estaba hecha de una pieza, sin junturas, sin soldaduras,  de un material increíblemente resistente, con unos barrotes gruesos y... eh, si quepo por enmedio... es lo que tiene estar más flaco que un palillo, lo cual era extraño teniendo en cuenta lo energético que es el alcohol. Vale, ya caigo, el alcohol es muy energético si lo tomas, pero deja de serlo cuando lo vomitas... ¡coño!, he llegado yo solo a una conclusión científica válida yo solo y sin ayuda... en fin, debe ser cosa de la abstinencia.

-Bueno nenas, me piro -dijo colándose no sin cierta dificultad entre los barrotes-. ¿Qué queréis que os traiga? ¿anis del mono? ¿aguardiente? ¿vodka?
-Queremos salir a buscarlo nosotras mismas, gracias -soltó Rebeca, perpleja.
-Bueno, yo tengo algo de prisa, si veo a alguno de los otros se lo comento ¿ok?
-¿¿Nos vas a dejar aquí tiraditas, gilipichis??
-Bueno, no, tu estás sentada y ella de pie aferrada a los barrotes. Tiradas tiradas no están (aunque yo si me las tira...)
-¡Te estamos oyendo!

80! Movida Madrileña!

Raoul pareció fundirse entre las sombras. El anciano profesor de matemáticas le había informado de que el grupo de Rebeca, Laura, Adrián y Ambrosio se habían internado en las alcantarillas para descubrir la guarida de uno de los Jinetes.

Nuevamente, Raoul tendría que comprarse pantalones y botas nuevas. Aún así, no era eso lo que más le preocupaba ahora. Delante suya, una figura humana avanzaba con la cautela del cazador que persigue a una presa peligrosa.

En un movimiento relámpago, Raoul apresó el cuello del desconocido con su antebrazo izquierdo, a la vez que con su otro brazo...
-¿Ra...oul...?

Raoul se separó de un salto.
-¡Antonio! Lo siento en el alma, creía que eras...
-Uff...

Antonio se palpó el cuello dolorido.
-¿Qué haces aquí? -preguntó Raoul.
-Buscar a Ambrosio... lo último que recuerdo es que encontramos a Muerte, pero estaba como deprimido... y el imbécil de mi compañero habló de más... terminamos peleando... sé que gané yo, pero no recuerdo muy bien como... lo que sí se es que ese tal Ambrosio va a pagar por su traición.
-Estamos en el mismo bando, entonces. Por cierto, noto que tu poder ha aumentado... es posible que tu aura sea más fuerte que la mía, incluso. Recuerdo que tu entrenamiento no iba bien del todo...
- Sí -reconoció Antonio-. Al parecer poseía un bloqueo mental en mi subconsciente que impedía desarrollar todo mi potencial mágico.
-¿Qué?
-Bueno... es que... yo de joven... era un friki de los juegos de rol...
-¿Tú? -Raoul estaba boquiabierto-. ¿El gran detective?
-Y nunca logré llegar a nivel diez con un personaje hechicero... Al parecer eso me creó un trauma... en la vida cotidiana no tiene importancia, pero cuando hay magia de por medio, al parecer, sí...
-Es lo más patético que he escuchado nunca.
-Sí, lo sé... pero yo no pedí convertirme en esto, ni verme envuelto en temas de hechicería ni...
-En fin... vayamos a por Ambrosio...

No habían dado dos pasos cuando un alarido inhumano hizo temblar toda una sección de alcantarillado:

¡¡¡AMBROSIOOOOCOÑIOOOOOQUEMELIBEREEEESQUESIGOSIENDOTUJEFAMUERTODEHAMBREEEEEJOPUTITAAAAA!!!!

-Yo a esa la conozco -comentó Raoul.

Y los dos Sabios comenzaron a caminar en dirección al chillido.

Continuará

viernes, 15 de febrero de 2013

79 (3... ¿3?)

Eran las 3 de la mañana. Fran estaba nervioso e inquieto. Dos amazonas voluptuosamente desnudas yacían a su lado en la cama. Parecían satisfechas. Por alguna misteriosa razón, Fran en ese mismo instante deseaba ser fumador y estar echándose un pitillo. Habían sido las horas más intensas de su vida, nunca había vivido nada tan salvaje, y encima eran dos y muy expertas. Estaba como si le hubieran dado una paliza, pero era... ¿feliz?... estaba contento y alegre. O casi. Había una cosa que lo torturaba: esto era el sueño de cualquier adolescente, la fantasía de todo hombre (al fin y al cabo, la adolescencia ocupa el 90% del tiempo de vida de un hombre). Pero aún así, sentía que algo no encajaba, de que algo andaba mal, de que por muy guapo, fuerte, y bien dotado que estuviera (que dada su inexperiencia y el no poder compararse con otros para llegar a determinadas conclusiones, pensó mentalmente descartar todas estas cosas de su cabeza) no podía haberle tocado aquella lotería. Es como si se acercara un hombre a ti en el aeropuerto y te regalara un maletín lleno de billetes, estaba seguro de que tarde o temprano se volvería contra él. Y en cierto modo (Alba), ya lo había hecho. Pero no era que simplemente se hubiera dejado arrastrar despechado (si hubiera sido Laura o alguien "alcanzable" hubiera podido ser hasta normal, pero estas dos chicas eran de otra galaxia o más bien, de otra galaxia metida en otro universo en un espacio paralelo de otra dimensión); ahora veía que había sido manipulado sutilmente, al igual que Zoe y Mel. Y ahora que indagaba, podía notar la magia residual que aún flotaba en el ambiente. No, no era el olor a sexo, que también, era una especie de neblina que cubría sus mentes, que las tocaba suavemente, como una caricia en las zonas precisas de la corteza cerebral para estimular ciertos sentimientos y pensamientos. Por lo que sabía, muchos miembros de los sabios tenían cierta capacidad de comunicación mental, pero él era el que realmente tenía disposición de control y manipulación (gato aparte). Es normal que todos hubieran caído, a Ambrosio le había bastado con mover un poco los hilos. Y él era el culpable, era el que tenía que haber prevenido al grupo, el que tenía que haber combatido todo aquello. ¿Y mientras, qué había hecho? intentar ligar con Alba y protegerla. O más bien sólo lo primero. Ahora tenía que arreglarlo todo, deshacer el entuerto. Pero tenía que ser más listo que Ambrosio, tenía que ser más sutíl. Pero eso sería mañana, con cuidado empezo a acariciar a las dos hembras que tenía al lado y a susurrarles cosas bonitas. Que Alba soltara su furia y se desahogara un rato, él tenía que comprobar hasta qué punto seguían hechizadas aquellas dos (y en caso de habérseles pasado el efecto, ver hasta donde podía llegar él con sus poderes... y con lo que no eran sus poderes). De perdidos al río, pensó...

78 (2)


Ambrosio sonrió. Codicia ya formaba parte de él, había mandado a Alba contra Muerte, Guerra estaba vencido moralmente y los Sabios completamente dispersos o capturados... la fortuna de Laura y de Codicia era ahora suya, y en cuanto a Hambre...

Bueno, la cabeza de Hambre era lo único que quedaba después de que el Jinete del Apocalipsis se hubiera devorado a sí mismo casi por completo.

Con desdén, Ambrosio lanzó al interior de la celda antimágica tanto al gato emporrado como a la cabeza de Hambre. El gato no dijo nada, estaba completamente ido con la hierba gatera.

-¡MALDITO SEAS! ¡DEVORARÉ TUS ENTRAÑAS! -gritó lo que quedaba de Hambre.
-Por supuesto. Y me darás también una patada, lo sé -respondió Ambrosio.
-¡AMBROSIOOOO! ¡TRAIDORJOPUTITAAAAA! ¡ESTÁS DESPEDIDOOOO! -chilló Laurita.
-Creo que no, pequeña tirana -sonrió Ambrosio-. Soy yo quien presenta la dimisión. Y me permito decirte que no te queda un sólo euro. A partir de ahora, te tocará trabajar...
-¡¡¡¡NOOOOOOOOOOOOO!!!!
-Mi cabeza... -protestó Adrián.
-¿Una cabeza parlante? -preguntó Rebeca- ¿De veras estoy viendo una cabeza parlante? Ni que esto fuera una novela con la colaboración de Diego Alcaraz y su obsesión por las cabezas parlantes...

Ambrosio sonrió sarcásticamente y se alejó. Tenía demasiadas cosas todavía por hacer...

Rebeca lo miró con odio.
-Tenía que haberme dado cuenta -dijo Adrián.
-¿De qué?
-El culpable siempre es el mayordomo.
-Buena deducción...

Rebeca palpó cada centímetro cuadrado de la prisión. Tenía que haber un modo de escapar... pero no lo encontraba. Un gruñido de Hambre le dio una idea...
-Hambre. Tus dientes son más fuertes que cualquier material conocido, ¿verdad?
-SÍ.

Rebeca cogió la cabeza de su antiguo enemigo y lo acercó a los barrotes de la puerta.
-Adelante -sonrió Rebeca.

Hambre lanzó un bocado a la puerta. Un incisivo, un canino y tres muelas cayeron al suelo mientras Hambre chillaba de dolor y escupía trozos de dientes sanguinolentos.

-O sea, que la antimagia le ha fastidiado la fuerza de su dentadura mágica pero le permite seguir vivo aunque no tenga cuerpo... no lo entiendo -musitó Rebeca.
-¡LA DENTADURA ES MÁGICA! ¡LA CABEZA VIVIENTE ES CUESTIÓN DE METABOLISMO!
-Ah... claro, claro... -asintió Rebeca sin entender nada.

Pero el problema seguía siendo el mismo... Tenían que escapar de la prisión.

Continuará

jueves, 14 de febrero de 2013

78 cosas que me apetecía escribir en este día

Esto es una carta para el que me quiera escuchar y para quien me quiera oír. Es un mensaje en una botella, un grito de auxilio, una llamada de atención, un desahogo, una paja mental disparada por este día tan... por este día. Y es que me veo aquí, delante del ordenador, apático y sin muchas ganas de nada y me pregunto ¿tan mal lo hago? ¿tan malo soy? ¿qué es lo que he hecho mal? y preguntas por el estilo. Y me miro a mi mismo en el espejo y me pregunto ¿qué es lo que buscas? ¿qué es lo que tienes? ¿qué es lo que pides?... y echo un vistazo atrás y empiezo a hacer recuento de mi vida y de cómo me encuentro ahora mismo y realmente pienso que no estoy pidiendo mucho (o quizá si, quizá ese sea el motivo de el por qué me encuentro así). Sólo pido algo de cariño, que se acuerden de mi de vez en cuando sin motivo o con buenos motivos, que me quieran y a ser posible que lo demuestren de vez en cuando, algún detallito que me haga sonreír y no pensar que no soy solo un contacto más en una agenda repleta. Quiero pensar que he dejado algo de huella a alguien, que hay interés en que yo siga siendo parte de la vida de alguien. Quiero pensar que valgo más que para hacer favores y llevar recados, quiero pensar que el cariño que doy y el esfuerzo que hago no es olvidado y que aunque sea en pequeñas dosis me será devuelto algún día. Quiero pensar que si estoy solo es porque aún no he encontrado a la persona ideal para mi, no que he quemado todas mis oportunidades. Quiero sentir que soy parte de algo, que soy un individuo necesitado y querido y que no soy yo el que necesito y quiero y no sabe donde aferrarse. Quiero pensar que he amado con todo lo que he podido en cada momento y que no ha sido debido a factores ajenos al verdadero amor por lo que me he sentido así. Quiero pensar que todo el dolor que arrastro, la nostalgia que siento y la tristeza en que vivo vienen por el hecho del vacío que se ha formado al perder lo amado. Siento a veces rabia, a veces envídia, a veces miedo. Soy una persona que vive en su pasado porque es lo único bueno que ha vivido en la vida, pero sé que muchas más veces me ancla el dolor que los buenos recuerdos y lo sé por todo lo que me cuesta depegar. Llevo mucho tiempo luchando por dejar atrás mi antiguo yo, por asumir mis propias acciones y decisiones, por abrirme de nuevo a los sentimientos, por abrir esa compuerta que cierro hermética cada vez que confundido por la vida no sé qué partido tomar y me quedo quieto, sin hacer nada, esperando a que otros hagan por mi. Quiero poder amar sin barreras, con confianza, sin preocupaciones, sin pensar en mi ni en mi pareja, solo sentir y vivir los momentos que compartamos; darlo todo sin temer que se rompa, sin esperar el momento fatídico en el que meta la pata y la cague, sin temor a que llegue algo o alguien que se lleve mi felicidad, sin perder tiempo pensando si hago bien o mal, si debo o no debo, si puedo o no puedo, si quiere o no quiere, si siente o no siente. Quiero poder soltar todo el lastre que llevo, todas las desilusiones, los traumas, los miedos, quiero soltar lo que me encierra y limita, quiero avanzar con paso firme, con la cabeza alta. Quiero recuperarme a mi mismo, a tener ganas de estar rodeado de gente, a buscar mil y una veces a esa chica que me vuelve loco, poder volver a reír y hacer reír con ganas, volver a sentir que tengo suerte de tener a alguien especial al lado, a quien acariciar, abrazar, besar. Quiero recuperar a la huidiza magia que siempre se escapó de mi lado cuando más la necesitaba, quiero recuperar la vida feliz que se me ha arrebatado tantas veces, quiero no sentirme culpable por cosas que no he hecho, por cosas que no he entendido, por cosas que no se me han explicado, por cosas que se me escapan completamente y ni siquiera tienen que ver conmigo. Necesito creer que por fin ahí delante me espera algo bueno, que no sea algo fugaz, que no sea algo que se estropee con el tiempo. Necesito creer que soy suficientemente fuerte como para no dejar que lo que me rodea me afecte, para luchar por salir adelante pase lo que pase, por pelear por lo que amo y creo y no dejar que personas y/o fantasmas arruinen mis pocos logros. Quiero poder mostrar mi corazón desnudo sin tener que esconderlo o protegerlo ante cada potencial amenaza, necesito gente a mi alrededor que lo respete y lo cuíde. Necesito alguien que lo tome para si sin quitármelo, necesito alguien que lo ame, alguien que me ame. Pero no estoy dispuesto a pagar cualquier precio, y quizá, esta sea la única cosa que realmente haya aprendido en todo este tiempo.

martes, 12 de febrero de 2013

77 Rojo: la banca siempre gana.

Quesejoda, pensaba Fran. Dejarme a mi ahí solo y abandonado, yo que le di todo lo que nadie le había dado, que la amo con locura ¿cómo ha podido hacerme esto a mi? ¿protegerme? ¡ja! me ha dejado tirado, como todas. Me ha usado, igual que la Laurita, igual que Macarena, igual que Sara, igual que... eso me pasa por tonto. Y encima el androide este pesao que no hay quien lo entienda (bueno, si, hay una persona que lo entiende... capaz que Alba me ha dejado porque prefiere a la cosa esta... nunca entendí que vio en "esto"... ¡argh!)
-¡ya no puedo más!

Todos miraron a Fran con cara de extrañados. O más bien, continuaban con caras de extrañados tras escuchar al androide momentos antes. Zoe y Mel se acercaron, y en un arrebato de maternalidad lo acogieron en su seno y trataron de calmarlo y sosegarlo.
-Anda niño, no pasa nada, esto es la vida, unos van y otros vienen, por eso yo y mi hermana siempre estamos unidas.
-(por eso y porque los hombres no dan la talla, empiezan muy bien pero nunca aguantan lo suficiente)
-Esa chica la verdad es que era muy buena y tal, pero mírala, está maldita, ahí con tanto muerto y demás ¿realmente pensabas que podría funcionar? nah, hay un montón de chicas buenas para ti en el mundo, ahí fuera hay millones de oportunidades mejores para ti.
-(¿pero tu lo has mirado bien? no es un guaperas aunque no sea feo y siempre está escondiéndose de los demás... tenemos que espabilarlo un poco, porque si no, no se comerá un rosco en su vida)
-Y mira que tu tienes un futuro brillante y... (¿quéeee? ¿estás insinuando lo que creo que estás insinuando?? ¡¡por dios, que es un niño!!) ...y esto... vaya, se me fue el santo al cielo...
-(ajá, así que ahora si que lo has mirado bien ¿eh?... ¿ves? no está nada mal y tampoco es tan jóven. Hasta tu pudiste sentir ciertas cosas cuando estábamos juntas y él estaba en su mundo con ella... seguro que no estaban jugando al parchis...)
-Ah, vale, estoo.. si, ya recuerdo lo que te iba a decir... que tu lo que necesitas ahora es descansar un poquito...
-(si, claro, ahora lo llamas descansar)
-...tomarte un tiempo a solas... nosotras te llevaremos a un lugar tranquilito, tu no te preocupes...
-(al huerto ¿no? ¿o quizá al pajar?
-...verás como te sale toda esa rabia y frustración que tienes dentro...
-(y más cosas que tienes dentro, claro... o espeso, según)
-...si es que tu lo único que necesitas es un poco de cariño, se te ve de lejos...
-(y no te digo qué más cosas necesitas porque te estropearía la sorpresa)
-...y aquí donde nos ves, somos huérfanas y entendemos como te sientes perfectamente (y tu, deja de hablar en mi cabeza leñe, que ya no sé ni lo que digo y voy a soltar alguna burrada en el momento menos pensado)
-(lo que vas es a algún lugar donde tener intimidad, que te siento igual de cachonda o más que yo... si ya sabía yo que te iba a gustar...)

Fran, indeciso, con las caricias de Mel en el pelo y la mirada tierna de Zoe (la mirada lasciva de Mel no llegó a verla en ese momento), y el ligero sonrosado de las mejillas de ambas y la amabilidad y suavidad con que lo trataban, poco a poco se fue calmando y dulcificando. Una parte de si mismo decía: no es lo que parece, ya sabes como son estas dos, resiste ¡tu quieres a Alba!. La otra parte decía: ¿por qué no? total, la vida sin Alba no tenía sentido, lo mejor que podías hacer es dejarte llevar. Al menos daño no te van a hacer, y ya toda esta lucha de los sabios y demás no tiene sentido para ti.

-Bueno... yo... la verdad es que no sé que pensar. Sólo sé que estoy cansado, muy cansado, que ya nada tiene sentido, que ya no tengo una razón por la que luchar.
-Muy bien, eso mismo es lo que sentimos nosotras (aparte de más cosas, claro).
-No te preocupes, con nosotras estarás a salvo. Te cuidaremos como el hermanito que nunca tuvimos.
-(o más bien como el primito que si que tuvimos y que venía a vernos cuando pequeñas... que bien lo pasábamos con él...)

Y así, los tres se alejaron caminando hacia un sitio tranquilo, seguro e íntimo. Ambrosio se congratulaba consigo mismo... tres potenciales peligros que volvían a la palestra, tres menos de una tacada y una cuarta desatada que le permitiría acabar poseyendo a Muerte... si es que soy buenísimo...

En otra parte, a Alba, que aún mantenía un enlace mental con Fran, se la llevaban los demonios. Aún dudó mucho sobre su papel, sobre si hacía bien en escuchar a Ambrosio después de todo, de si no estaría cayendo en una trampa. Ahora todo le daba igual, había descubierto la naturaleza de las personas ya desde muy pequeña, toda su vida había vivido apartada y en la única persona en la que había creído de verdad ahora le daba una puñalada y se largaba con las dos lagartas... si es que se veía venir, no dejaba de mirarles el culo. Se iba a enterar. Pero no él solo, todo el mundo. Iba a convertirse en La Muerte y luego iba a acabar con todos.

lunes, 11 de febrero de 2013

76 apostadores perdieron su dinero

Arturo miraba fijamente los continuos aspavientos de Fran en un intento de que le entendiera. Debido a la desesperación y a los nervios, mencionaba un galimatías difícil de comprender para un humano medio (algo así como un discurso de nuestros políticos) y Arturo, desde luego, no tenía el cerebro de un humano medio.

Los gestos exagerados de Fran hicieron que la mente de Arturo los relacionara primero con un baile almacenado en su base de datos cerebral, similar al ritmo de una cancioncilla sobre un puchino pío o algo así. Así que Arturo comenzó a cantarla.

Posteriormente, el llanto desconsolado del muchacho movió algo en el interior del cyborg. Un chispazo en lo que debería ser su corazón lleno de válvulas cibernéticas, enterneció la memoria RAM lo suficiente como para lanzar al aire una cita certera en esos momentos: "tener con quien llorar aminora el llanto de muchos".

Fran miró a Arturo con ojos extrañados. ¿Significaba que el cyborg iba a ayudarle? ¿Quería consolarle simplemente?

La respuesta quedó clara cuando Arturo comenzó a cantar canciones de Rafaela Carrá.

Fran agarró de los hombros al cyborg y comenzó a zarandearle. El cálculo algebraico dudaba entre activar los mecanismos de defensa y vaporizar a aquel insensato, o aprovechar el movimiento para comenzar una conga. Tras una elección particularmente difícil (a cara o cruz), escogió la segunda opción.

En ese momento, Mel y Zoe llegaron, sudorosas y jadeantes. Mejor no preguntar.

Fran se dirigió hacia ellas gritando. Algo sobre Alba. Alba...

Alba.

Alba.

Alba.

Arturo estaba forzando al límite sus (pocos) chips de lógica.

Alba.

Alba.

Alba.

Ese nombre era importante.

Y Muerte. Algo sobre Muerte.

Alba. Muerte.

Alba. Muerte.

Alba. Muerte.

La cabeza de Arturo comenzó a echar humo por el calentamiento cerebral del cálculo (supuestamente) lógico.

Pero... ¿era que Alba estaba en peligro de Muerte? ¿Que Alba sería el siguiente Muerte? ¿Que Alba estaba de Muerte?

Arturo se puso en pie. Estaba decidido a ayudar. Uno de los dispositivos electrónicos implantados en su cuerpo (específicamente, en el esternocleidomastoideo) era un detector de Sabios. Sólo tenía que decírselo a Fran, a Zoe y a Mel. Bueno, y también a Guerra, que estaba llorando solo en un rincón con una depresión de caballo.

Sí, eso es lo que tenía que hacer. Decírselo y solucionado.

En vez de eso, lo que sonó fue:
-Que pasó con el que dijo que te amaba. Acaso se fue y te ha dejado ilusionada.

Fran, Zoe, Mel y Guerra le miraron sin comprender una m**rd*.

Arturo sonrió. Nuevamente, había cumplido con su misión principal.

Si tan sólo le dijeran cual era su misión principal...

Continuará

viernes, 8 de febrero de 2013

75 contra uno están las apuestas

Muerte se concentró sobre los dos recientes cadáveres que yacían en el suelo. Si, había hecho algo de trampas, se los había cargado sin que el gato se diera cuenta. Al fin y al cabo, el hilo que los unía a la vida era tan fino... iban a morir de todos modos, la gracia estaba en saber cual lo haría antes. No le gustaba perder, así que había hecho lo correcto: forzar tablas. Matarlos a los dos a la vez había sido ahorrarles muchos minutos de sufrimiento y resolver la apuesta de la mejor manera posible, pero también pensó en ellos porque claro, morir antes que el otro hubiera sido un infierno para ambos. Lo único que hacía que se aferraran a la vida era la satisfacción de que el otro cayera antes. Así que les había hecho creer a cada uno que el otro ya había cascado, y la cosa funcionó: hubo dos muertos con sonrisas de satisfacción en la boca, creyéndose el mejor. Pero ahora las cosas habían cambiado, alguien le amenazaba. Amenazaba la forma de no vida que había llevado desde el principio de los tiempos. A él precisamente, a la Muerte en persona. No, el jueguito del apocalipsis estaba saliéndose de madre. Tenía que volver a poner las cosas en su sitio, ya se encargaría del Ambrosio en su momento, pero mientras tanto tenía que echar abajo su plan. Juró solemnemente sacar la sangre de su cuerpo y secar el tuétano de sus huesos, reducir a polvo su ser y bailar sobre sus cenizas. A la muerte se le daba bien el claqué.

¿Así que ese advenedizo aprendiz de genio loco quería jugar con fuego? ¿quería mandar a otros a hacer el trabajo sucio mediante trucos y engaños, sin dar la cara? ¿pensaba que dividir a los sabios y ponerlos unos contra otros para aprovechar la coyuntura y acabar con los jinetes dándoles donde más les dolía le iba a funcionar tan fácilmente? Muerte sabía jugar a ese juego. Miles de tiranos, dictadores, reyes, emperadores y autoproclamados descendientes de dioses habían intentado jugar con Muerte y  escapar a la muerte. Pero todo empezaba y acababa con él.

Levantó una mano sobre el primer cadaver y lo hizo desaparecer. Para lo que tenía en mente, el otro no podía verlo. Hizo un gesto con la mano y el cuerpo exánime abandonó su lividez al comenzar a latir de nuevo un corazón. El sabio empezó a recuperar fuerzas, a curarse y nuevos conocimientos llenaron su mente, desatando las limitaciones mágicas y unas palabras reverberaron por su mente: has superado la prueba, has ganado la batalla; eres merecedor de ser el heraldo de la Muerte. Mentalmente, hubo una respuesta, casi como un susurro deslizándose en la brisa que dijo así: tuyo soy, ordena y manda lo que gustes. Muerte esbozó una sonrisa (si una calavera puede hacer tal cosa) y siseó estas palabras: Ambrosio tiene que morir, está rompiendo el equilibrio, está acabando con el juego milenario entre el bien y el mal, ya no es divertido. Y si le quitas a la muerte su única diversión, van a pasar cosas muy feas ¿me entiendes?. Ve, mi heraldo, ve y procura la muerte a este renegado.

Una vez se hubo ido, hizo aparecer al otro y lo resucitó del mismo modo. Tu has sido elegido, tu has sobrevivido, has superado la prueba, dijo. Estás destinado a ser mi escudo, mi perro guardian, mi fiel escudero. Escóndete en las sombras, no dejes que perciban tu presencia y evita que el enemigo ose acercarse. Porque un nuevo orden quiere imponerse, pero no lo dejaré. Pagará cara su insolencia...

74 tiernas caricias...

Alba miraba extasiada la puesta de sol sobre un mar en calma que Fran había creado sólo para ella. Fran sabía que Alba era realmente feliz por primera vez en su vida. Pero también intuía que algo iba mal. Profundamente mal.
-Alba, cariño... ¿qué ocurre?

Alba no respondió inmediatamente. Suspiró y miró con tristeza.
-Me gustaría quedarme aquí. Contigo. Para siempre.
-Puedes hacerlo... puedo crear todo lo que quieras... puedo...
-No.
-¿No?
-Los muertos hablan. Me dicen que los Jinetes de Apocalipsis están perdiendo sus poderes. Que necesitan a un nuevo Muerte. Me piden que sea yo quien le sustituya.
-Pero... no entiendo...
-Me piden que me separe de ti, Fran. Por mucho tiempo. Que mi destino es otro.
-Alba. No hace ni unas pocas horas que estamos juntos... no puedes...
-No lo entiendes. Es la única manera de garantizar que volveremos a vernos.
-¿Qué? Tienes razón. No entiendo nada.
-Yo seré Muerte, Jinete del Apocalipsis. Tú serás uno de los Doce Sabios. Está predestinado que nos encontremos.
-Pero... tú también eres una de los Doce Sabios...
-No. No puedo correr el riesgo de perderte así.
-¿Cómo?
-La profecía dice que morirá la mitad de la pareja que se ame. Los muertos me lo están diciendo. No puedo asumir eso. No soy capaz.
-Pero eso es muy críptico... es posible que no se refiera a...
-Es posible. Pero también sé con certeza que de este modo volveremos a encontrarnos. Lo siento, Fran. Te quiero.

-¡ALBA! ¡NO!

Alba desapareció. Fran quedó solo, sollozando tirado en la arena desnudo... aferrándose a la nada, como decía la canción.

Alba lo miró con lástima.
-He hecho lo que pediste -susurró Alba entre lágrimas-. Le he roto el corazón... a cambio de que le perdones la vida.
-Muy bien, niña -respondió Ambrosio con una sonrisa-. Con ese aura de tristeza encima suya, no tendré que preocuparme de sus trucos de prestidigitación. En cuanto a ti, te ofrezco una salida para este problema... tienes los poderes idóneos para ello. Derrota a Muerte. Está debilitado. Acaba con él y podrás volver con tu Fran... y yo no volveré a interferir en vuestra felicidad...

Continuará

miércoles, 6 de febrero de 2013

73 movidas mundiales

Raoul encontró a codicia y al viejo maestro completamente borrachos y abrazado el uno al otro... por un momento pareció desconcertado, pero luego, henchido de rabia y dolor, entonó las siguientes palabras:

-¡Codicia! ¡mi nombre es Raoul Montoya! ¡tú mataste a mi padre! ¡prepárate a morir!
 -EEEeeheeps paaara hijooo
-¿Cómo que pare? ¡es Codicia! ¡cuando fue Peste robó el alma de mi padre y lo transformó en esa... cosa! ¡me ha arrebatado todo cuanto quería y respetaba en esta vida! ¡nací marcado por la muerte de mi madre en el parto y crecí desgraciado por abandonarme mi padre por su culpa! toda mi vida me he educado (es un decir), entrenado y preparado para este momento... ¿y me dices que pare?
-Seeeeee.... verrrás... esqueste ya nooos coddddisssia.
-¡Y una mierda!
-Raoul...
-¡Tú no te metas!
-Yo...
-tú, él, nosotros, vosotros y ellos, si, ya lo sé.
-...YO soy tu padre.
-Aysss la madre. Te voy a coger y te...
-Nononooooo paraaaaaa... que essssenserio, vuerve a serrrrrr tu padre.
-¡No cuela!
-Asssí no puedo habbblar contijjjooo... spperaaunmomento...

y entonó un hechizo de sobriedad. Bueno, lo intentó un par de veces, ante un alarmado Raoul que in extremis esquivaba los hechizos que brotaban de sus dedos. Antes de conseguirlo finalmente, algunos clientes del bar que no pudieron escapar a tiempo terminaron convertidos en batracios, arenques o beholders. Los últimos, que antes curiosamente eran los clientes más borrachos, resultaron ser los más latosos, pesados y difíciles de sacar del bar. No difería mucho de lo normal en este caso.

-Bien esto está mejor. Como iba diciendo, ya no es codicia... ¿recuerdas aquel holding empresarial con tantos beneficios que Codicia arrebató al padre de Laurita? pues resulta que era una trampa. El muy cabrón del ambrosio destapó un complejo entramado financiero que se dedicaba a blanquear dinero del narcotráfico, la trata de blancas y el tráfico de armas, compra de votos, y amaño de eventos deportivos y el holding se ha hundido completamente y Codicia se ha arruinado de la noche a la mañana. Políticamente tal escándalo lo cual y muy irónicamente, le ha convertido en un apestado (muchos en su propio partido ya le tenían ojeriza y han aprovechado pa lincharlo, claro). Y sin recursos para conseguir poder e influencias se ha venido abajo y ha perdido fuelle hasta desaparecer absorbido por ese mayordomo maldito.

-¿Entonces ya no existe codicia? ¿de quién me vengaré yo ahora?
-Pues de Ambrosio, claro. De hecho, el muy cabrón de codicia lo vio claro y se fue voluntariamente con el mayordomo.
-En fin, pues pallá voy...

lunes, 4 de febrero de 2013

72 mundos moviéndose

Adrián cayó al suelo con la nariz rota entre jadeos de dolor.

-Si yo sólo quería saber si estabas bien... lo del boca a boca... era para que te recuperaras... no hacía falta que me dieras un codazo... -protestó Adrián.
-Pues efectivamente... su suerte no funciona -comentó Rebeca mientras intentaba recomponerse de la descarga mágica.
-¡AMBROSIOOOO! ¡TRAIDORJOPUTITAAAA! ¡VUELVEAHORAMISMOOOOO!

Rebeca suspiró. Encerrada con un salido y una histérica. Suerte que la antimagia había debilitado el rayo de Laura y sólo la había alcanzado de refilón... aún así, se sentía como si la hubieran machacado el cráneo con una maza. El mango de su naginata había quedado partido en dos también... un nuevo suspiro llenó la celda.

Mientras, fuera de los barrotes, un gato emporrao parecía ajeno a toda aquella situación. Rebeca se preguntó si este sería el famoso gato telépata del que había hablado Raoul...

Mientras tanto, uno de los Jinetes del Apocalipsis estaba cercano a su fin.

Ambrosio había encerrado a Hambre en su propia sección de alcantarilla. Y luego, el mayordomo había comenzado a cocinar un exquisito potaje murciano. El olor y la imposibilidad de alcanzar la comida estaban volviendo loco a Hambre. El Jinete del Apocalipsis, ahora cojo y manco, ya había empezado a devorarse a sí mismo.

Y, por supuesto, Ambrosio estaba alimentándose de la esencia del jinete tanto como del potaje...

Continuará

viernes, 1 de febrero de 2013

71 beodos ven el mundo movido

Excelente... a ver, recopilemos:

-Alba y Fran desaparecidos. Tendré que tener cuidado con ellos cuando vuelvan, son los más peligrosos ahora mismo, pero algo me da que tardaré en volver a verlos... tendré tiempo suficiente para los demás.
-Raoul buscando a Codicia con ganas de soltar toda la rabia y frustración acumuladas. Será divertido ver como se matan entre ellos.
-el viejo maestro tomándose unas cañas con Codicia por aquello de los viejos tiempos y tal... cuando llegue Raoul se montan una fiesta entre los tres.
-Zoe y Mel desfogándose entre ellas porque no se han quitado el calentón aún de encima y no tienen con quien (y casi que les importa bien poco). Con estas dos está clara la técnica a utilizar... ¡muerte por kiki!
-el androide Arturo está sentado en una esquina con las manos en la cabeza, balanceándose hacia detrás y adelante y filosofando profundamente sobre la levedad del ser humano mientras recita proverbios zen y canta la macarena. Salvo que se le crucen los cables (nunca mejor dicho) no hay problema.
-la niña tonta encerrada en una especie de jaula de Faraday mágica invertida y muerta de asco. Se morirá sola tras tantos minutos con tanta roña junta.
-Rebeca frita porque se estaba agarrando de los barrotes cuando Laurita de las narices lanzó su superhechizo mágico.
-el borracho de Adrián aprovechándose del momento fritura para darse una alegría... ¡que suerte tiene el tipo!
-el Antonio Mata, pero el Juanjo también mata. Muerte está perpleja con dos casi cadáveres delante sin saber muy bien si ha ganado o ha perdido la apuesta.
-el gato disfrutando de la hierba gatera (eso si, no jugando con ella como era de esperarse, sino fumándosela).

Bueno, esto está todo de cara como tenía planeado. Ya están divididos; ahora toca eliminarlos uno a uno... ¡MWAHAHAHAHAHAHAH!
 

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

Creative Commons License Blogalaxia BlogESfera Directorio de Blogs Hispanos - Agrega tu Blog Top Blogs España